La capilla de Santa Tecla se llena de esperanza en Diálogos en la Catedral

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Foto: Fundación VIII Centenario de la Catedral. Burgos 2021.

Foto: Fundación VIII Centenario de la Catedral. Burgos 2021.

 

La tercera sesión de ‘Diálogos en la Catedral’ congregó ayer a 140 personas en la capilla de Santa Tecla de la Catedral de Burgos. Este ciclo, promovido por la Facultad de Teología del Norte de España en Burgos, reflexiona sobre cuestiones teológicas, éticas, filosóficas y humanísticas cristianas. En esta ocasión, los ponentes debían responder a la pregunta «¿Qué esperan los que esperan?». Moderados por José Luis Cabria, decano de la Facultad de Teología, José Carlos Bermejo, director del Centro de Humanización y Asistencial San Camilo de Tres Cantos (Madrid), y María José Pereda, doctora en Medicina Preventiva y Salud Pública y máster en Bioética, coincidieron en la necesidad de mantener la esperanza del ser humano.

 

Bermejo incidió en el «dinamismo» de la esperanza, pero también en su relación con la frustración. «La frustración forma parte del dinamismo del ser humano», explicó. Asimismo, defendió la importancia de mantener la esperanza en caso de enfermedad, ya que en ella «funciona como medicina». «Sin esperanza la gente se muere», afirmó.

 

Pereda estuvo de acuerdo en que la esperanza «ayuda a las personas a superar su situación», pero advirtió de que es importante mantener esta esperanza y que esta sea «real». Así, abogó por una esperanza realista, posible, que parte del compromiso y de la voluntad y, por tanto, sea activa. «La esperanza pasiva nos crea desesperanza», apostilló.

Fuentespina recibe la visita pastoral del arzobispo

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El arzobispo, don Fidel Herráez Vegas, se desplazó el pasado domingo 24 de noviembre hasta el arciprestazgo de Santo Domingo para proseguir su visita pastoral a la diócesis conociendo la unidad pastoral de Fuentespina. Acompañando en todo momento por el párroco, Alberto Rodríguez García, el arzobispo visitó las localidades de Milagros, Fuentespina, Fuentenebro, Pardilla y Fuentelcésped.

 

La mañana la dedicó a conocer las localidades de Milagros y Fuentespina, donde en ambos templos parroquiales celebró la eucaristía y mantuvo diálogo con los feligreses congregados. En Fuentespina se desplazó también hasta la residencia de ancianos, donde viven 106 residentes, a los que saludó y mantuvo un entretenido diálogo intercalado con los cantos populares que le invitaron a cantar los más mayores.

 

Tras la comida y la firma de los libros parroquiales, la visita prosiguió por la tarde recorriendo los pueblos de Fuentenebro –donde alabó el trabajo de rehabilitación de su iglesia–, Pardilla –donde fue recibido por el coro de familias y matrimonios jóvenes– y Fuentelcésped –cuyos feligreses le trasladaron la urgente necesidad de intervenir en el tejado de su iglesia–.

 

La visita pastoral concluyó de nuevo en Fuentespina, pues don Fidel quiso conocer la ermita del Padre Eterno, que no había visitado hasta ahora. Allí finalizó la visita canónica con un acto mariano y el canto de la Salve.

La esperanza centra una nueva sesión de «Diálogos en la Catedral»

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Bermejo, durante una intervención en la Facultad de Teología.

Bermejo, durante una intervención en la Facultad de Teología.

 

La tercera cita del ciclo ‘Diálogos en la Catedral’ versará en torno a la pregunta “¿Qué esperan los que esperan?”. Será el martes 26 de noviembre, a las 19.30 horas, en la capilla de Santa Tecla de la seo burgalesa, con entrada libre hasta completar el aforo. Participarán José Carlos Bermejo, director del Centro de Humanización y Asistencial San Camilo, y María José Pereda, doctora en Medicina Preventiva y Salud Pública y máster en Bioética. José Luis Cabria, decano de la Facultad de Teología, moderará la charla.

 

‘Diálogos en la Catedral’ está promovido por la Facultad de Teología del Norte de España, en su sede de Burgos. Durante este año, en estos encuentros organizados por la Fundación VIII Centenario de la Catedral. Burgos 2021 se irán desgranando los interrogantes que plantean el amor, la fe y la esperanza. El ciclo debutó en marzo con las intervenciones del cardenal y arzobispo de Barcelona Juan José Omella y la periodista Cristina López Schlichting, y continuó en mayo con el escritor Juan Manuel de Prada y el sociólogo Juan María González-Anleo.

 

Este programa pretende acerca al público a las problemáticas existenciales, filosóficas, religiosas y éticas del momento presente. La Catedral es un espacio incomparable para el encuentro y para entablar un diálogo sobre esas cuestiones intemporales y, al mismo tiempo, muy actuales, que siguen interpelando a los hombres y mujeres de hoy.

