Títeres para impartir catequesis en el estado de alarma

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catequesis títeres

 

El inicio del estado de alarma en el país pilló por sorpresa a toda la sociedad, que de un día para otro tuvo que echar el cierre en sus negocios, los niños dejaron de ir a los colegios y una gran parte de la población se vio obligada a encerrarse en casa, sin saber cuando esto finalizaría. Con el paso de los días, las iniciativas online y el teletrabajo se impusieron en esta nueva realidad, donde los profesionales continuaban sus labores utilizando vías telemáticas.

 

Un ejemplo de ello son las clases de catequesis online que imparten las iglesias burgalesas del Hermano San Rafael, Nuestra Señora de las Nieves y El Salvador, ubicada en Villatoro. Este proyecto, que comenzó el pasado 22 de abril, busca seguir educando a los más pequeños en los valores de un buen cristiano, por medio de lecciones semanales de media hora a través de vídeos que la propia parroquia cuelga en su canal de YouTube.

 

El encargado de impartir estas clases es el títere Martín, un simpático muñeco con muchas ganas de aprender, cuya voz está a cargo del sacerdote Álvaro Tajadura, que, junto al párroco Emilio Maestro, conversan sobre los valores más importantes que tiene que tener un buen cristiano.

 

«Hacía casi un mes que se habían suspendidos las catequesis y toda la actividad presencial en la parroquia, por lo que decidimos que podíamos ir realizando las clases de catequesis con las nuevas tecnologías, y lograr llevarlo así a las casas de los niños», cuenta Tajadura. Para ello, decidieron que el personaje principal debía ser Martín, un títere al que el sacerdote guarda un gran afecto debido a que es de su propia creación.

 

El también delegado de medios de la Archidiócesis de Burgos cuenta con una dilatada experiencia en el mundo de los títeres al ser también el responsable de la compañía de títeres ‘Papamoscas’, anteriormente conocida como ‘Los Gigantillos’ de Karraskedo, muy reconocida entre la ciudadanía burgalesa y que cada año entretiene a los más pequeños con sus historias. «Llevo haciendo títeres más de media vida, empecé con Karraskedo cuando tenía 14 años, y después, cuando desapareció la compañía, heredé los muñecos, la decoración, los escenarios…etc», recuerda Tajadura. Sin embargo, asegura que la compañía no tiene un fin pastoral, aunque estas clases online le ha servido para unir dos pasiones.

 

Los valores de un buen cristiano

 

El canal de YouTube de la parroquia del Hermano San Rafael ofrece cada miércoles a las 18:00 horas una clase online para los más jóvenes, centrada en un tema «transversal» que pueda estar dirigido a los espectadores de varias edades. «La catequesis ordinaria sí que está pensada a distintas edades, se divide por ciclos y cursos, porque no dan lo mismo los que se preparan para la comunión que los que van a hacer la confirmación». Por esa razón durante las clases no tratan temas que sigan un itinerario específico, sino temas más amplios que les permitan abarcar todas las edades.

 

La pasada semana la lección se centró en la importancia de ser amigo de Jesús, este miércoles en cómo se debe buscar la santidad en la vida corriente, y para la próxima semana Tajadura señala que tienen preparado dedicar la clase a la figura de la Virgen María, con motivo del inicio del mes de mayo. «Se trata de hacer extraordinario lo ordinario, hacerlo con cariño y tocar aspectos de la vida cotidiana de un cristiano. Es una forma de no perder la comba de la vida ordinaria de un cristiano. No porque estemos confinados en casa o lleguen las vacaciones dejamos de ser cristiano», subraya el sacerdote.

 

Esta iniciativa, pese a ser relativamente nueva, puesto que solo lleva dos en funcionamiento, está teniendo una gran acogida entre la población burgalesa, y sus vídeos acumulan ya más de 1.600 visitas. Además los encargados de impartir estas clases, cuando finaliza la lección, invitan a los más jóvenes a realizar en casa una pequeña actividad o reto, como puede ser una manualidad, colaborar en las tareas de la casa o rezar en familia.

 

Noelia Mariscal. Agencia Ical.

Un Rosario que vuela al cielo

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Un gran Rosario de globos surcó ayer el cielo de la ciudad de Burgos, un gesto que quiso simbolizar un homenaje a la Virgen María en el primer domingo del mes de mayo y como una acción de gracias ante el comienzo del plan de «desescalada» previsto por el Gobierno. La idea surgió del vicario parroquial de San Martín de Porres de la capital, que desde el inicio del confinamiento por el «estado de alarma» acompaña a los vecinos de su barrio, cada tarde, en el aplauso colectivo de las ocho.

 

«Ví que lo habían hecho en un pueblo de Italia y pensé que podría ser un bonito acto como colofón de la cuarentena y como acción de gracias a la Virgen María», detalla Diego Mingo, sacerdote de la parroquia. Fue un «acto sencillo pero emotivo», en el que, en unos diez minutos, rindieron homenaje a las madres que habían apostado por la vida y a la Virgen María con la oración que el papa Francisco ha propuesto rezar a todos los cristianos del mundo durante este mes de mayo.

