Pastoral Penitenciaria solicita un trato digno para las personas privadas de libertad

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«Aislar en la prisión y añadir más años de condena no soluciona los problemas. Los problemas que tenemos entre nosotros los tenemos que afrontar entre nosotros. No sirve apartar o arrinconar». Es la denuncia que el equipo de la delegación diocesana de Pastoral Penitenciaria hace pública ante la fiesta de la Virgen de la Merced, patrona de Instituciones Penitenciarias y cuya fiesta celebra la Iglesia mañana jueves 24 de septiembre.

 

Este año, y dada la crisis sanitaria, la fiesta de este año carecerá de las habituales celebraciones. Por ello, el capellán y los voluntarios de la prisión han elaborado un comunicado y difundido un vídeo a través de las redes sociales donde denuncian algunos modos «violentos, humillantes, inhumanos y paralizantes» por los que atraviesan las personas privadas de libertad: «Una persona presa no pierde su dignidad, ni parte de sus derechos, ni su condición humana» por estar en la prisión, aseguran en su escrito. Por ello, abogan por buscar «otros modos de tratar a las personas que, por diversas circunstancias, no han respetado las leyes que juntos nos hemos dado para la convivencia» y a tratar de «encontrar otros ritmos, espacios y tiempos para que se reconozcan ciudadanos con todos los derechos y deberes que todos valoramos».

 

A pesar de no olvidar el dolor, «a veces irremediable», causado a las víctimas, la delegación de Pastoral Penitenciaria manifiesta su «cercanía y cariño a quienes, por las razones que sean, cumplen condenas en la cárcel de Burgos», conscientes de las limitaciones que tienen todas las personas, si bien «comprenderlo nunca es justificarlo».

 

Finalmente, animan a encontrar nuevos «modos de poner distancia, proteger, dar tiempo para revisar, reflexionar, corregir, pedir perdón, cambiar o reaccionar». Será la única forma, aseguran, de lograr «una sociedad adulta, democrática, responsable de cada uno de sus miembros», donde poder afrontar «los problemas que generamos o no sabemos descubrir a tiempo y ponerles límite o remedio».

Comunicado con motivo del día de la Merced 2020

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El 24 de septiembre se celebra la fiesta de la Virgen de la Merced, patrona de instituciones penitenciarias.

El 24 de septiembre se celebra la fiesta de la Virgen de la Merced, patrona de instituciones penitenciarias.

 

El próximo día 24 celebramos la fiesta de la Merced, o de las Mercedes, patrona de los presos. Desde 1218 Pedro Nolasco dio forma, a través de una comunidad religiosa, a una de las obras de misericordia que nos recoge Mateo: «visitar a los presos».

 

Los Mercedarios han tratado de socorrer y liberar a los cautivos durante siglos. Hoy, continuando con esta labor, podemos encontrar la pastoral penitenciaria organizada en todas las diócesis de España y de gran parte del mundo. Son muchos los cristianos voluntarios que acuden a los diferentes centros penitenciarios para acompañar, humanizar y llevar el Evangelio a quienes están privados de libertad.

 

En Burgos concretamente desarrollamos diversos programas tanto en el interior, realizando diferentes actividades, como fuera de la prisión con la acogida y el acompañamiento para la incorporación de nuevo a la realidad social.

 

Este año nos vemos todos identificados de alguna manera por el confinamiento, con las limitaciones de movimientos, la presión que nos impone la covid-19 al tener que usar mascarillas o alejarnos de los demás, hasta de los más cercanos y queridos y no poder darnos abrazos ni tocarnos.

 

Quizás podemos entender un poco mejor lo que supone alejarse de la familia, los amigos, el trabajo, los lugares que amas y con los que te identificas… lo que significa perder tus señas de identidad y el grupo humano que te arropa y te aúpa.

 

Desde la Pastoral Penitenciaria de Burgos queremos manifestar nuestra cercanía y cariño a quienes, por las razones que sean, cumplen condenas en la Cárcel de Burgos.

 

Además queremos decir alto y claro que estamos también al lado de las víctimas, que sabemos el dolor, a veces irremediable, que les han ocasionado. Que nadie tiene derecho a incomodar a otras personas, ni a molestarles o privarles de su realidad, espacio, bienes, ideas… Defendemos la grandeza de cada persona y su inviolabilidad.

