«Dios me trajo desde Roma a Burgos para ser sacerdote y aquí estoy»

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STEFANO MALERBA (1)

Stefano Malerba Megna nació en Roma en 1984. De padres italianos, es el segundo de cuatro hermanos. Cursó estudios en Radiología, rama sanitaria. Vivió en la ciudad eterna hasta los 30 años, cuando tras vincularse al Camino Neocatecumenal, que mantiene el carisma de estar abiertos a entrar en cualquier seminario del mundo, tuvo la opción a través de un sorteo de acceder al de Burgos, donde llegó el 7 de octubre de 2014. En Burgos ha cursado la carrera de Filosofía. Además ha llevado a cabo una experiencia pastoral de dos años en Finlandia y ha ejercido el diaconado en la localidad burgalesa de Mecerreyes. Tras seis años de formación en el Seminario de Burgos, el próximo 9 de julio de 2022 será ordenado sacerdote.

 

Entró en el Camino Neocatecumenal cuando tenía 14 años, pero no se planteó en ningún momento ser sacerdote. «El momento de flechazo con mi vocación sacerdotal se produce durante el funeral por el Papa Juan Pablo II que estaba viendo por la tele y entonces el Evangelio y posterior homilía del cardenal Ratzinguer fueron sobre un pasaje de San Juan en el que el Señor le pregunta a Pedro: «Me amas más que estos… apacienta mis ovejas»  Aquello me llegó profundamente al corazón y me planteó muchos interrogantes y dudas sobre mi vida, porque en esos momentos yo tenía 20 años y novia, una chica que me quería y yo a ella. Sentí que tenía que aclararme y sobre mí pesaba una carga de conciencia terrible, aquellos fueron momentos de dolor».

 

«Entonces mi fe era inmadura y la afectividad pudo con la vocación», relata. «Seguí con mi novia durante varios meses pero llegó un momento en el que todo se acabó, el noviazgo se cortó por diversas circunstancias, pero nada tuvo que ver mi vocación en ello. Entonces me centré en mis estudios y me gradué como técnico en Radiología, En aquellos momentos me movía el deseo de destacar, trabajar bien, hacer dinero, tener mis cosas y hacer mi vida, pero cada vez que escuchaba o leía la Palabra de Dios el «Ven y sígueme»,  el corazón me latía más fuerte, y esto me agobiaba mucho porque el Señor me invitaba a seguirle pero yo quería hacer mi voluntad».

 

No le resultó fácil decidirse, reconoce. «Primero hice mi voluntad pero con mucho fracaso, aunque tenía trabajo y ganaba mi sueldo, no estaba contento, vivía de una manera muy egoísta. El cambio se inicia en mí cuando comienzo a colaborar con la Iglesia como catequista de Primera Comunión y también cuando veo cosas que me llaman la atención, como que mi hermano, dos años menor que yo, se ordena como presbítero, y yo le noto radiante de felicidad, lleno de paz. Aquello me atrajo mucho porque yo quería tener lo mismo que él tenía y a mí me faltaba. Me di cuenta de que yo había tapado la llamada de Dios, pero me seguía llamando y esperando. El año anterior a entrar en el Seminario fue de discernimiento y al final decidí seguir al Señor donde me llevara y en el sorteo de lugares donde podía ir, salió Burgos. Había muchos otros destinos, en América, África… pero Dios me envió a Burgos.

 

Sus primeros momentos en Burgos fueron mal, recuerda. «Hubo momentos en los que pude llegar a renunciar, pero me mantuve. El primer año fue muy duro. Dejar mi tierra, mi entorno, mi país, mi cultura y mi idioma fue terrible, sufrí mucho por este cambio, pero al igual que el pueblo de Israel pasó por el desierto, para mí el Seminario de Burgos fue mi desierto para librarme de mis ataduras y encontrar al Señor. El Seminario es un buen lugar para estructurar a una persona tal y como yo venía de Roma, porque en el Seminario hay oración, hay estudio y trabajo, se adquiere disciplina y pese a las dificultades, la experiencia iba a marcar mi vida. Es cierto que me planteé dejarlo, pero decidí quedarme».

 

Me di cuenta de que no tenía problemas, el problema era yo, una persona no libre, muy ligada a las cosas y a las costumbres

«Yo me ponía delante del Señor y le contaba todo lo que no me gustaba aquí y el Señor me fue desmontando uno por uno mis argumentos y me quedé sin problemas. No me gustaba el frío, pero enseguida mejoró el tiempo y me acostumbré. La diferencia cultural también se fue limando poco a poco y el idioma dejó de ser problema porque entendía a todos y todos me entendían a mí. En conclusión, yo me di cuenta de que no tenía problemas, el problema era yo, una persona no libre, muy ligada a las cosas y a las costumbres. Este proceso fue necesario y cuando volví de vacaciones a Italia, mi hermana me dijo que el Seminario de Burgos me había cambiado, era más disciplinado, no me costaba ayudar en las cosas de la casa y se alegraba de verme menos atormentado que cuando vivía en Roma. Cuando volví a Burgos, el segundo año ya fue muy diferente, entendí a la ciudad y a la gente de aquí, estaba claro que el problema no era Burgos ni el Seminario, sino yo mismo».

