Desde la diócesis de Burgos y Cáritas se recuerda que al no marcar las casillas ni de fines sociales ni de sostenimiento de la Iglesia, se pierden más de 800.000 € para la provincia.
Ante las dificultades económicas que empiezan a sufrir un gran número de personas, la institución se prepara para afrontar un auge en las necesidades sociales.
Próximo al Día del Comercio Justo, la empresa de inserción de Cáritas desprecinta los primeros contenedores de recogida de ropa y planifica la apertura de las tiendas.
Ante el 1 de mayo, Cáritas diocesana hace balance de su programa de empleo, desde el que constatan numerosas pérdidas de puestos de trabajo y grandes dificultades para cubrir necesidades básicas.
A través de un manifiesto, reclaman medidas para «superar planteamientos individualistas y comprometernos solidariamente con la comunidad y el bien común».