El obispo burgalés Isidro Barrio celebra su aniversario sacerdotal en su pueblo natal

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isidro barrio

 

Una veintena de sacerdotes se reunió la semana pasada para celebrar los cincuenta años de ordenación sacerdotal de don Isidro Barrio Barrio, obispo burgalés en Huancavelica (Perú). Villafranca Montes de Oca, su pueblo natal, fue el lugar escogido para la celebración, a la que se sumaron familiares, amigos y algunos compañeros del curso para conmemorar tan señalada efemérides.

 

A la misa, solemne y concelebrada, siguió una comida de hermandad con una amigable sobremesa. En ella, y de la mano de una proyección de imágenes, el obispo fue presentando a los asistentes la realidad de su diócesis y los distintos proyectos que, bajo su pastoreo, se han venido realizando allí durante estos últimos años. Ya por la tarde, se rezó el rosario en la ermita, como acción de gracias a Nuestra Señora de Oca. El obispo burgalés de Huancavelica participó también el pasado 15 de julio en los actos organizados en Briviesca con motivo del Día del Misionero burgalés y en la celebración de las fiestas patrias peruanas en la ciudad.

 

Don Isidro Barrio realizó sus estudios filosóficos y teológicos en el Seminario diocesano de Burgos (1956-1968). También siguió un curso de especialización en espiritualidad en la Facultad de Teología de Burgos, creada en 1967. Fue ordenado sacerdote el 6 de julio de 1968. En la Iglesia burgalesa ha sido vicario parroquial en Catrillo de Murcia (1970-1971), formador en el Seminario Menor San José de Burgos (1972-1973), vicario parroquial en Castrojeriz y capellán del Monasterio de las Hermanas Clarisas (1974-1975), vicario parroquial de Santa Catalina en Aranda de Duero (1976-1983) y vicario parroquial de San José Obrero (1984-1986). Llegó a la diócesis de Huancavelica en 1986. En la diócesis peruana ha sido rector del Seminario Menor (1987-1993), vicario general de 1987 hasta la fecha de su nombramiento como obispo coadjutor. También ha sido rector del Seminario Mayor Diocesano y Vicario Episcopal para la Pastoral de esa diócesis de 1994 a mayo del 2001.

El proyecto UBU-Bangalore comienza sus trabajos de cooperación

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Desde el pasado 16 de julio se está llevando a cabo la XV edición del proyecto de Cooperación al Desarrollo UBU-BANGALORE. El equipo, formado por las alumnas Belén Zamanillo Mateo, Andrea Zamorano Arceo, Teresa Arribas Portugal y el sacerdote y profesor Jesús María Álvarez Martínez, permanecerá en tierras de India hasta el día 13 de agosto. Durante estos días están trabajando con los niños de la calle del centro Nest Project.

 

En las próximas semanas se desplazarán a la ciudad de Kolar para conocer y colaborar en el hospital y en el centro que acoge a mujeres víctimas de violencia de género de esta ciudad. Se trata de una experiencia de servicio que contribuye a la formación de los estudiantes universitarios.

 

Los programas de cooperación al desarrollo UBU-Bangalore nacieron en 2007 como una propuesta de la Pastoral Universitaria. Durante los últimos quince años, han colaborado con el centro Nest Project –gestionado por la Asociación Fides India Society y que depende de los Misioneros de San Francisco de Sales– en la atención a los niños de la calle. El centro pretende generar el clima necesario para que los niños y niñas lo perciban como su propia casa.

Encuentro de jóvenes cristianos de Burgos y de Belén

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No es fácil el intercambio de experiencias y los encuentros entre las comunidades de cristianos de distintos países, pero la reciente peregrinación de familias burgalesas a Tierra Santa propició una reunión entre jóvenes cristianos de Burgos y de Belén, que fue posible gracias a la iniciativa del sacerdote Julián Gumiel, organizador y guía de la expedición burgalesa, quien con anterioridad al viaje realizó las gestiones necesarias para que este encuentro fuera posible. La reunión se llevó a cabo en los salones de la Residencia Casa Nova, de los Franciscanos, en la ciudad de Belén, con la ayuda de dos intérpretes.

 

Los jóvenes de la comunidad local fueron los primeros en exponer su situación en Israel, que no es nada fácil, con un ambiente de hostilidad manifiesto entre el pueblo palestino y el israelí, que no se soluciona con el paso de los años pese a algunos intentos desde el ámbito internacional que han resultado estériles, quizá porque los planteamientos que se hacen desde Europa «no son realistas e incluyen sus propios intereses dentro de las soluciones propuestas, por lo que nunca satisfacen a las partes».

 

En el ámbito universitario, los jóvenes de Belén destacaron que no tienen especiales problemas para manifestar su condición de cristianos, aunque en la vida social diaria hay situaciones diversas y no siempre son respetados o bien vistos. Otro aspecto importante que pusieron de manifiesto fue el retroceso de la comunidad cristiana en Israel, que ha pasado de un 80 por ciento de la población hace diez años a apenas un 15 por ciento en estos momentos, en beneficio de la Iglesia ortodoxa, que experimenta un notable crecimiento. También señalaron que las relaciones de pareja en Israel deben estar dentro de alguna de las religiones vigentes en el país, ya que solo se reconoce el matrimonio religioso y la convivencia de los jóvenes fuera de él está mal vista.

 

Por su parte, los jóvenes de Burgos manifestaron que en España también se produce un retroceso importante en la práctica religiosa, con las iglesias cada vez más vacías y la sociedad cada vez más alejada, una circunstancia que hace que tampoco en España la situación de los cristianos sea fácil y la evangelización muy complicada, con una sociedad que en su mayoría no tiene en cuenta a Dios en la organización de sus vidas.

 

Tras un intercambio de experiencias personales, las principales conclusiones del encuentro fueron la necesidad de que los cristianos hablen de sus problemas en los distintos ámbitos y los hagan visibles, porque no hay solución si no se conocen. También consideran necesaria la unidad en la oración para pedir unos por otros y especialmente confían en el testimonio de las comunidades cristianas de cada país para hacer triunfar el amor por encima del odio y destacar las cosas que nos unen y no las que separan.

 

El encuentro concluyó compartiendo dulces y bebidas, así como un pequeño recorrido de los jóvenes de ambos países por las calles de Belén.