Nuevamente la Casa de Espiritualidad de las Hermanas Nazarenas en Palencia acogió el pasado fin de semana el encuentro de inicio de curso de las delegaciones de misiones de la Región del Duero.
Durante dos días se trataron diversas cuestiones, como la animación misionera en las diócesis de la región del Duero, las distintas experiencias llevadas a cabo en ellas, la necesidad de ofrecer cauces de formación a los colaboradores de las delegaciones de misiones y también se presentó la Jornada del Domund y el octubre misionero, por Anastasio Gil, Director de OMP.
Cabe destacar de este encuentro las dos ponencias que impartió el delegado de misiones de Burgos, José Manuel Madruga, en torno a «La animación misionera y pastoral diocesana. Conversión Pastoral». En su primera intervención, el delegado de Burgos hizo un recorrido por la historia Teología de la Misión: hasta la mitad del siglo XX, hacia un modelo de renovación y su horizonte de futuro. También habló sobre las claves de la transformación misionera de la Iglesia y de la parroquia y la conversión pastoral, centrándose en sus objetivos y en las indicaciones del papa Francisco.
En la segunda parte de su intervención, José Manuel Madruga se centró de lleno en la animación misionera como una realidad viva y múltiple, con sus sombras y luces, los criterios que se necesitan, y la figura del animador. Finalizó su segunda ponencia presentando, entre otros aspectos, los nuevos campos que se han ido abriendo en la animación misionera y en la pastoral diocesana, caminos y ámbitos que cuidar y fortalecer.
Los trabajadores de Cáritas celebran desde ayer en la residencia Miraflores una convivencia en la que están preparando sus programaciones para el curso que ahora comienza.
Durante la jornada de ayer, contaron con la participación del obispo auxiliar de Valladolid, Luis Argüello García, que impartió una charla de formación sobre «La espiritualidad cristiana» y esta mañana se presentará el mensaje del papa Francisco para la I Jornada Mundial de los Pobres, que se celebrará el próximo 19 de noviembre. El documento lleva por título «No amemos de palabra sino con obras».
La convivencia concluirá este mediodía con la eucaristía de envío y acción de gracias.
El arzobispo de la diócesis, don Fidel Herráez Vegas, se desplazó el pasado sábado a las parroquias de la unidad pastoral de Santa Gadea del Cid. Además de la mencionada, visitó también las localidades de Villanueva Soportilla, Ayuelas, Moriana, Guinicio y Montañana. En cada una de las parroquias mantuvo un encuentro distendido y diálogo con los fieles, además de presidir la eucaristía en Santa Gadea.
Esta tarde, el arzobispo visitará las comunidades religiosas de las Angélicas y los Hermanos de la Salle. El sábado se desplazará hasta el arciprestazgo de Arlanza para conocer las parroquias de la unidad pastoral de Santa María del Campo y el viernes y domingo participará en los actos del 70 aniversario de la parroquia de San Juan Bautista de la capital.
Tras la propuesta realizada por Josefina Arias de Miranda (Camarera de la Virgen) y Alfonso Rozas (párroco de Santa María) al Ilustre Ayuntamiento de la Villa y a las autoridades eclesiásticas, numerosos arandinos entregaron oro y joyas para la realización de una corona para la Virgen de las Viñas. Con ilusión y esfuerzo lograron algo no muy común hasta la fecha: la coronación canónica de la patrona de Aranda de Duero. El entonces obispo de Segovia Remigio Gandásegui, presidió el 9 de septiembre de 1917 la solemne eucaristía de la coronación, a la que siguió una procesión con la imagen de la Virgen por la explanada del santuario.
El pasado domingo, los arandinos quisieron revivir aquel histórico acontecimiento, repitiendo los gestos que se llevaron a cabo hace ahora un siglo. El arzobispo de la diócesis, don Fidel Herráez Vegas, presidió una solemne eucaristía a la que siguió una procesión con la imagen de la Virgen portada a hombros de forma extraordinaria, al contrario de como se hace en el día de su fiesta, sobre una carroza, por miembros de las asociaciones Arcos del Duero, bomberos y Protección Civil de la localidad y los propios cofrades de la Virgen de las Viñas.
Historia de devoción
Según la tradición, en el siglo XII se encontró en el monte Costaján una imagen de la Virgen procedente del monasterio de Santa María de Lara, que había sido escondida para protegerla de las incursiones árabes. La leyenda asegura que la Virgen se apareció a un labrador para decirle dónde habían escondido dicha imagen y señalarle dónde quería que se construyese la ermita. Ante la prueba de los racimos de uvas maduras que mostró el labrador a las autoridades, fue exhumada la imagen y se le comenzó a dar culto en una pequeña ermita levantada, se cree, en el lugar de la aparición. Se desconoce a ciencia cierta si el nombre de Virgen de las Viñas ya lo tenía la imagen cuando se la veneraba en el monasterio de la Peña de Lara, según mantienen algunos historiadores, o se la rebautizó popularmente por haberse aparecido en una viña.
Posiblemente la imagen original (que debía de ser de los siglos VII u VIII), se deterioró con el paso del tiempo y, por este motivo, se realizó una nueva que recordaba a la anterior, aunque siguiendo la estética del momento. La que se venera en la actualidad es una talla aproximadamente del siglo XIV, tallada en madera y policromada. A sus pies se sitúa la figura de un niño, conocida como «El Mediquín», que rememora uno de los milagros de la Virgen: cuenta la tradición que en época de la peste que asoló la ciudad, Nuestra Señora de las Viñas hizo aparecer a un médico que curó a los enfermos.
El arzobispo de Burgos, don Fidel Herráez Vegas, comenzó en la jornada de ayer su visita pastoral a los religiosos de vida activa de la provincia, una tarea a la que dedicará los martes y jueves de cada semana. El objetivo, conocer la rica vida religiosa de la provincia, ahora también en su dimensión más apostólica, tras conocer, a los pocos meses de su llegada la diócesis, todos los monasterios de vida contemplativa.
En la jornada de ayer se desplazó hasta la zona sur de la ciudad para conocer la labor que realizan las Misioneras de Acción Parroquial, en el año que celebran su 75 aniversario desde su fundación por el que fuera arzobispo de Burgos, don Luciano Pérez Platero. Estas religiosas centran su actividad en el colegio María Mediadora, fundado en 1967 y donde se forman en la actualidad alumnos desde infantil a secundaria.
Más tarde, el pastor de la diócesis conoció el trabajo que realizan las Religiosas de María Inmaculada. Ubicadas en la calle Ramón y Cajal de la capital, estas religiosas centran su actividad apostólica en una residencia para jóvenes, centro social y academia nocturna.
En la diócesis trabajan un total de 16 congregaciones de vida activa masculinas y otras 33 femeninas. En total suman 68 comunidades.