Trabajo, igualdad de derechos y sanidad universal: los deseos del obispillo 2021
Se cumplen 25 años desde que la escolanía de los Pueri Cantores de la Catedral recuperara la tradición del obispillo, uno de los personajes más populares de la Navidad burgalesa y cuyos orígenes se remontan al siglo XV. Diego Espín Choloquinga, a elección de sus compañeros, «con ilusión y algo de nervios», ha sido el encargado de cumplir hoy con este papel, que ha vuelto a contar en esta ocasión con el popular paseo a lomos de un caballo blanco por las calles de la ciudad, suspendido el año pasado en una Navidad aún sin vacunas.
La liturgia de su investidura ha tenido lugar en el monasterio de las Madres Salesas, donde Alejandro Gómez y Rodrigo Rojo han sido también nombrados vicario y secretario, respectivamente. Desde allí, el obispillo y su séquito se han trasladado hasta la Casa de la Iglesia, donde el arzobispo, don Mario Iceta, lo ha recibido en audiencia en el salón del trono, el lugar «reservado a eventos importantes», como ha indicado el propio pastor diocesano y quien ha desvelado a los niños los misterios de esta suntuosa estancia.
El obispillo ha suplicado al arzobispo que interceda «ante el portal de belén» para que «todos los niños podamos seguir disfrutando del amor, protección y educación de nuestros mayores y con el esfuerzo de todos, creyentes o no creyentes, conseguir que no haya niño en el mundo que sufra las injusticias a las que, por desgracia, muchos se ven sometidos». Espín ha señalado que los niños son «el futuro de la Iglesia, del Pueblo de Dios y la humanidad entera» y que en ellos «está la solución a los problemas del mundo». Aunque ha advertido a los mayores: «No podemos caminar solos, necesitamos de los adultos, coherentes y entregados, atentos a nuestras necesidades y dispuestos a escucharnos».
El obispillo también ha querido recordar a las personas que, en este año de pandemia, han perdido algún ser querido o se han quedado sin trabajo. «Le pido que todos recemos por esas personas y por que esto se acabe muy pronto para poder hacer lo que hacíamos antes. Nunca olvidaremos lo que hemos pasado, pero tenemos que mirar hacia el futuro», ha afirmado con optimismo. Don Mario Iceta, por su parte, ha respondido a su invitación y se ha comprometido en rezar por las intenciones del pequeño y sus compañeros, a los que ha agasajado con unos obsequios y unos dulces.
Además de saludar al arzobispo e imponer la cruce al nuevo escolano, el obispillo se ha desplazado hasta el Ayuntamiento, desde cuyo balcón ha bendecido a la ciudad y donde ha saludado al alcalde, Daniel de la Rosa, a quien ha trasladado algunas reivindicaciones. Entre ellas, «trabajo para todos, igualdad de derechos y que todos puedan acceder a la sanidad».