 

Después de este, «ya no habrá más eventos extraordinarios», relata el sacerdote, quien ha impartido otros domingos bendiciones con el Santísimo Sacramento desde la azotea de la iglesia y ha animado al barrio a golpe de «Resistiré» cada día durante toda la cuarentena. Junto a Mingo colaboraron en el acto algunos jóvenes de la parroquia, que ayudaron en la confección del gran Rosario llenando los globos con helio «mientras lo rezábamos juntos».

 

Mientras tanto, en la parroquia se preparan ya para entrar, desde el próximo lunes, en la «fase 1» del plan de «desescalada», que permitirá reabrir los templos de la diócesis a un tercio de su capacidad de aforo para volver a celebrar culto público.

Fallece el sacerdote Marciano Albillos Gutiérrez

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Marciano Albillos Gutiérrez

 

Hoy, 3 de mayo, ha fallecido el sacerdote burgalés Marciano Albillos Gutiérrez. Nació el día 9 de agosto de 1928 en Buniel y fue ordenado sacerdote el 31 de mayo de 1952 en el transcurso del Congreso Eucarístico de Barcelona, celebrado aquel año.

 

Ha entregado su vida en el ejercicio del ministerio sacerdotal siendo párroco de Barrio Panizares y pueblos aledaños, capellán de las Hermanas de los Ancianos Desamparados; párroco de Cortes y consiliario del movimiento Vida Ascendente de la diócesis. Vivió con apasionada solicitud el cuidado a los ancianos siguiendo el testamento de santa Teresa Jornet: «Cuiden con interés y esmero a los ancianos; ténganse mucha caridad…; en esto está nuestra santificación». También fue un promotor en Burgos de la «Mutual del Clero», con el objetivo de que no faltara a los sacerdotes en aquellos años una mínima cobertura sanitaria.

 

Pedimos al Padre Dios de la Vida que le acoja amorosamente en sus manos y nos unimos en estos momentos tan dolorosos a su familia y a las Hermanas de los Ancianos y a todos los ancianos de la residencia. Descanse en Paz.

Reflexiones ante el Día del Trabajo

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dia mundial del trabajo

 

Escucha aquí el mensaje

 

El pasado viernes celebrábamos la Fiesta del 1º de Mayo, tan vinculada al mundo del trabajo, bajo el patronazgo de San José Obrero. Como todo lo que nos está ocurriendo en este tiempo particular e impensable que vivimos, ha sido una celebración muy diferente a la de otros años en sus manifestaciones externas. Pero ha estado igualmente cargada de sentido, con el deseo de justicia y dignidad humana en el trabajo, que siempre ha reivindicado. Precisamente la situación actual dura y difícil, que afecta entre otras a esta realidad, nos lleva a algunas reflexiones que hoy quiero compartir con vosotros.

 

La crisis sanitaria provocada por el coronavirus ha desembocado en una crisis económica, que todavía es muy difícil de percibir en sus dimensiones y en sus consecuencias para la vida real de muchas personas. Sabemos que son muchos los hogares afectados por medidas de tipo laboral que presagian un futuro poco halagüeño: procesos de regulación de empleo, destrucción de puestos de trabajo, supresión de actividades en la economía sumergida o en sectores marginalizados tan importantes para mucha de nuestra gente… Sabemos que sectores fundamentales de la economía se han visto cerrados y se vislumbran enormes dificultades para acometer el futuro más inmediato.

 

Y todo esto lo vivimos en medio de dos afirmaciones sobre las que el informe FOESSA, realizado por Cáritas, nos llamaba la atención hace unos meses, cuando nadie imaginaba lo que nos iba a sobrevenir: 1) la precarización en el empleo, que ha llevado a esa nueva realidad que hemos llamado «trabajadores pobres», y 2) la fatiga de la solidaridad, es decir, ese cansancio estructural de nuestra sociedad para seguir ayudando en un tiempo largo a las situaciones más precarias. En efecto, nos encontramos ante el drama de que las posibilidades de muchas familias, para ayudar y acompañar situaciones de fragilidad, hoy son más complicadas que hace unos años.

 

Sin embargo, paradójicamente, durante esta crisis sanitaria, se ha puesto de relieve la importancia para el conjunto de la sociedad de algunos empleos más precarizados. Es lo que sucede con las personas trabajadoras del hogar y todo el colectivo de las que trabajan en el ámbito de los cuidados (residencias, sanitarios, tercer sector…), o aquellas que realizan su actividad en el comercio o el transporte, o incluso los pequeños autónomos que mantienen su actividad con enorme esfuerzo. Para ellas y para tantas otras como ellas, vaya también hoy nuestro aplauso y agradecimiento. Si algo estamos aprendiendo de esta experiencia vital, tanto a nivel personal como colectivo, es que todos nos necesitamos. Como decía el Papa Francisco, en la bendición «Urbi et Orbi» del 27 de marzo, «en esta barca estamos todos», «todos llamados a remar juntos, todos necesitados de confortarnos mutuamente». Desde esta clave, tendremos que ir construyendo juntos el mañana que se nos avecina.

