El arzobispo visita la mezquita Attaqwa
Queridos hermanos y hermanas:
«Después de haber reflexionado, en años anteriores, sobre los verbos “ir”, “ver” y “escuchar” como condiciones para una buena comunicación, en este Mensaje quisiera centrarme en “hablar con el corazón”». Con esta confesión, promesa siempre nueva de Jesús que nos recuerda que cada árbol se reconoce por su fruto (cf. Lc 6, 44), comienza la carta que el Papa Francisco ha escrito para la LVII Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales que hoy celebramos.
El lema elegido por el Santo Padre –Hablar con el corazón, «en la verdad y en el amor» (Ef 4,15)– deja, a su paso, una enseñanza que se convierte en mandamiento, huella y sendero para todo aquel que desee comunicar con el lenguaje del alma: para hacer una comunicación humana y veraz es necesario purificar el corazón.
La comunicación es un pilar fundamental para la sociedad, para el mundo y, sobre todo, para la Iglesia. Cuando nos comunicamos, dejamos abierta una puerta de nuestra vida para que otro hermano pueda entrar. Y qué importante es, ahí, el modo que empleamos, el tono al que recurrimos o el cariz de cada una de nuestras palabras. Porque no solo es esencial lo que decimos, sino también cómo lo expresamos: la manera de hablar, de mirar, de cuidar y de ser cauce de escucha y misericordia para con el otro. Porque si la comunicación no nace del corazón, ¿qué amor estaremos testimoniando si no busca el interés por los demás (cf. Flp 2, 4)?
Hoy, cuando conmemoramos la solemnidad de la Ascensión del Señor, pienso en cómo Jesús sube al Cielo con su cuerpo ya glorificado, y encomienda a los apóstoles una misión que cambiará el curso de toda la historia: «Id, pues, y haced discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, enseñándoles a guardar todo lo que os he mandado; y he aquí que Yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo» (Mt 28, 16–20).
Seguir a Cristo es comunicar su Palabra, ser revelación y misterio, llevarla a todos los rincones e ir hasta los confines de la tierra para que resuene el pregón de Dios; anunciando cuál es la medida, la anchura y la profundidad de su amor. Para los discípulos, la Ascensión fue un misterio inigualable que dejó en ellos una huella profunda. Jesús, sentado a la derecha del Padre (cf. Mc 16, 19), nos revela el misterio inmarcesible de la vida. Pero, para llegar allí, antes hemos de ser anuncio, testimonio y misión; siendo compasivos para compadecer ante el necesitado y amando bien para decir bien. Ya lo dejó escrito san Francisco de Sales: «Nada es tan fuerte como la dulzura, y nada es tan suave como la verdadera fuerza».
En la Iglesia «necesitamos urgentemente una comunicación que encienda los corazones, que sea bálsamo sobre las heridas e ilumine el camino de los hermanos», señala el Santo Padre en su Mensaje para esta Jornada. Su deseo, revestido de una esperanza que no defrauda, ha de ser el nuestro: «Sueño una comunicación eclesial que sepa dejarse guiar por el Espíritu Santo, amable y, al mismo tiempo, profética; que sepa encontrar nuevas formas y modalidades para el maravilloso anuncio que está llamada a dar en el tercer milenio».
Una comunicación, continúa diciendo, «que ponga en el centro la relación con Dios y con el prójimo, especialmente con el más necesitado, y que sepa encender el fuego de la fe en vez de preservar las cenizas de una identidad autorreferencial». Una comunicación con unas bases que den sentido a cada palabra del Evangelio: «La humildad en el escuchar y la audacia en el hablar; que no separe nunca la verdad de la caridad».
Seamos centinelas del mañana y custodios del Verbo y de los hermanos que viven sumergidos en cualquier tipo de sufrimiento. Lo encomendamos a la Virgen María, que es palabra compasiva, atenta y delicada, para que Ella nos enseñe a comunicar con alegría el mensaje de la Resurrección. Que la Palabra se haga carne en nuestras vidas y nos convierta en apóstoles del amor misericordioso de Dios.