 

José Carlos Bermejo

 

Es un religioso camilo, superior provincial y director del Centro de Humanización y Asistencial San Camilo en Tres Cantos (Madrid), que destaca por su Unidad de Cuidados Paliativos, con espacios humanizados para pacientes y familiares para lograr una hospitalidad compasiva y un cuidado a las personas que incluye el punto de vista espiritual. Tras haber sido profesor en Roma hasta este año, actualmente da clases en la Universidad Ramón Llull, la Católica de Valencia y la Católica de Portugal. Ha escrito unos cincuenta libros sobre humanización, bioética, duelo, pastoral de la salud, etc. Fundó el primer centro de escucha para acompañar en dinamismos de esperanza a personas que han perdido a un ser querido, a partir del que se ha consolidado en España una red de 30 centros.

 

María José Pereda

 

Nació en Bilbao hace 64 años. Estudió Medicina en la Universidad del País Vasco y es doctora en Medicina Preventiva y Salud Pública y máster en Bioética. Durante cuatro años se dedicó a la medicina rural y cooperó en las comunidades indígenas de Chiapas (México) durante nueve meses. Siempre ha trabajado en el sistema público de salud, ha presidido el Comité de Bioética del Área de Burgos y ha sido profesora de Bioética en la UBU. Actualmente es la coordinadora sociosanitaria del Área de Burgos y voluntaria de la ONG Entrepueblos, de la Asociación Sanidad Pública Sí y de la plataforma en defensa de la sanidad pública. Entre 1999 y 2003 fue concejala del Ayuntamiento de Burgos.

 

José Luis Cabria

 

Sacerdote nacido en Melgar de Fernamental, en 1963, y delegado de Ecumenismo de la diócesis de Burgos. Se licenció en Teología Dogmática en Burgos y se doctoró en la Universidad Gregoriana de Roma. Actualmente es catedrático de Teología Dogmática en la sede de Burgos de la Facultad de Teología del Norte de España, donde también es decano. Sus líneas de investigación se centran en la mariología, la eclesiología y la teología fundamental, con especial interés en el diálogo teología y filosofía. Su última obra es ‘Teología hoy: quehacer teológico, realidades pastorales y comunicación de la fe’.

Las reliquias de santa Bernardita recorrerán la diócesis

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La diócesis de Cartagena fue la primera en recibir las reliquias de la santa.

La diócesis de Cartagena fue la primera en recibir las reliquias de la santa.

 

Desde el pasado 1 de septiembre y hasta el próximo 13 de diciembre, las reliquias de santa Bernardita Soubirours, la vidente de las apariciones de la Virgen de Lourdes, recorren 46 diócesis españolas en un relicario fabricado por el taller madrileño de arte sacro «Granda». Burgos será una de las últimas diócesis donde hagan parada los restos de la santa. Llegarán el 7 de diciembre procedentes de Madrid y, tras su paso por Aranda de Duero y Burgos capital, partirán hacia la diócesis de Calahorra y La Calzada-Logroño, desde donde abandonarán el país rumbo a Lourdes.

 

La Hospitalidad diocesana de Nuestra Señora de Lourdes, en coordinación con la delegación diocesana de Pastoral de la Salud, ha sido la encargada de organizar los diferentes eventos que se desarrollen con motivo de la visita de las reliquias a la provincia. Llegarán a las 12:00 del mediodía del sábado 7 de diciembre a la Iglesia de Santa María de Aranda de Duero, donde tras dos horas expuestas para la veneración de los fieles, viajarán hasta Burgos. En la capital, será la parroquia de San José Obrero (a la que pertenece la Hospitalidad de Lourdes) quien acoja las reliquias a las 16:30 horas. Una hora más tarde, a las 17:30, tendrá lugar la celebración de una eucaristía con bendición de enfermos y, a las 20:30, será el turno de la tradicional vigilia diocesana de la Inmaculada.

 

Las reliquias permanecerán en la capilla de la Adoración Perpetua hasta el día siguiente. Tras el rezo de Laudes a las 9:00 horas, las reliquias se trasladarán hasta la Catedral donde, a las 12:00, el arzobispo, don Fidel Herráez Vegas, presidirá la solemne eucaristía del día de la Inmaculada. Tras la misa, las reliquias podrán ser veneradas por cuantos fieles lo deseen hasta las 14:00 horas, cuando se trasladen de nuevo, esta vez al Seminario diocesano de San José. Allí, a las 17:30 horas tendrá lugar el rezo de un Rosario meditado con antorchas. Finalmente, las reliquias partirán rumbo a la vecina diócesis riojana a las 9:00 horas del lunes 9 de diciembre.

Voluntariado para el Año Jubilar

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Don Fidel Herráez, durante la presentación del proyecto de voluntariado.

Don Fidel Herráez, durante la presentación del proyecto de voluntariado.

