Docentes y padres de alumnos reclaman la paralización de la nueva ley educativa

por redaccion,

ley celaa

Imagen tomada en el colegio diocesano San Pedro y San Felices.

 

Profesores, colegios, padres y madres de alumnos y delegaciones de Enseñanza de las diócesis del país han alzado su voz esta semana contra lo que consideran una tropelía a los cauces parlamentarios de la tramitación de la LOMLOE, la Ley Orgánica de Modificación de la Ley Orgánica de Educación  (conocida como Ley Celaá) promovida por el gobierno. El pasado lunes, Twitter se convirtió en la plaza pública donde más de 100.000 mensajes denunciaron lo que consideran una «ley injusta, aprobada con nocturnidad y alevosía, sin contar con la comunidad educativa», tal como se leyó en muchos de los tuits publicados y que se convirtieron en tendencia durante prácticamente toda la jornada. Docentes y padres y madres de familias denunciaron así «las prisas» de la ministra Isabel Celaá en la tramitación de una ley, aprovechando el «estado de alarma», que no cuenta con el respaldo de la comunidad educativa y que margina a la escuela concertada y la clase de Religión.

 

La nueva ley de educación supone «un ataque a la libertad en ámbitos que afectan a la elección de centro educativo o a la asignatura de Religión en los colegios», relata Manuela García, delegada de Enseñanza de la diócesis de Burgos. En efecto, la nueva normativa pretende acabar con la demanda social como medida para la elección de centro, con la educación diferenciada, con la asignatura de Religión e imponer otra «educación para la ciudadanía». «La iniciativa #StopLeyCelaa –relata García– quería manifestar que no se comparten ni las formas ni el fondo de la propuesta ministerial y por tanto reclama la paralización de la ley».

 

A su parecer, «es extraño que en estas circunstancias de confinamiento se pretenda implantar una ley que merece ser dialogada y estudiada con sosiego», argumenta, mientras señala que desde que comenzó la Democracia en el país esta sería la octava ley educativa: «Ello demuestra la inestabilidad y la necesidad de mirar al pacto global educativo», denuncia. «Es necesario también que se perfile una ley que respete los derechos fundamentales de los diferentes colectivos implicados: libertad de elección de centro, mantenimiento de centros de educación especial y dignificación de la clase de Religión».

El espacio de acogida de la Catedral, seleccionada en los Premios Fad de Arquitectura e Interiorismo

por redaccion,

tienda catedral_3

 

Los Premios FAD de Arquitectura e Interiorismo, los más importantes en el panorama de diseño español, presentaron ayer sus finalistas y seleccionados. En esta edición de 2020 cerraron esta convocatoria con 597 obras presentadas, entre los que se encuentra el espacio de acogida a los peregrinos y tienda de recuerdos de la Catedral de Burgos, inaugurado en diciembre de 2019. El proyecto se diseñó desde una nueva forma de entender el espacio al servicio de la acogida que hace de esta tienda una extensión contemporánea de la Catedral, donde el visitante y el ciudadano de Burgos pueden acceder a la compra de un recuerdo del monumento, Patrimonio de la Humanidad.

 

Mauro Gil-Fournier y el equipo de Estudiosic han realizado un diseño que parte de los elementos materiales tradicionales de la Catedral para conformar un espacio acogedor y de confort para todas las personas visitantes y trabajadores. Para ello se establecieron tres criterios principales: Recuperación espacial y cuidado del espacio abovedado de la sala de San Fernando; diseño con materiales, geometrías y texturas tradicionales típicas de la Catedral (piedra, madera, geometría en los arcos, color de vidrieras, etc.) y la inclusión de tecnologías de la sostenibilidad para el confort climático interior, potenciando la iluminación natural y mejorando con led´s la artificial, y con un trabajo artesanal en la producción de su arquitectura.

 

El Premio FAD valora en categoría de interiorismo «una tendencia de intervenciones que exprimen las potencialidades de los lugares hasta más allá los límites convencionales establecidos, generando aportaciones y enmiendas relevantes a los modos de vivir y de ocupar los espacios».

 

El jurado de los Premios FAD 2020 ha estado formado por Anna Ramos (presidenta), Atxu Amann, Cristina Bestratén, Tomás López Amat, David Morros y Marc Aureli Santos (vocales), quienes deliberaron las candidaturas los días 21 y 22 de febrero en la sede del FAD, el Disseny Hub de Barcelona.

Cáritas reabre progresivamente sus contenedores de ropa

por redaccion,

contenedor de ropa arrropa caritas

Contenedor sellado en Espinosa de los Monteros.

 

Después de varias semanas en las que los contenedores de recogida de ropa han estado precintados por seguridad, Embico, la empresa de inserción de Cáritas Burgos, ha comenzado a habilitarlos de forma progresiva. A partir de estos días ya se podrán depositar las prendas de ropa en varios de los puntos de recogida de Gamonal y Fuentecillas. Según lo previsto, el día 18 de mayo podrían estar operativos todos los contenedores. De forma paralela, se está desarrollando un protocolo para que las tiendas con las que cuenta Arrropa en Burgos, Miranda, Aranda, Briviesca y Villarcayo puedan volver a atender al público. Entre otras medidas, se estudia garantizar la higienización de las prendas, la protección de las trabajadoras y voluntarias y las condiciones de seguridad para todos los clientes. Para contribuir a que estas medidas tengan el efecto deseado, desde Arrropa se recuerda que las prendas deben depositarse siempre en el interior de los contenedores en bolsas cerradas.

