Una nueva imagen de marca engloba a todas las instituciones del Círculo Católico
Finales del siglo XIX. Los conflictos de la floreciente clase obrera llegaron a oídos de la misma jerarquía católica, quien comenzó a poner en marcha diferentes iniciativas para acompañar a los trabajadores y sus familias en sus dificultades. La encíclica Rerum Novarum del papa León XIII supuso un antes y un después en el compromiso social de la Iglesia con el mundo obrero. Fue así como en 1883, 794 personas se aunaron en Burgos en un proyecto común al que denominaron Círculo Católico de Obreros. Contaron para ello con el respaldo del reverendo Ángel Sedano, beneficiado de la Catedral, y de modestos industriales de la ciudad, que conformaron la primera junta directiva de la entidad.
Aquella asociación pública de fieles, respaldada por la jerarquía católica y en la que los arzobispos de Burgos son «presidentes honorarios», se debilitó hasta su refundación en 1902 de manos de Petronila Casado y el jesuita José María Salaverri. Desde entonces, han sido numerosos los proyectos emprendidos en pro de sus socios y la entera sociedad burgalesa. Entre ellos destacan la puesta en marcha de la «Schola Cantorum», la Caja de Ahorros y Monte de Piedad, su constructora benéfica (con un parque social actual de más de 900 viviendas y nuevos proyectos en desarrollo), la orquesta de cámara Santa Cecilia, la cofradía de la Santa Columna, el club deportivo Juventud, el grupo de danzas Tierras del Cid, el colegio del Círculo, un sindicato obrero o la Fundación hoy llamada Círculo Burgos. Todo ello sin olvidar numerosas acciones formativas y culturales que planifican a lo largo del año en numerosos espacios y diversas ocasiones.
Una ingente arquitectura social reflejo de «una asociación cristiana al servicio de la Iglesia y de Burgos», como ha subrayado el vicepresidente del Círculo Católico, Vicente Ruiz de Mencía, y que en pleno siglo XXI desea «reafirmar y renovar» los objetivos que la vieron nacer hace casi siglo y medio. «Estamos trabajando en una puesta al día, con una revisión profunda que mantiene las más puras esencias fundacionales en sus estatutos, con una reorganización interna y una proyección exterior renovada y actualizada de acuerdo con la Doctrina Social de la Iglesia», ha subrayado.
Imagen moderna
De este modo, las instituciones del Círculo Católico han sido agrupadas bajo una nueva imagen corporativa. «ElCírculo» se abre de este modo a la sociedad, a fin de que «identifique claramente» las organizaciones de una marca común a la que la población burgalesa «no lograba identificar» tras más de 140 años de historia, como ha indicado Emilio de Domingo, presidente de la Fundación Círculo.
Un nuevo logotipo, marcas y submarcas, una tipografía uniforme y colores corporativos servirán para englobar «en un paraguas común» «a un cuerpo con muchos miembros, cada uno con sus funciones y sus fines», ha indicado De Domingo. Además, se ha habilitado una nueva página web y se cuenta con una sintonía de marca creada por Diego Galaz. La estrategia de márketing ha sido puesta en marcha por la empresa burgalesa Agencia O2.