 

Las celebraciones del VIII Centenario de nuestra Catedral van salpicando de actividades el calendario de nuestra ciudad. Son muchas las citas culturales, sociales y religiosas que se han convocado por este motivo, en las que vamos participando y colaborando de distintas maneras, según los casos, con gran ilusión. Hoy quiero referirme a una de estas colaboraciones que requiere cierta preparación y, como tal, se está ofreciendo y organizando: es el voluntariado para el Año Jubilar. Como tantas veces os voy diciendo, en la Catedral confluyen diferentes elementos y dimensiones que es preciso respetar y armonizar por ser un patrimonio que, aunque nace de la fe y tiene en su dimensión religiosa el sentido más pleno y genuino, se trasciende para convertirse en patrimonio universal.

 

Desde el punto de vista pastoral, también nuestra Iglesia Diocesana ha previsto una programación con motivo del VIII Centenario que ha sido ampliamente difundida. Dos son los objetivos de la misma. Por una parte, celebrar convenientemente el gozo de pertenecer a una Iglesia Diocesana que tiene en su Catedral el templo Madre: eso nos lleva a profundizar en lo que significa la conversión misionera, es decir, la renovación de nuestro encuentro con Jesús, que siempre deriva en misión. Por otra parte, el segundo objetivo es avanzar en el necesario encuentro entre la fe y la cultura de nuestro tiempo, entre Iglesia y mundo, que tiene en la Catedral el signo de una fe hecha cultura.

 

En la búsqueda de esos objetivos, que son el alma de toda esta celebración del VIII Centenario, sabéis que estamos dando ya los primeros pasos en la Asamblea Diocesana; un acontecimiento que, con la ayuda de Dios, nos permitirá reconocernos como Iglesia viva que camina en Burgos, llamada al encuentro con Cristo y a la renovación del compromiso misionero. Igualmente tendremos, junto con la Asamblea, la celebración del Año Jubilar concedido por la Santa Sede, que nos permitirá vivir algunas dimensiones que son esenciales a la vida cristiana: el júbilo, la dimensión social de la fe, la peregrinación, la penitencia… El Año Jubilar es un tiempo de gracia que se nos regala en la Iglesia para abrirnos especialmente a Dios y acoger su misericordia y su perdón; para consolidar la fe, favorecer las obras de solidaridad y la comunión fraterna en el seno de la Iglesia y en la sociedad; es una invitación abierta a todos los cristianos y a cuantos deseen acercarse, como peregrinos, a la casa de Dios.

 

Con el fin de irnos preparando poco a poco a esta celebración, ha comenzado a primeros de este mes un curso de voluntariado; se pretende que los voluntarios que participen en las actividades del Jubileo se capaciten con la formación necesaria para la celebración diaria del Jubileo, evidenciando la dimensión pastoral del acontecimiento. En él se han inscrito cerca de cien personas a las que agradezco de corazón su disponibilidad y su generosidad. Ellas serán, en nombre de nuestra Iglesia Diocesana, las encargadas de informar, de acoger y de acompañar a las personas que peregrinen hasta nuestra Catedral. En cierto modo, van a ser el rostro visible de esta Iglesia que camina en Burgos y que desea ser fiel, acogedora y misericordiosa. Sus tareas fundamentales serán la acogida en el puesto de información que se creará con motivo del Año Jubilar, el acompañamiento de los peregrinos en el Itinerario Jubilar diario, y la disponibilidad en todas las tareas que conlleven las diferentes celebraciones y eventos previstos.

 

Ellas serán, en nombre de nuestra Iglesia Diocesana, las encargadas de informar, de acoger y de acompañar a las personas que peregrinen hasta nuestra Catedral. En cierto modo, van a ser el rostro visible de esta Iglesia que camina en Burgos y que desea ser fiel, acogedora y misericordiosa.

 

El voluntariado es hoy un movimiento significativo en nuestra sociedad. Son muchos los hombres y mujeres, de todas las edades, que realizan tareas de voluntariado en diferentes campos: el mundo de la exclusión, de las migraciones, de la discapacidad, de la infancia y juventud, de la ecología o de la cooperación internacional… El voluntariado es una manera de concebir la vida, no solo un tiempo que se dedica a los demás. Es la forma de hacer realidad con ese compromiso la urgencia que tenemos de promover unos valores que nos hagan más humanos: la gratuidad, la solidaridad, el encuentro fraterno, la cercanía, la participación… Gracias al voluntariado se realizan infinidad de tareas que serían imposibles de otra manera. Pero además, se expresa una manera de construir y edificar nuestra vida social.

 

El Año Jubilar será, en gran parte, animado por este grupo de voluntariado. Por eso, termino dándoos gracias a todos y a cada uno de los voluntarios por vuestra disponibilidad y alentándoos en vuestra tarea. Con palabras del Papa Francisco yo también os digo: «Estad siempre contentos y llenos de alegría por vuestro servicio, pero no dejéis que nunca sea motivo de presunción que lleva a sentirse mejores que los demás. Por el contrario, vuestra obra de misericordia sea la humilde y elocuente prolongación de Jesucristo que sigue inclinándose y haciéndose cargo de quien sufre». El Año Jubilar será ante todo el Año del Señor, portador de la vida y de la gracia para toda la humanidad.