 

En estos mismos establecimientos, además, podrán adquirirse, como de costumbre, productos de comercio justo, del que este sábado 9 de mayo se celebra el Día Internacional.

La Asamblea Diocesana, oportunidad para «una lectura creyente» a la crisis del coronavirus

por redaccion,

asamblea diocesana jornada pastoral_35

 

La crisis provocada por el coronavirus ha suspendido muchas de las actividades pastorales puestas en marcha en la Iglesia en Burgos. Con todo, la Asamblea Diocesana iniciada el pasado mes de septiembre ha continuado su andadura a través de la vía telemática y sin reuniones presenciales, haciendo posible que 108 de los 297 grupos de Asamblea constituidos en la provincia (el 36%), hayan enviado a la secretaría sus conclusiones al primero de los cuadernos de trabajo y otros dos grupos hayan hecho lo propio con el segundo.

 

Sin embargo, es evidente que la marcha de la Asamblea también se ha visto resentida por el estado de alarma, lo que ha llevado al propio consejo episcopal y a los miembros de la comisión teológica y la secretaría de la Asamblea a replantearse el proceso sindodal emprendido. «Lo que hemos dialogado es cómo replantear el calendario y valorar la Asamblea como una oportunidad donde hacer, también, una lectura creyente de la realidad que estamos viviendo y preguntarnos qué aprender de esta crisis, qué nos puede aportar esto que estamos viviendo y cómo podemos dar una respuesta como Iglesia», argumenta José Luis Lastra, vicario de Pastoral.

 

Ahora, por su papel supervisor del proceso sinodal, será el Consejo Diocesano de Pastoral quien deba proponer, también de forma telemática y en los próximos días, cómo replantear el desarrollo de la Asamblea, pues, obviamente, las fechas programadas se pospondrán, probablemente hasta bien entrado mayo del año que viene. «La reflexión está ahora en plantear si suspendemos las reuniones hasta septiembre o podemos seguir trabajando de forma online o con pequeñas reuniones que no supongan riesgo», reflexiona Lastra mientras recuerda que a partir del próximo lunes se espera que reabran parroquias y templos para el culto público.

 

Mientras, la comisión teológica que está elaborando ya el tercero de los cuadernos de reflexión (sobre la presencia de la Iglesia en el mundo), se afana para integrar, en su reflexión, cómo el reto de la crisis sanitaria puede suponer también una oportunidad para la diócesis.

«¿Sobrevivirá nuestra gente?»: el lamento de un misionero burgalés ante el Covid-19

por redaccion,

Imagen de archivo de un misionero burgalés, Jorge López.

Imagen de archivo de un misionero burgalés, Jorge López.

 

El pasado 2 de abril, Zambia registraba por primera vez un fallecimiento a causa del coronavirus. La pandemia que ha puesto en jaque a medio mundo ha llegado también hasta este país africano (el primer caso se detectó el 18 de marzo), donde el número de casos infectados asciende a 137, con tres muertes y 78 personas recuperadas, según los últimos datos oficiales. El presidente de la nación, Edgar Lungu, ha decretado una serie de medidas para paliar la expansión del virus, entre las que destacan la suspensión de viajes al extranjero, una cuarentena obligatoria para las personas que lleguen al país, clausura de colegios y prohibición de reuniones sociales de más de 50 personas, como bodas, funerales o festivales.

 

A Jorge López, misionero burgalés, le preocupa la situación real del país donde trabaja desde 2012, donde la falta de recursos sanitarios puede contribuir a la rápida expansión del virus: «Los afectados son pocos pero no sabemos realmente cuántos, pues se hacen pocos tests y los recursos son pobres», argumenta mientras constata que hay varias enfermeras contagiadas.

 

Junto a ello, destaca el caos económico que la pandemia ha generado en el país, donde se han cerrado las importaciones y las exportaciones y el dólar se ha disparado. «Una botella de aceite ha pasado de costar 17 kwachas (unos 85 céntimos) a costar 28 (1,40 euros)», indica. Junto a ello sostiene que el «lockdown» decretado ha provocado que muchos puestos de venta en carretera se hayan destruido, generando una «batalla campal» entre las personas que ven perder su fuente de ingresos. «¿Va a sobrevivir nuestra gente?», se lamenta el misionero.

 

«Estamos bien»

 

La situación en la parroquia de Holy Trinity de Mufumbwe, donde trabaja, es «tranquila», muy diferente de la que se viven en la ciudad de su región, Solwezi, donde es obligatorio el uso de mascarillas y las medidas son más severas. Asegura que allí «están todos bien», aunque no puede realizar su visita habitual a los colegios y las celebraciones en la iglesia se han suspendido. «Recientemente he celebrado un funeral y ha sido un caos, había mucha gente». Con todo, sigue trabajando con algunos pocos obreros en la construcción de la segunda fase de la escuela de secundaria del municipio: «Ahora no es posible llamar a gente para colaborar y la contribución comunitaria es escasa», asegura.

 

La situación que atraviesan los misioneros y la falta de recursos para llevar a cabo su tarea fue la que movió al papa Francisco a crear un fondo de emergencia con el que colaborar económicamente con sus necesidades. Él mismo inauguró el fondo con una aportación de 750.000 dólares. Obras Misionales Pontificias es la entidad que canaliza la colecta y distribución de fondos. Quienes deseen colaborar con los misioneros ante la crisis del coronavirus pueden encontrar más información pulsando aquí.