 

Somos conscientes de las limitaciones que tenemos las personas, también nosotros. Sabemos de las dificultades en que a veces nos vemos involucrados, la dureza de las dependencias, la incapacidad de controlar impulsos, emociones, gestos y actos de violencia… Comprenderlo no es justificarlo. Nunca justificaremos ningún gesto o palabra contra otro ser humano.

 

La Palabra de Jesús y su Espíritu nos lleva a acercarnos con todo el amor de Dios a estas personas para acompañarlas en su camino de vuelta.

 

Y cuando entramos en la cárcel comprobamos que aislar en prisión no arregla las cosas, no soluciona los problemas. Los problemas que tenemos entre nosotros los tenemos que afrontar entre nosotros. No sirve apartar o arrinconar.

 

Ni se cambian las personas con más años de aislamiento. No se puede pretender que una persona aprenda a nadar encerrado en un armario. Hay que acercarle al agua, despacio, pero ese es el elemento en que debe manejarse.

 

Tenemos que buscar modos de poner distancia, proteger, dar tiempo para revisar, reflexionar, corregir, pedir perdón, cambiar o reaccionar que no sean tan violentos, humillantes, inhumanos y paralizantes como es mantener aislados durante años a tantas personas entre rejas.

 

Una persona presa no pierde su dignidad, ni parte de sus derechos, ni su condición humana. No se los neguemos. Somos todos los que construimos esta sociedad que queremos sea un espacio de convivencia, respeto, participación… no permitamos que a nadie le falte lo necesario de acuerdo a su dignidad: una familia, un espacio acogedor, un lugar de estudio, una formación, un trabajo, una vivienda, una sanidad, la posibilidad de sentirse orgulloso de la humanidad.

 

Y no queremos oír, como respuesta cómoda y conformista con la actual situación y modo de afrontar los problemas: «que no lo hubieran hecho». Ya sabemos y saben, la mayoría, que no es ese el modo de comportarse. La mayoría reconoce el error y pide perdón.

 

Intentaremos entre todos cambiar las cosas para afrontar como una sociedad adulta, democrática, responsable de cada uno de sus miembros, los problemas que generamos o no sabemos descubrir a tiempo y ponerles límite o remedio. No se puede arrinconar a una persona como se mete un mueble viejo en el trastero o en el desván.

 

Trabajemos por el desarrollo de otros modos de tratar a las personas, que por diversas circunstancias no han respetado las leyes que juntos nos hemos dado para la convivencia y a tratar de encontrar otros ritmos, espacios y tiempos para que se reconozcan ciudadanos con todos los derechos y deberes que todos valoramos.

 

¡Salud y libertad! En el nombre de María de las Mercedes y su Hijo Jesucristo el Misericordioso.

 

Fermín González López,
delegado y capellán, en nombre de todo el equipo de Pastoral Penitenciaria en Burgos

Vuelve «Diálogos en la Catedral» para reflexionar sobre la nueva realidad

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Diálogos Argüello

 

El crucero de la Seo burgalesa acogerá el próximo 30 de septiembre, a las 20 h, la quinta cita del ciclo «Diálogos en la Catedral», que irá íntimamente ligada al momento actual y se titulará «Reflexiones ante la nueva realidad». En esta ocasión participarán Luis Argüello García, secretario general de la Conferencia Episcopal y obispo auxiliar de Valladolid, y Sonia Rodríguez Cobos, concejala de Servicios Sociales y tercera teniente de alcalde del Ayuntamiento de Burgos. José Luis Cabria, decano de la Facultad de Teología, moderará la charla.

 

Las invitaciones gratuitas se podrán recoger en la Casa de la Iglesia desde el jueves, en horario de 9 a 14 horas. Para quienes no puedan asistir, dadas las limitaciones de aforo, la COPE retransmitirá el acto en directo en streaming a través de su página web (www.cope.es).

 

«Diálogos en la Catedral» es una actividad promovida por la Facultad de Teología del Norte de España, en su sede de Burgos, dentro de los actos programados con motivo del VIII Centenario de la Catedral de Burgos. Por este ciclo han pasado ya el cardenal y arzobispo de Barcelona Juan José Omella, la periodista Cristina López Schlichting, el escritor Juan Manuel de Prada, el sociólogo Juan María González-Anleo, o el arquitecto y artista Peridis, entre otros.