 

La celebración de este 1º de mayo, en medio de un obligado confinamiento, nos debe ayudar a redescubrir la importancia que tiene siempre la realidad del trabajo, tal y como nos recuerda constantemente la enseñanza social de la Iglesia que nos dice: que este no es un mero factor de producción, no es un mero elemento que posibilita costos o beneficios, que se trata siempre de una persona que es la que realiza y se realiza a través del trabajo. Precisamente, a través de él, se posibilita su propio desarrollo personal y contribuye al bien común transformando la realidad. «Persona» y «trabajo», dice también el Papa en otra ocasión, son dos palabras que pueden y deben estar unidas. «Olvidando a la persona el trabajo se deshumaniza y se vuelve contra sí mismo». Así, poner en el centro de la vida económica a las personas, nos ayuda a resituar la función que el dinero y el beneficio tienen únicamente como meros instrumentos y nunca como fines del sistema productivo.

 

Creo que es importante recordar esta afirmación central, ante esta crisis que nos debe ayudar a buscar otra manera de hacer las cosas. La Iglesia nos propone construir un modelo de desarrollo humano integral que posibilite la inclusión de todas y cada una de las personas que intervienen en la vida social y económica. Una tarea en la que, como afirmábamos hace poco los Obispos españoles, «vamos a necesitar más que nunca la colaboración estrecha entre el sector público y el privado, entre las instituciones civiles y religiosas», en favor de este gran proyecto común.

 

Concluyo con una llamada a la esperanza, fundada en la Resurrección del Señor y en su promesa: «Yo estaré con vosotros todos los días hasta el fin del mundo» (Mt 28,20). Nos encomendamos también a San José, sencillo y humilde trabajador en Nazaret, que contribuyó con su vida, junto a María y a Jesús, a que se cumplieran los planes justos y amorosos de Dios.

El empleo, la gran secuela de la pandemia

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empleo coronavirus

 

Ante el 1º de mayo y tras un mes y medio de parón económico a consecuencia del Covid-19, desde el programa de Empleo de Cáritas Burgos constatan una considerable pérdida de puestos de trabajo y una situación que ha llevado a numerosas personas a contar con unos ingresos insuficientes para hacer frente a los gastos de su día a día. Así, los que trabajaban en economía sumergida se han quedado sin ningún tipo de ingresos y los que tienen base salarial baja viven enormes dificultades para llevar una vida medianamente digna. En el caso de las empleadas de hogar, constatan que el caso es aún «más alarmante», con despidos y reducciones de jornada sin mantenimiento de sueldo. Con todo, también valoran que algunos trabajos externos se han convertido en internos para evitar las salidas y el contagio y que han aumentado las ofertas de trabajo en residencias de ancianos y en el sector de limpieza de los diversos establecimientos.

 

La atención que Cáritas presta a las personas a través de su programa de Empleo se ha visto modificada y reducida, en muchas ocasiones, a un acompañamiento telefónico. Es ahí donde encuentran casos de desorientación personal y laboral, con personas que no saben qué hacer ni dónde acudir ni qué pasos tendrán que dar cuando la pandemia finalice.

 

Ha sido en el sector del servicio doméstico donde han tenido una gran demanda de información, tanto por parte de empleadores y sus familias como de las propias personas empleadas. En otros sectores económicos se han suspendido las ofertas que llegaron a comienzos de marzo, ligados al sector de hostelería, almacén y el sector de producción. En estos ámbitos, aquellos participantes que tenían trabajo han sufrido un ERTE, en el mejor de los casos, pero en otros simplemente un despido o rescisión del contrato o una finalización del contrato en el periodo de prueba, si habían empezado a principios del año.

 

Inserciones laborales

 

A pesar de todo, el programa ha seguido gestionando ofertas de empleo por mail o teléfono, principalmente del área sanitaria, servicio doméstico, geriatría, limpieza y supermercados, de tal forma que se han logrado más de 50 inserciones laborales en el último mes. «En algunos casos sabiendo que van a trabajar a lugares donde hay foco de infección», subrayan. En contra, también reciben llamadas de personas que han perdido su empleo, principalmente de ayuda a domicilio o de empleadas del hogar por horas, ya que se intenta así evitar contagios.

 

Desde Cáritas destacan «la labor fundamental y esencial de las personas que trabajan en los domicilios particulares, de las empleadas y empleados del hogar». «Un gran aplauso por ser tan valientes y a pesar del miedo y la incertidumbre de estos días están cumpliendo con su trabajo, y con el cuidado de las personas», subrayan.