Miranda se solidariza con las familias de las víctimas del pesquero Villa de Pitanxo

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La Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC) y Pastoral de Migraciones de Miranda han expresado su solidaridad y apoyo a las víctimas del naufragio del barco pesquero Villa de Pintanxo, acaecido el pasado 15 de febrero cerca de las costas de Canadá. En él perdieron la vida varias personas y algunas están desaparecidas. Dos de ellos eran de Ghana y residentes en Miranda: Pleungo Zuro Apaanah, fallecido, y Mike Tetteh, desaparecido.

 

Además de manifestar su apoyo, ambas organizaciones han querido visibilizar a la gente del mar, sus duras condiciones laborales y reconocer que también son trabajadores esenciales en estos tiempos de pandemia. Aun sabiendo que en este caso han concurrido circunstancias naturales muy adversas, piden a las personas que trabajan en la legislación, la política, el ámbito sindical, las cofradías de pescadores y las empresas del sector que tengan en cuenta el interés humano por encima de otros intereses de tipo económico o estratégico. «Su vida, su dignidad, sus derechos y los de sus familias deben primar sobre cualquier otro interés. La persona es lo primero».

Cáritas Burgos se une al rechazo a la guerra y pide colaborar con Ucrania

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caritas ucrania

Foto de archivo de Cáritas Ucrania.

 

«Los sucesos que comenzaron [el pasado jueves a primera hora] conducirán inevitablemente a una catástrofe humanitaria colosal. Es imposible creer que en pleno siglo XXI en el centro de Europa la gente tenga que despertarse a las 5 de la mañana por las explosiones y el sonido de las sirenas antiaéreas». Con estas palabras Tetiana Stawnychy, presidenta de Cáritas Ucrania, reaccionó al ataque a gran escala lanzado en la madrugada del día 24 en el país. La Confederación de Cáritas a nivel europeo ha lanzado un llamamiento de urgencia, al que se suma esta entidad en Burgos, para apoyar a sus homólogos sobre el terreno. El programa tiene como objetivo apoyar a las personas afectadas por el conflicto con alimentos, agua potable, alojamiento seguro y kits de higiene, así como garantizar un transporte seguro para que las personas vulnerables puedan reunirse con sus seres queridos y acceder a zonas seguras.

 

Desde el área de Cooperación Internacional de Cáritas Burgos su responsable, Carlos López Ahedo, señala que «la población local ya vive en condiciones críticas por un conflicto que comenzó hace ocho años, y en el que han sido asesinadas 14.000 personas, además de provocar 1,5 millones de desplazados».

 

Como en otras ocasiones, las cantidades aportadas por los burgaleses se enviarán directamente a Cáritas Ucrania, garantizando así que la ayuda llegue de forma rápida y efectiva a los afectados.

 

Números de cuenta

 

La Caixa: ES 87 2100 0097 37 2200203772

Ibercaja: ES 15 2085 4801 20 0330341736

Fiare Banca Ética: ES 38 1550 0001 28 0001579721

Jóvenes de Getafe celebran el Jubileo de la Catedral

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La delegación de Juventud de la diócesis de Getafe, junto con 10 sacerdotes, peregrinaron ayer hasta la Catedral con motivo del Año Jubilar. La celebración de la eucaristía en la tarde del domingo fue el momento central de la jornada tras la acogida en la plaza de Santa María y el paso por la Puerta Santa del perdón.

 

Los jóvenes comenzaron su jornada en el santuario de Loyola, hasta donde llegaron después de caminar 20 kilómetros desde Zumárraga y tras haber pernoctado en Pamplona.

 

La capilla de Santa Tecla se llenó de jóvenes que quieren plantear la vida desde la fe y la fe desde la vida. La experiencia de conversión de San Ignacio es un referente para plantear cuál es plan de Dios para cada uno de ellos. El lema del Año Jubilar, –«Sois templo de Dios»– es una invitación a que la vida tenga sentido desde la confianza en Dios.

Hijo Adoptivo de Burgos «por su implicación» en bien de la ciudad

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El arzobispo emérito de Burgos, don Fidel Herráez Vegas, es desde ayer «Hijo Adoptivo de la Ciudad». A pesar de haber nacido en Ávila y haber ejercido el sacerdocio y el episcopado con anterioridad en la capital del país, tras su llegada a Burgos en noviembre de 2015, su «labor pastoral» y su «implicación en los proyectos de la ciudad» han llevado al Consistorio a distinguirle con tal título honorífico.

 

El Ayuntamiento, que le otorgó ayer tal distinción en un acto desarrollado en el Teatro Principal, también ha esgrimido para la concesión del título «su cercanía, conocimiento e implicación social», «alentando el desarrollo humano de sus ciudadanos». Entre sus méritos, el Consistorio destaca de manera especial su trabajo como «presidente de la Fundación VIII Centenario de la Catedral de Burgos», «aglutinando al tejido político, social, económico y cultural de la ciudad» y promoviendo numerosas actividades encaminadas a celebrar los 800 años de la colocación de la primera piedra de la Seo burgalesa.

 

Junto al arzobispo emérito, el Ayuntamiento ha concedido de igual manera otros títulos honoríficos: el de Buen Vecino al Rotary Club; los títulos de Burgaleses de Pro a los artistas Néstor Pavón (a título póstumo) y Ana Núñez, y las Medallas de Oro de la Ciudad al Grupo Espeleológico Edelweiss y a la Institución Fernán González. El acto, que se clausuró con el canto del Himno a Burgos, contó con la presencia del regidor municipal, Daniel de la Rosa, miembros del equipo de Gobierno y numeroso público.

