«Si no damos verdadero protagonismo a los jóvenes, no vendrán a la Iglesia»

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Serafín Tapia Ibáñez nació en Burgos en 1960, donde ha vivido casi toda su vida, excepto cuatro años que pasó en Logroño. Cursó estudios de Magisterio y, desde 1985, da clases en el Colegio Círculo Católico. Su parroquia es la Sagrada Familia, aunque ha desarrollado su vocación cristiana en la parroquia de La Anunciación. Es miembro del grupo Parteluz desde su fundación en Burgos, hace ahora 25 años, dedicado a la educación en el tiempo libre y formación de los jóvenes. También es miembro de la ONG Persona-Solidaridad, que surgió al amparo de Parteluz. Además, colabora con las delegaciones de Misiones y Juventud, para desarrollar proyectos y es miembro del Consejo Pastoral Diocesano, por nombramiento del actual arzobispo.

 

Toda la vida de Serafín ha transcurrido en contacto directo de los jóvenes, cuenta: «Desde mis orígenes en la Milicia de Santa María, allá por el año 1976, hasta ahora, he estado siempre vinculado a los movimientos juveniles, intentando acercar a los jóvenes a la Iglesia, lo que nunca ha sido fácil, pero estos últimos años se ha complicado todavía más. Estamos es una situación muy difícil, porque la imagen de todo lo religioso se ve como algo extraño y culturalmente, en los últimos años, la gran mayoría de los jóvenes no quieren saber nada de lo religioso, desde los 15 años no desean que se les hable de religión. Y son jóvenes estupendos, con inquietudes, abiertos a la sociedad, pero que parecen vacunados contra lo religioso. Eso es lo que nos encontramos en el día a día, y el primer paso, es conseguir que lo religioso se vea y se afronte con naturalidad, como una parte importante de la vida de las personas».

 

«Las preguntas sobre la vida son comunes para todos»

 

Abordar ese reto, reconoce, no es fácil, «partiendo de que, por determinadas circunstancias, el prestigio de lo religioso está por los suelos. Desde nuestros proyectos intentamos crear espacios para que los jóvenes puedan acercarse a Dios, porque hay un deseo en cada corazón que busca algo nuevo y respuestas a muchas situaciones y experiencias de la vida. Creo que no se puede plantear el tema de Dios a los jóvenes de repente y en cualquier contexto, es necesario preparar ese encuentro con Dios, evitando que haya choques y rechazos».

 

Para propiciar ese acercamiento, Parteluz organiza encuentros en los que jóvenes de distintos centros educativos comparten actividades diversas, a ser posible, en contacto con la naturaleza, «en un ambiente de convivencia, cómodo, donde puedan ponerse en común las experiencias de unos y otros, de quienes creen en Dios y lo han descubierto y los que no, con absoluta libertad y de forma natural. Porque las preguntas sobre la vida son comunes para todos. Tenemos convivencias, pero abordamos temas que no son estrictamente religiosos, sino que abarcan muchos aspectos de la vida que pueden interesar a los jóvenes. En los encuentros que organizamos tenemos un tiempo de reflexión y otro de testimonios. También hacemos experiencias de interiorización, que iluminan algunos aspectos de la vida desde el Evangelio. Y tenemos unos momentos especialmente importantes que son lo que denominamos oasis, momentos de silencio muy útiles. Las actividades que programamos suelen ser fuera de Burgos, porque queremos que salgan de la vida habitual, en los fines de semana y con grupos pequeños».

 

«Debemos dejarles hablar, escuchar lo que nos dicen y, si tienen una base cristiana poco sólida, no intentar llenarla nosotros, sino esperar con paciencia a que sean ellos quien nos pidan ayuda, porque lo harán cuando sientan inquietudes sinceras en su corazón»

 

Serafín considera que, más que conseguir resultados, el objetivo es ayudar a los jóvenes a encontrarse con Dios, «procurar formación con un itinerario de fe para conseguir que se valore lo que supone el Bautismo como origen de una vida nueva, la Eucaristía, la presencia del Espíritu Santo…. asuntos muy complejos para los jóvenes si se plantean de golpe».

 

La clave para este profesor está en dar un protagonismo real a los jóvenes en la tarea de evangelizar, «dejarles que sean ellos por sí mismos y, sobre todo, que no se sientan utilizados por las necesidades de la Iglesia para llevar a cabo una tarea que ellos no han elegido. Esto es muy importante porque la evangelización tiene que partir de la propia convicción de cada uno y de quien la lleva a cabo, sin que se sienta utilizado. No debemos caer en el error de hacer proyectos para los jóvenes sino con los jóvenes. A menudo hablamos mucho nosotros y ellos están callados y debe ser al revés, debemos dejarles hablar, escuchar lo que nos dicen y, si tienen una base cristiana poco sólida no intentar llenarla nosotros, sino esperar con paciencia a que sean ellos quien nos pidan ayuda, porque lo harán cuando sientan inquietudes sinceras en su corazón».