 

Luis Argüello García

 

Luis Javier Argüello García nació el 16 de mayo de 1953 en Meneses de Campos (Palencia). Fue ordenado sacerdote el 27 de septiembre de 1986 para la archidiócesis de Valladolid, donde ha sido vicario episcopal en tres etapas, vicario general y rector del seminario diocesano. El 14 de abril de 2016 el papa Francisco le nombró obispo auxiliar de la archidiócesis de Valladolid. Recibió la consagración episcopal el 3 de junio del mismo año. El 21 de noviembre de 2018 fue elegido secretario general de la Conferencia Episcopal Española para el quinquenio 2018-2023, de modo que es miembro de la Comisión Permanente y del Comité Ejecutivo de la CEE.

 

Sonia Rodríguez Cobos

 

Licenciada en Derecho por la Universidad de Valladolid en el año 1994, Sonia Rodríguez Cobos es abogada especializada en migraciones y derechos humanos, esferas que desarrolla en su trabajo como responsable del departamento jurídico de la asociación de solidaridad con el inmigrante Burgos Acoge. Involucrada con los movimientos sociales y el tercer sector durante más de veinte años, ha sido presidenta de Red Acoge, federación estatal referente en la lucha por los derechos de las personas migrantes, y vocal del Foro Estatal para la Integración Social de los Inmigrantes, órgano consultivo del Ministerio de Trabajo. Desde 2012 ejerce como profesora asociada de Derecho Mercantil en la Universidad de Burgos y desde el año pasado es concejala de Servicios Sociales y Patrimonio y tercera teniente de alcalde del Ayuntamiento de Burgos.

 

José Luis Cabria

 

El sacerdote y delegado de Ecumenismo de la diócesis de Burgos José Luis Cabria se licenció en Teología Dogmática en Burgos y se doctoró en la Universidad Gregoriana de Roma. Actualmente es catedrático de Teología Dogmática en la sede de Burgos de la Facultad de Teología del Norte de España, donde también es decano. Sus líneas de investigación se centran en la mariología, la eclesiología y la teología fundamental, con especial interés en el diálogo teología y filosofía. Su última obra es Teología hoy: quehacer teológico, realidades pastorales y comunicación de la fe.

La paralización de las instituciones por la pandemia complica los trámites para solicitar asilo

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El domingo 27 de septiembre se celebra la Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado, cuyo lema es: «Como Jesucristo, obligados a huir». «Existen infinidad de causas, como las emergencias humanitarias y sanitarias, conflictos armados, cambio climático, violencia, hambre y el querer una vida mejor para la familia, que obligan a millones de personas a salir de sus hogares, en principio a trasladarse a una región y país más cercano por falta de recursos económicos, pero que cuando esos recursos se lo permiten, llegan a Europa o Estados Unidos. Aquí llega un porcentaje mínimo», ha argumentado en la presentación de la Jornada la delegada diocesana de Pastoral de Migraciones, Hilda Vizarro Taipe.

 

El papa Francisco pone este año un énfasis especial en los desplazados internos, un drama que es invisible a nuestros ojos. «Es necesario ponerles rostros, nombres, a personas que sufren como son los migrantes, los refugiados, las víctimas de trata, menores en riesgo, dejar de lado nuestros miedos y acercarnos a ellos. Cada persona tiene una historia que nos puede enriquecer», ha subrayado Vizarro. «El mensaje de este año nos da la oportunidad de reflexionar y acercarnos también a los que están aquí con nosotros. Para eso nos ayudarán las seis parejas de verbos que el Papa nos propone para encontrarnos con el otro: conocer para comprender, acercarse para servir, escuchar para reconciliarse, compartir para crecer, involucrar para promover, colaborar para construir».

 

En la provincia de Burgos viven actualmente 28.550 extranjeros, «una población asentada, que lleva muchos años aquí y con muy buena convivencia», ha asegurado la delegada de Pastoral de Migraciones. A lo largo de 2019 llegaron 700 colombianos, 300 venezolanos y 200 hondureños. Precisamente la mayoría de los asilados son personas procedentes de Colombia, Venezuela, El Salvador, Honduras y Nicaragua y el proceso para la concesión puede prolongarse dos y solo el 40% lo consigue. Los solicitantes de El Salvador, Honduras y Nicaragua son los que lo más dificultades encuentran. «Se consideran países hermanos y no se quieren enemistar con ellos», ha explicado.