 

La concesión del título de Hijo Adoptivo de la ciudad al arzobispo emérito nació a propuesta de Ciudadanos y contó con el respaldo en un pleno celebrado en el Ayuntamiento en noviembre del año pasado con el voto a favor de los grupos municipales PSOE, PP, Cs, Vox y la abstención de Podemos.

Miércoles de ceniza: ayuno y oración por la paz

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Queridos hermanos y hermanas:

 

A las puertas de una nueva Cuaresma, ese camino de vuelta a la casa del Padre, despojamos de nuestro corazón la soberbia de creernos invencibles para volver a Dios, a la vida que nos quiere donar en la Pascua de Resurrección.

 

La Cuaresma «es un tiempo favorable para la renovación personal y comunitaria que nos conduce hacia la Pascua de Jesucristo muerto y resucitado», afirma el Papa Francisco en su mensaje para este tiempo litúrgico que ahora comenzamos. Una invitación que se hace llamada para no desfallecer ante las adversidades y para no cansarse de hacer el bien, pues «mientras tenemos la oportunidad, hagamos el bien a todos» (Ga 6,9-10a).

 

Ante los dolorosos acontecimientos que suceden en Ucrania, el Papa nos ha pedido que dediquemos el primer día de la Cuaresma, el miércoles de ceniza, a una jornada de ayuno y oración por la paz. Como afirma en el llamamiento: «Dios es Dios de paz y no de guerra; es Padre de todos, no sólo de algunos, que nos quiere hermanos y no enemigos».

 

En este volver a Dios de cada día con un espíritu entregado sin condiciones, hemos de cuestionarnos al inicio de la Cuaresma, qué limosna, qué ayuno y qué oración nos pide Dios para estos cuarenta días de entrega. La invitación de Dios a dejar de vivir entre las cenizas, nos abre la mirada hacia una senda nueva, hacia un cauce de inagotable belleza que nos lleva a la fuente «que mana y corre», aunque tantas veces debamos visitarla «cuando es de noche» (San Juan de la Cruz).

 

Estamos llamados a dejarnos modelar por su amor, como el barro en manos del alfarero. Y, así, en sus manos, dejarse hacer, prenderse en su llama, ser personas cántaro para dar de beber a los sedientos de hoy; ser sembradores de paz y reconciliación en nuestro entorno y hasta los confines del mundo. Estamos hechos para el fuego que siempre arde, para la eternidad del Cielo que encuentra, en la Mesa del altar, la plenitud de nuestras vidas y la fuente del amor y de la paz.

 

Y la Cuaresma, cuarenta días para crecer en el amor a Dios y al prójimo, antes del Domingo de Resurrección que establece el final de la Semana Santa, cuarenta ocasiones para reencontrarse con la mirada compasiva del Amado, da sentido a nuestra fragilidad, a nuestro barro y a nuestras heridas. Porque, en algunos momentos, este tiempo de gracia nos obliga a abrazar la cruz y a descoser el caparazón de nuestras comodidades para comprender los sentimientos de Cristo. «¿Qué corazón habrá tan de piedra que no se parta de dolor (pues en este día se partieron las piedras) considerando lo que padeces en esta cruz?», revelaba san Pedro de Alcántara, ante este gran misterio del amor derramado.

 

En este andar acompasado hacia la Resurrección, hemos de entender que la Cruz no es una derrota; es el renacer de nuestra esperanza, es la victoria de Cristo, es el triunfo del Amor y del perdón. Y ahí brota el sentido de la Cuaresma: en un volver el rostro para mirar a Dios, en un cambiar de rumbo nuestras expectativas, en un continuo despertar a la voz de la Providencia que endereza nuestros caminos.

 

En este peregrinar cuaresmal, la Palabra de Dios y los sacramentos van acrisolando nuestra vida. Acerquémonos al altar, sin miedo: la donación de Cristo en la Eucaristía nos hará pasar del sufrimiento a la libertad, de la desesperación al consuelo, de la muerte a la vida, de la guerra y la discordia a la paz y la concordia. Acojamos la misericordia de Dios en el sacramento de la reconciliación; hagamos de nuestro corazón el lugar donde Dios y el prójimo encuentran cabida.

 

La resurrección de Cristo «anima las esperanzas terrenas con la “gran esperanza” de la vida eterna e introduce ya en el tiempo presente la semilla de la salvación» (cf. Benedicto XVI, Spe salvi, 3; 7). En este sentido, el Santo Padre anima, para esta Cuaresma, a que no nos cansemos de orar, ni de extirpar el mal de nuestra vida, ni de hacer el bien en la caridad activa hacia el prójimo. La Cuaresma, revela, «nos recuerda cada año que el bien, como el amor, la justicia y la solidaridad, no se alcanzan de una vez para siempre; han de ser conquistados cada día».

 

Por todo ello, afianzados en la Virgen María, aquella que «conservaba todas estas cosas y las meditaba en su corazón» (Lc 2,19), meditemos sobre cuál es el fruto de nuestra limosna, cuánto es el precio de nuestro ayuno y qué colma de sentido nuestra oración. Solo así, adentrándonos en el amor del corazón de Jesús, podremos caminar con Él en los desiertos que en muchas ocasiones debemos atravesar en nuestra vida. Ayunemos y oremos de modo particular este miércoles de ceniza por la paz en el mundo y de modo particular en la vecina Ucrania.

 

Con gran afecto, os deseo un feliz inicio de la Cuaresma.

 

+ Mario Iceta Gavicagogeascoa

Arzobispo de Burgos