Con gran afecto, pido a Dios que os bendiga.
Aunque es un ministerio que desde hace poco tiempo pueden asumir todos los bautizados (hombres y mujeres), lo cierto es que para los seminaristas tiene una connotación especial. Recibir el lectorado y el acolitado supone para ellos un paso más en su camino al sacerdocio y una familiaridad más íntima con los que serán, en el futuro, dos de los ejes sobre los que gire su ministerio, la Palabra de Dios y la eucaristía.
Así lo sostiene Ismael Sáez, para quien el lectorado le impulsará a leer con más seriedad la Palabra de Dios y poderla comunicar a los demás. «No es un simple paso más, es una forma de ir creciendo hacia esa meta que, si Dios quiere, será el sacerdocio», explica. «Es un servicio, una misión que la Iglesia me confía para proclamar la Palabra de Dios y vivirla y testimoniarla en primer lugar».
Para Alejandro Sánchez, otro seminarista que también ha sido instituido lector, «la Palabra de Dios sirve para contrastar nuestra vida. Al configurar nuestra vida con Cristo, la Palabra de Dios nos ayuda a descubrir e imitar en nuestro día a día las actitudes que tuvo Jesús», indica.
Ambos, junto a Jesús Daniel Riera, Egide Ndayikengurukiye y Népomuscène Ndihokubwayo, han recibido la encomienda eclesial de leer y proclamar la Palabra de Dios en las celebraciones litúrgicas y de enseñarla al pueblo fiel en ámbitos de catequesis y formación. Por su parte, Guillermo Pérez, Isac Godinho y Rodrigo Camarero han sido instituidos acólitos, con la tarea de servir al altar, distribuir la sagrada comunión como ministro extraordinario, exponer públicamente el Santísimo Sacramento a la adoración de los fieles sin impartir la bendición e instruir a los fieles que ayudan en las acciones litúrgicas.
Ha sido el arzobispo quien ha presidido la eucaristía de colación de estos ministerios en la capilla del Seminario. Don Mario Iceta ha asegurado que «el Cielo es nuestra patria verdadera». En el marco de la fiesta de la Ascensión del Señor, ha recordado que «así como Cristo fue enviado por el Padre, así somos enviados nosotros a proseguir con su misión de hacerle presente en nuestro mundo sin desentendernos de su progreso». «Y hoy os envía a vosotros a ser sus misioneros», ha exhortado a los seminaristas.
«La Palabra de Dios es la luz segura que ilumina nuestros pasos en estos tiempos difíciles», ha recordado a los nuevos lectores, mientras ha dicho a los acólitos que su tarea es «servir al altar, celebrar su presencia en el pan y el vino». En la semana previa a Pentecostés también ha solicitado que pidan cada día uno de los siete dones del Espíritu Santo, para que el «día de Pentecostés pueda reventar las puertas de la Iglesia y sea más cercana a nosotros la presencia del Reino de Dios».
La semana pasada, el arzobispo D. Mario Iceta Gavicagogeascoa continuaba su visita pastoral, que en esta última ocasión le llevó a la parroquia de San Julián Obispo. Una cita que comenzó el pasado 9 de mayo, martes, con un encuentro personal con los sacerdotes de la parroquia.
Después de este primer momento, el pastor de la Iglesia de Burgos asistió a los Consejos de Economía y de Pastoral de la parroquia donde se presentó la realidad de la comunidad a la que visitaba en torno a la economía, catequesis, espiritualidad-liturgia-oración, formación y Cáritas. La primera jornada de la visita concluyó con un encuentro con algunos de los grupos parroquiales: las Comunidades Neocatecumenales, Cáritas, equipo del Rosario, de limpieza, de liturgia, Adoración Nocturna, o de iniciación a la Acción Católica, entre otros. En este momento, los portavoces de cada grupo presentaron a D. Mario la realidad que viven y recibieron consejo y aliento por parte del arzobispo para continuar con su misión.
