Concluye en Oña el ciclo de conciertos de órgano barroco de las Merindades

Imagen del órgano barroco de Oña.
Siglos de música
Imagen del órgano barroco de Oña.
Fotografía: cerrodelosangeles.es.
El 30 de mayo de 1919, en el Cerro de los Ángeles (Getafe), centro geográfico de España, se congregaron las autoridades religiosas, civiles y militares, con gran multitud de fieles, junto al recién construido monumento al Sagrado Corazón de Jesús, que fue bendecido por el entonces nuncio de Su Santidad, Francesco Ragonesi. En aquel mismo acto solemne, y tras la misa presidida por el arzobispo de Madrid, Prudencio Melo, el rey Alfonso XIII, en nombre del pueblo español, hizo lectura de la oración mediante la cual se expresaba públicamente la consagración de España al Sagrado Corazón de Jesús: «España, pueblo de tu herencia y de tus predilecciones, se postra hoy reverente ante ese trono de tus bondades que para Ti se alza en el centro de la Península… Reinad en los corazones de los hombres, en el seno de los hogares, en la inteligencia de los sabios, en las aulas de las ciencias y de las letras y en nuestras leyes e instituciones patrias».
Se cumplen 100 años de aquel acontecimiento y, durante este año, el Cerro de los Ángeles se convierte en centro de peregrinaciones de católicos de todos los rincones del país. Con el lema «Sus heridas nos han curado», la diócesis de Getafe ha preparado diversos actos para celebrar el acontecimiento, recibiendo numerosas visitas de viajes organizados por asociaciones y movimientos de toda índole.
También la diócesis de Burgos, a través del Apostolado de la Oración, ha preparado una peregrinación al Cerro de los Ángeles para el próximo viernes 20 de septiembre. Habrá tiempo para visitar la basílica, celebrar la eucaristía y cumplir todas las condiciones para lucrar allí la indulgencia plenaria. Quienes deseen participar en la expedición deberán inscribirse, antes del 13 de septiembre, a través del teléfono 661 008 989.
El próximo 1 de septiembre culminará un proceso de discernimiento pastoral de cara a la constitución de un único arciprestazgo en el sur de la diócesis y otro en torno a Burgos capital. Tras muchas reuniones y consultas a lo largo de los dos últimos cursos, el pasado 15 de julio se estudió el tema en el Consejo Episcopal y se acordó la propuesta final para la constitución de los nuevos arciprestazgos de Santo Domingo de Guzmán (en el que se fusionan los de la comarca de la Ribera, es decir, los de Aranda, Roa y Santo Domingo de Guzmán) y el de San Juan de Ortega, en el que se unen el que lleva actualmente dicho nombre y el de Ubierna-Urbel. También en esa fecha se aprobarán los estatutos para la constitución de los correspondientes Consejos arciprestales y a comienzos de mes se nombrarán nuevos arciprestes.
El nuevo arciprestazgo de Santo Domingo de Guzmán constará de cinco unidades pastorales urbanas (Santa Catalina, Santa María, Vera Cruz, Santo Domingo y San José junto con San Pedro Regalado), otras tres rurales con posible conexión a varias parroquias de Aranda en un futuro (Fuentespina, Caleruega y Gumiel de Izán) y otras tres rurales sin referencia directa a la capital ribereña (Peñaranda de Duero, Torresandino y Roa de Duero). Asimismo, hay parroquias de otros arciprestazgos que se incorporan a este: es el caso de Bahabón de Esgueva, Cabañes de Esgueva y Santibáñez de Esgueva, que proceden del Arlanza aunque ya se atendían desde aquí. Otras parroquias, que pertenecían al arciprestazgo de Santo Domingo de Guzmán, pasan a otros: Hinojar de Cervera, Peñacoba, Pinilla Trasmonte y Guimara, al arciprestazgo del Arlanza, mientras Huerta de Rey, Arauzo de Miel, Doña Santos, Peñalba de Castro, Quintanarraya e Hinojar del Rey se incorporan al de La Sierra.
Configuración del nuevo arciprestazgo de Santo Domingo de Guzmán.
En cuanto al nuevo arciprestazgo de San Juan de Ortega, lo compondrán 12 unidades pastorales: Villalbilla-Tardajos, Buniel-Cavia-Estépar, Villagonzalo-Arcos, Sarracín Cogollos, Cardeña, Juarros-Arlanzón, Encuentro de Caminos, Los Balbases-Pampliega, La Cuadra, Ubierna, Mercedes-La Vega y Sedano. Igualmente hay ocho parroquias que pasan a otros arciprestazgos: Cuevas de San Clemente y Cubillo del César, al del Arlanza; Rublacedo de Arriba y Rublacedo de Abajo, al de Oca-Tirón; Villoruebo de Lara, al de La Sierra; y Arreba, Población de Arreba y Crespos, al de Merindades.
Del mismo modo, se incorporan al arciprestazgo de San Juan de Ortega 31 parroquias que vienen de otros: 15 procedentes del de Amaya (Los Balbases, Revilla Vallejera, Vallejera, Valles de Palenzuela, Vallunquera, Villamedianilla, Villaquirán de los Infantes, Villaverde Mogina, Villodrigo, Vizmalo, Castrecías, Iglesias, Celada del Camino, Tamarón y Villaldemiro), 6 del Arlanza (Pampliega, Barrio de Muñó, Belbimbre, Palazuelos de Muñó, Villazopeque y Villanueva de las Carretas), una del de Gamonal (Villayerno Morquillas) y 9 del de Oca-Tirón (Monasterio de Rodilla, Arraya de Oca Cerratón de Juarros, Piedrahita de Juarros, Quintanilla Monte en Juarros, Santa María del Invierno, Turrientes, Villaescusa la Solana y Villaescusa la Sombría).