 

Es consciente de que queda un largo trabajo por delante, «ya que los jóvenes de hoy huyen de la religión porque no les sirve, no la entienden ni comprenden, consideran que son ideas arcaicas, propias de ancianos. Sin embargo necesitan respuestas a sus vidas que solo pueden aportarles la fe y el Evangelio. Pero en todo este proceso debemos ayudar a que sean ellos mismos quienes lo descubran. La solución es complicada e implica la creación de pequeños grupos en las parroquias para llevar a cabo estas experiencias y abrir ese espacio de encuentro con Dios a los jóvenes».

Ya está disponible el nuevo calendario litúrgico con los santos y beatos de la diócesis

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El beato Valentín Palencia, beatificado en 2015 junto con cuatro jóvenes alumnos.

 

La diócesis, a través de la delegación de Liturgia, ha puesto a disposición de los fieles el calendario litúrgico actualizado [descargar aquí]. La publicación recoge el culto a los santos de la diócesis, indicándose cuáles son de memoria obligatoria y cuáles de memoria libre, mientras que otros han sido trasladados a una fecha inmediata, según coincidan con santos de la Iglesia universal. «Este calendario litúrgico se viene publicando desde hace siglos, pero de vez en cuando es necesario actualizarlo para añadir los posibles cambios de fechas o la nuevas incorporaciones», explica Javier Rodríguez Velasco, delegado diocesano de Liturgia.

 

Además, este calendario oficial también cuenta con 173 beatos relacionados con la diócesis que han sido elevados a los altares recientemente. Están presentados con una breve crónica de su vida y su celebración general se hará el 5 de noviembre, como memoria obligatoria en toda la diócesis, aunque las parroquias y comunidades afines a ellos pueden celebrar su memoria el día del martirio, a no ser que haya una celebración eclesial que lo impida.

 

Según Rodríguez Velasco, «el culto a los santos, sobre todo a los mártires, estuvo muy presente en la Iglesia desde sus inicios. También en nuestra diócesis desde hace mucho tiempo tenemos ejemplos de santidad a quienes veneramos en algunos días del año». Añade también que en este calendario se proponen tres índices para estos beatos burgaleses: uno por nombre alfabético, otro por lugares de nacimiento y otro por familias religiosas o grupos eclesiales a los que pertenecieron. Por su parte, el arzobispo de Burgos, don Fidel Herráez Vegas, destaca que «para nosotros, la vida y muerte de estos beatos y santos son realmente un don, una gracia y un ejemplo. Acercarnos a la vida de estos contemporáneos nuestros siempre nos estimula y nos ayuda a descubrir la grandeza y la belleza del seguimiento a Jesucristo».

Carta a los jóvenes

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Muy queridos jóvenes de nuestra Diócesis de Burgos:

 

Recibid todos y cada uno mi saludo cordial y cercano, con el deseo de que el tiempo pascual que estamos celebrando, llene vuestra vida de la alegría y la paz de Jesucristo Resucitado. Celebramos este día, llamado Domingo del Buen Pastor. Es una jornada que la Iglesia dedica a orar especialmente por las vocaciones. Permitidme por ello que os dirija hoy, especialmente a vosotros, este mensaje que semanalmente tengo la oportunidad de dirigir a todos los burgaleses.

 

Como ya sabréis, el próximo otoño, el Papa Francisco ha convocado un Sínodo en Roma centrado en el tema de los jóvenes, en concreto en la relación entre jóvenes, fe y vocación. Con tal motivo ha invitado a todos los jóvenes a participar en diferentes foros de encuentro y diálogo para que puedan hacer llegar su voz y su opinión sobre diferentes aspectos de la vida eclesial y social. Quizá alguno de vosotros también haya podido participar enviando sus aportaciones. Es su voluntad que en la asamblea sinodal resuene especialmente la voz de los jóvenes, para que la Iglesia pueda responder adecuadamente a vuestra realidad y a vuestras esperanzas.

 

La juventud siempre es vista con particular simpatía por todas las instancias sociales. En vosotros se tienen puestas enormes esperanzas e ilusiones. También la Iglesia, y particularmente nuestra Iglesia de Burgos, os miran con especial cariño e interés. Y no sólo porque seáis el futuro, sino porque quiere acompañaros ya en el presente de vuestra vida, en el crecimiento y en la respuesta a lo que buscáis y necesitáis. Me viene a la mente el pasaje de Jesús cuando se encontró con aquel joven rico que se le acercó, y al que miró con amor, proponiéndole un camino de vida y plenitud.