 

Una soledad habitada

 

Por su parte, Isabel Olazagotia Olano, Hija de la Caridad que trabaja en Atalaya Intercultural, ha destacado la soledad de muchas de esas personas, especialmente durante el confinamiento, si bien ha matizado que ha compartido «la dicha de una soledad habitada». «El confinamiento nos ha permitido a todos pararnos», ha asegurado para destacar el papel que la Iglesia ha desempeñado en los momentos más críticos. Así, se ha referido a la cesión del Seminario de San José a Cáritas para acoger a los más vulnerables, la actividad de la Casa de Acogida de San Vicente Paúl y la de la propia Atalaya, que durante el confinamiento ha atendido a 140 personas. Igualmente ha puesto de relieve la coordinación entre las distintas ONG, el apoyo ofrecido por los empresarios desde la FAE y diversas instituciones, aunque también ha lamentado que la paralización de las organismos públicos ha dificultado aún más los trámites para regularizar la situación de los solicitantes de asilo.

 

Dos jóvenes venezolanos solicitantes de asilo, Franklin José Patiño y Javid Iglesias, han ofrecido su testimonio. El primero, que llegó aquí en 2017, pasó antes por Ecuador y Perú, donde trató de ganarse la vida como vendedor ambulante. Cuando tuvo oportunidad dio el salto a Europa y eligió España por el idioma. «Desde que llegué he sentido el apoyo que no había sentido antes», ha asegurado, y ha expresado su agradecimiento a organizaciones como Atalaya, ACCEM, Cáritas y la Casa de Acogida San Vicente de Paúl. Javid, por su parte, que tuvo que dejar su país por razones políticas dejando allí a su familia, incluida su hija, ha explicado que en América Latina no aprecian el potencial que los desplazados internos suponen y que «aquí nos han sabido escuchar». Ambos coinciden en valorar, sobre todo, el apoyo psicológico que se les ha prestado.

 

Actos con motivo de la Jornada

 

Dadas las medidas anticovid en vigor, este año las actividades organizadas para celebrar la Jornada Mundial del Migrante y el Refugiado han tenido que limitarse (por ejemplo, el ya tradicional Encuentro de Naciones no podrá celebrarse). Se han programado tres vigilias de oración: el miércoles 23, a las 20 h, en la iglesia del Carmen de Burgos; el jueves 24, a las 19:30, en la parroquia de Santa Casilda de Miranda: y el viernes 25, a las 20 h, en la parroquia de Santa Catalina de Aranda. Además, el sábado 26, a las 18:00 h tendrá lugar en el Paseo de la Sierra de Atapuerca un acto de sensibilización y el domingo, también a las 18:00 h, el parque Antonio Machado de Miranda acogerá un nuevo Círculo de Silencio. El viernes, día 25, a las 19:00 h, se celebrará un cinefórum en la parroquia de San Pablo de Burgos.

 

 

El arzobispo nombra a los nuevos arciprestes para este trienio

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El arzobispo, don Fidel Herráez Vegas, ha designado a los nuevos arciprestes tras la propuesta de los sacerdotes de la diócesis (el voto es siempre consultivo, es el obispo quien, oído el parecer de los presbíteros, decide realizar o no el nombramiento del candidato elegido, siempre que este acepte la elección).

 

Seis de los arciprestes continúan en su cargo: Antonio Moral Nebreda (Santo Domingo), Eduardo-Miguel Cámara Navarro (San Juan de Ortega), Daniel Sanz Rincón (Burgos-Vega), Diego Mingo Cuende (Burgos-Vena), Rafael del Olmo Santamaría (Miranda de Ebro) y Julio-Andrés Alonso Mediavilla (Merindades). Se incorporan Ramón Delgado (Arlanza), Rafael Casado (Amaya), José Antonio Arroyo (Oca-Tirón), Marcos Pérez Illera (Gamonal) y Juan Mariano de Lucio (La Sierra). El Colegio de Arciprestes celebrará su primera reunión el próximo 2 de octubre en el Seminario de San José.

 

Un arciprestazgo es un conjunto de parroquias de una determinada zona que realizan la acción evangelizadora en comunión y en coordinación. En ellos hay un equipo de sacerdotes que se reúnen periódicamente, un consejo arciprestal en el que participan religiosos y laicos, distintas comisiones (de Cáritas, de Catequesis, Familia, …), un fondo económico y medios materiales comunes y se programan actividades conjuntas. El colegio de arciprestes está constituido por todos los arciprestes de la diócesis y se reúne cinco veces al año bajo la presidencia del arzobispo o del vicario de Pastoral. Su finalidad es fomentar la comunión y la participación corresponsable en la diócesis; reflexionar y concretar las acciones del plan de pastoral diocesano referidas a arciprestazgos y parroquias y orientar las programaciones pastorales de los diferentes arciprestazgos.