Así quedará configurado el nuevo arciprestazgo de San Juan de Ortega.
La reestructuración territorial responde al objetivo 4º del Plan Diocesano de Pastoral, Discípulos misioneros, que habla de «Personas, comunidades y estructuras que se reorganizan en función de esta nueva etapa evangelizadora». En 1996 se organizó la diócesis de Burgos en 15 arciprestazgos (antes eran 28) y en septiembre de 2017 dos de ellos, Merindades de Castilla la Vieja y Medina, se fusionaron en el de Merindades.
Sorprende la solemne austeridad de esta iglesia de Mundilla, de discretas proporciones y planta cuadrada. El estilo románico nos habla de sus orígenes (siglo XII-XIII); la piedra de sillería, de toba y arenisca, y los añadidos posteriores, torre y sacristía, también embellecen la estampa.
La portada se arma con cuatro arquivoltas de medio punto decoradas también de manera sencilla, cobijadas por una chambrana de celdillas romboidales. La decoración se asemeja a otras iglesias del contorno. En el exterior, unos pocos canecillos con figuras antropomorfas y de animales aguantan el paso del tiempo en esta iglesia allá en las alturas de esta localidad de Mundilla. En el interior, una bóveda de cañón y una imposta ajedrezada a media altura recorre el templo hasta llegar al arco triunfal del presbiterio.
En un vano al lado del evangelio se guarda y se conserva en buen estado la pila bautismal, también tardorrománica, con copa gallonada y basa con bolas. Esta es otra muestra más del valle de Valdelucio en los límites con la provincia de Palencia.
Foto: Alfa y Omega.
Aunque la selva de Puyo (Ecuador) está bastante alejada de los grandes focos de incendio que asolan estos días el Amazonas –centrados sobre todo en la zona más occidental de Brasil–, su obispo, el burgalés Rafael Cob García (La Horra, 1951) comparte también su preocupación por la catástrofe que, lejos de amenazar solo a la zona, supone un gran problema para todo el planeta: «Todos los habitantes debemos cuidar esta casa común que Dios nos regaló, porque todo en ella tiene una estrecha relación; como diría el Papa, todo está interconectado», señala.
En efecto, fue la preocupación del papa Francisco por el cuidado del planeta la que le llevó a escribir su encíclica Laudato Si y a poner en marcha en Roma, para el próximo mes de octubre, una asamblea especial para el sínodo de los obispos para la región Panamazónica, de la que Cob ha sido nombrado miembro del consejo presinodal, el comité encargado de preparar los temas que se abordarán en la asamblea.
El vicariato apostólico de Puyo, del que es obispo desde 1999, forma parte de esta vasta región del planeta, que abarca 7 millones de kilómetros cuadrados y nueve países y una población de más de 34 millones de habitantes, con 390 pueblos diferentes y 120 pueblos indígenas en aislamiento voluntario. Para Cob, aunque el próximo sínodo de los obispos se centre en la región Panamazónica, su importancia superará las fronteras de lo regional pues, como recuerda, el Amazonas es el pulmón verde del planeta: «De cada cinco respiraciones, una procede del oxígeno de la Amazonía, y de cada cinco vasos de agua que bebemos, uno es producido por el agua dulce de la Amazonía; además, la mitad de las especies de fauna y flora del planeta están allí», recuerda. De ahí que insista en que «la vida de esta región tiene mucho que ver para la vida de toda la Tierra» y que las reflexiones del sínodo «alcanzarán a toda la Iglesia y al futuro del planeta».
El documento preparatorio del sínodo, en el que ha trabajado el obispo burgalés, se ha encargado de «ver, discernir y actuar» sobre lo que ocurre en esta región de la Tierra. En el documento se describe la «identidad del Panamazonas y la urgencia de la escucha» a sus pobladores. Y los temas que se abordan son el territorio, la variedad sociocultural, la identidad de los pueblos indígenas, la memoria eclesial histórica, la justicia y los derechos de los pueblos, así como la espiritualidad y la sabiduría de los habitantes del Amazonas.
En palabras de Cob, el sínodo se centrará, especialmente, en dos asuntos. De un lado, analizar la situación de la selva y los ríos, cuya riqueza se ve «amenazada por los grandes intereses económicos» que causan la «deforestación indiscriminada»; la «contaminación de los ríos y lagos» debida al uso de agrotóxicos; los derrames de petróleo, la minería y la producción de drogas. A todo esto se suma un «aumento dramático del tráfico de personas», especialmente mujeres y niños, con el propósito de todo tipo de explotación inhumana.
Junto a este análisis, el sínodo abordará la situación de la Iglesia en esta amplísima región, como los grandes desafíos con los que se encuentran los misioneros, así como la «falta de recursos humanos para poder atender las grandes extensiones de territorio sin acceso vial a muchos de los pueblos que allí viven, privados de lo fundamental para una vida cristiana como la eucaristía» y los demás sacramentos. Ello empujará a que se abra una reflexión con la que buscar «nuevos caminos de evangelización».
Para el obispo burgalés, la celebración de este sínodo «será un hecho sin precedentes», pues, gracias a él, «se abre una puerta de esperanza para la Iglesia y el mundo». Junto al papa Francisco, participarán en la asamblea todos los obispos que viven en la Amazonía, además de participantes de los nueve países que la componen y expertos en temas sobre ecología. «Debemos juntos cuidar la Casa Común y defender la vida en esta región paradigmática de la Amazonía», concluye el prelado.