 

En vuestra juventud recibís innumerables llamadas: me estoy refiriendo no a las llamadas del teléfono móvil, sino otro tipo de llamadas a vivir, a disfrutar, a crecer, a gozar, a servir, a consumir… Son llamadas muy desiguales, que conviene discernir y acompañar para que os ayuden verdaderamente en vuestra vida. También entre esas llamadas, sin duda, está la llamada de Dios que, siempre cercano a nosotros, nos invita a vivir una vida plena en la entrega al servicio de los demás. Como dice el Papa Francisco, «todo cristiano debería desarrollar la capacidad de «leer desde dentro» la vida, e intuir hacia dónde y qué es lo que el Señor le pide para ser continuador de su misión». Son estas dos preguntas fundamentales a las que hay que dedicar un tiempo en la vida porque en su respuesta se encierra el secreto de la felicidad que todos buscáis.

 

Sin embargo, lo sabemos muy bien, «la llamada del Señor no es tan evidente como todo aquello que podemos oír, ver o tocar en nuestra experiencia cotidiana. Dios viene de modo silencioso y discreto, sin imponerse a nuestra libertad. Así puede ocurrir que su voz quede silenciada por el ruido de tantas cosas que nos rodean y por las numerosas preocupaciones y tensiones que llenan nuestra mente y nuestro corazón».

 

Para poder escucharle más nítidamente se requiere en especial del silencio y del acompañamiento, que os invito a buscar y a cultivar. Solo desde ahí podréis descubrir cuál es vuestro camino y conoceréis mejor si en vuestra vida el Espíritu Santo ha depositado la vocación al sacerdocio, al diaconado permanente, a la vida consagrada, al servicio misionero más allá de nuestras fronteras, a la formación de una familia como Iglesia doméstica… Cuando penséis en vuestro proyecto de vida, dejad que Dios entre también en vuestros planes. Escuchadle. Contad con Él.

 

Queridos jóvenes: ¡qué hermoso entender la vida como respuesta a una llamada de Dios! Eso nos da paz, alegría, generosidad… Comparto con vosotros vuestras preocupaciones e ilusiones por el futuro y os animo en vuestro caminar. Por fortuna, tenemos una certeza: Cristo Resucitado va siempre delante de nosotros: ¡no tengáis miedo!

Arandinos adultos en la fe

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Un grupo de arandinos mayores de 25 años recibió en la jornada de ayer el sacramento de la confirmación, completando así su proceso de iniciación cristiana. Fue el arzobispo de la diócesis, don Fidel Herráez Vegas, quien confirió el sacramento en la parroquia de la Vera Cruz a diez personas que se han estado preparando en los últimos meses para su recepción a través de los diferentes cursos que promueve la diócesis a tal fin.

 

Por distintas circunstancias, durante su adolescencia o juventud no pudieron recibir este sacramento. Ahora, han decidido hacerlo porque desean contraer matrimonio o ser padrinos de bautismo –para lo cual es requisito estar confirmado– o, simplemente, porque han querido dar este paso decisivo de cara a la adultez en la fe. En efecto, en este sacramento se fortalece y completa la obra del bautismo. Con la confirmación, el bautizado se fortalece con el don del Espíritu Santo, se logra un arraigo más profundo a la filiación divina y se une más íntimamente con la Iglesia, robusteciéndose para ser testigo de Jesucristo, de palabra y obra. Con el sacramento de la confirmación, el bautizado se convierte en un cristiano maduro, de ahí que se le considere el sacramento de la madurez cristiana que capacita para ser testigos de Cristo.

 

Durante las catequesis previas a la recepción de la confirmación, los participantes han tenido oportunidad de repasar el sentido de la vida cristiana y también asistir a una parte vivencial, con celebraciones, visitas y experiencias pastorales y caritativas que les han aportado una mayor visión de la fe.

Los nigerianos de Burgos celebran un encuentro centrado en su país

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Desde hace once años la delegación diocesana de pastoral de migraciones viene realizando encuentros puntuales sobre diversos países de los cuales hay personas viviendo en Burgos. En total ha habido ya 28 encuentros, pero todos sobre países de América Latina, ya que estaban organizados por el equipo pastoral de latinoamericanos. Sin embargo, este sábado 21 de abril la mirada se pone en el continente africano, con la idea de que también se vayan conociendo y presentando los países de origen de los 1.756 africanos de distintas nacionalidades que, a fecha 1 de enero de 2018, residen en la ciudad de Burgos.

 

Este primer encuentro, dedicado a Nigeria, tendrá lugar a las 18:30 horas en los salones de la parroquia de San Pedro y San Felices (c/ San Pedro y San Felices 11). Cuenta con la colaboración de la Asociación Unión Progresiva Ibgo, que agrupa una buena parte de los 53 nigerianos censados actualmente en la ciudad. En primer lugar ellos mismos presentarán su país y su realidad actual allí y aquí. A continuación el coloquio se abrirá a todos los asistentes, y habrá un tiempo más distendido para degustar algunos productos típicos charlando informalmente. Este acto está abierto no sólo a los nigerianos, sino también y principalmente a todas las personas que quieran acercarse.