La segunda parada de esta visita pastoral fue el pasado viernes 12 de mayo, cuando Don Mario acudió al colegio Padre Manjón donde D. Mario para tener un encuentro con los alumnos de religión de 5º de primaria. La jornada continuó con varias citas con diferentes miembros de la vida consagrada: las HH. Concepcionistas Franciscanas, las MM. Bernardas y también tuvo un encuentro con las religiosas de vida activa en la residencia Margarita Naseau: Hijas de la Caridad y Hermanas del Niño Jesús Pobre.
Esta misma tarde, el arzobispo se encontró con los confirmandos, donde les habló de la importancia del sacramento que iban a celebrar y su compromiso como adolescentes y jóvenes dentro de la comunidad cristiana. Seguidamente se celebró la Confirmación de 35 chicos y chicas arropados por sus familias y la comunidad parroquial.
Esta es la última parada de la visita pastoral que inició don Mario el pasado mes de febrero y que concluyó con la celebración de la misa estacional el domingo 14 de mayo, donde el arzobispo presidió la celebración y se dirigió a todos los fieles a la luz de la Palabra de Dios proclamada. Después de la eucaristía, mantuvo un encuentro con todos los miembros de la comunidad.
Este domingo 21 de mayo tendrá lugar la celebración de la romería de la Virgen Blanca en el Castillo. Un acto que comenzará a las 11:45 en la iglesia de San Pedro de la Fuente, donde están convocadas todas las personas que quieran participar en esta romería. La imagen de Nuestra Señora de la Blanca iniciará su recorrido hasta la campa del Castillo a las 12:00 horas acompañada por las autoridades, peñas, el grupo de danzas de la Asociación San Pedro de la Fuente y el resto de ciudadanos asistentes.
A las 12:30 se realizará una misa de campaña en la que intervendrá la asociación de danzas Estampas Burgalesas. Posteriormente, a las 14:00 actuará el grupo de danzas Mª Ángeles Saiz. La jornada concluirá con el reparto de paella para todos los asistentes en el aparcamiento del Castillo. Una jornada de fiesta y celebración por la patrona de la ciudad.
El día anterior, sábado 20 de mayo tendrá lugar por las calles de la ciudad la Noche Blanca. Una cita ya consolidada en la que se realizan numerosas actividades culturales gratuitas para todos los burgaleses en numerosos escenarios de la localidad. Una amplia oferta que abarca desde la apertura de museos hasta espectáculos musicales, teatrales, talleres hasta propuestas artísticas y creativas de diferentes colectivos que llenarán las calles de Burgos.
La Iglesia de Burgos también se suma a esta iniciativa con diferentes actividades. El monasterio de las Huelgas estará abierto de 20:00 a 00:00 horas para todas las personas que quieran visitarlo de forma gratuita. En el claustro bajo y patio interior de la Catedral se podrá visitar la exposición de la Fundación AXA, que celebra su 25 aniversario, bajo el título «Una Catedral y una exposición de luz y color». Se podrá visitar desde las 20:00 horas hasta las 23:00.
En el ámbito musical, dos propuestas en el centro de la ciudad. En la parroquia de San Lorenzo el Real a partir de las 21:00 horas, Hakuna Burgos estará orando «desde lo hondo», para todas las personas que quieran acercarse. Y en la parroquia de San Gil el grupo Musicae realizará pases a las 21:30, 22:00 y 22:30 horas.
Por último, como ya es tradición en esta jornada, se realizarán espectáculos de videomapping, música, escenografía y luces en la fachada de la Catedral. En esta ocasión, dos propuestas. Desde las 22:30 hasta las 03:00 en la fachada principal de la plaza Santa María, se realzará el espectáculo «Los sueños sueños son». Y en la Llana de afuera, en la parte trasera de la Catedral tendrá lugar el espectáculo «Catedral. Visión de un peregrino» en el mismo horario que el anterior, desde las 22:30 hasta las 03:00 horas.