 

La última prueba fue el verano pasado en Finlandia, donde estaba viviendo una experiencia de evangelización. Allí se acercó a la realidad de los jóvenes. «Había chicas que mostraban en sus vidas el deseo de formar una familia y viví un momento de atracción por otro tipo de vida, por un momento parecía que podían volver las dudas, pero fue al revés, porque mi sufrimiento de esos días sirvió para superar aquello y discernir que Dios no me había enviado a Finlandia a ver chicas ni a buscar la mujer de mi vida, sino para evangelizar. Cuando regresé a Burgos y me llamaron para preguntarme si deseaba ser diácono, yo no tuve dudas, mi respuesta fue un sí de corazón. Dios había completado su llamada y había cambiado mi vida».

 

En su nueva etapa espera llevar a cabo «una vida de servicio a los demás. De amor al Evangelio y a todas las personas, tanto a las que están dentro como fuera de la Iglesia. La misericordia y el amor de Dios lo pueden todo, y al igual que ha cambiado mi vida, lo quiere hacer también con muchos otros más. Quiero ejercitar mi ministerio con fidelidad y poner mi vida al servicio de todos las 24 horas al día. No tengo preferencias sobre mi destino. Donde el señor me envíe allí estaré».

San Pedro y san Pablo, intercesores para «una nueva fraternidad»

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El día grande de las fiestas de la ciudad ha vuelto a recuperar la normalidad. Si el año pasado estuvo marcado por la visita del rey Felipe VI y en 2020 por una atípica ofrenda floral a puerta cerrada, el «regreso» de los ‘Sampedros’ ha inundado la solemnidad de San Pedro y San Pablo de renovada intensidad. De hecho, la liturgia ha contado con el respaldo musical que Pedro María de la Iglesia ha compuesto con motivo del VIII Centenario de la Catedral sobre los textos de Donato Miguel Gómez. Y don Mario Iceta, que ha presidido por primera vez la celebración, ha querido llamar a los burgaleses a lograr «una nueva fraternidad» que frene las divisiones, los enfrentamientos y las dificultades sociales.

 

«San Pedro y san Pablo fueron personas distintas que formaron comunión en una única Iglesia. Católico significa universal, integrador. En la Iglesia caben todas las lenguas, todos los modos, todas las civilizaciones. La Iglesia es la casa de la fraternidad y nuestra misión es crear una nueva fraternidad». «El mundo necesita ser renovado. Solos no podemos, necesitamos la ayuda del Señor para hacer una nueva hermandad», ha declarado en su homilía.

 

Para acometer esta misión, el pastor diocesano ha trasladado que «no valen respuestas de oídas», sino descubrir en Jesús «la vitalidad que nos ayuda a vivir, no solo a sobrevivir», pues «es la llave que abre el corazón» y «cura nuestra vida transida de cruces, dificultades y problemas, librándonos de nuestras ansias y miedos». Para don Mario, Pedro y Pablo son prototipos de la nueva humanidad que los cristianos están llamados a construir: «Pedro tiene la potestad de las llaves, la potestad de perdonar de lo que esclaviza y mata, que es el pecado. Y Pablo el poder de la espada, el poder de la Palabra de Dios, que es viva y eficaz y revela cómo es nuestro corazón», al que Dios «cura sus llagas».

 

Flores para la patrona

 

La misa pontifical ha dado paso, ya en la calle, a la popular ofrenda de flores a la patrona de la archidiócesis, Santa María la Mayor. El arzobispo ha sido el primero en depositar a sus pies un centro floral, pidiendo a la Virgen que «cuide bajo su manto a todo Burgos», de modo especial a los enfermos, a las personas mayores que viven solas, a los niños, las familias, las personas que se han quedado sin trabajo y los que viven agobiados. «María es la Madre que nos sostiene y abraza». «Agradezcamos su cuidado aunque sea con una simple margarita silvestre», ha invitado en su homilía.

 

La patrona recibe este homenaje popular desde 1954, cuando la primera reina de las fiestas decidió depositar sobre su altar los numerosos ramos de flores con los que fue agasajada. Nació así una tradición que se incluye en el programa festivo de la ciudad desde el año siguiente. Aunque en algunas épocas su desarrollo se ha interrumpido, en el 1987 el Comité de Folclore la retomaba tal como la conocemos hoy. En los inicios, la comitiva popular de la Ofrenda Floral la conformaban grupos de danzas y folclore. Progresivamente fueron incorporándose más colectivos. Hoy en día está compuesta por peñas, casas regionales, grupos tradicionales, asociaciones culturales y grupos de danza.

Nuevo obispo de Tarazona: «Confío en ser una familia con ellos, quererles y dejarme querer»

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El vicario episcopal para los asuntos económicos de la archidiócesis de Burgos, Vicente Rebollo Mozos, ha sido nombrado por el papa Francisco obispo de la diócesis de Tarazona tras haber aceptado la renuncia del ministerio episcopal, por razones de edad, de quien ha sido su pastor desde 2011, el agustino Eusebio Hernández Sola.

 

Vicente Rebollo recibirá la ordenación episcopal el próximo 17 de septiembre en una celebración que se desarrollará en la catedral de Santa María de la Huerta y en la que tomará posesión de la sede turiasonense, cuyos orígenes se remontan al año 449 y que cuenta en la actualidad con un territorio cercano a los 4.500 kilómetros cuadrados, una población aproximada de 85.000 habitantes y 144 parroquias agrupadas en cinco arciprestazgos atendidas por unos 80 sacerdotes. 

 

El hasta ahora también deán de la Catedral de Burgos se trasladará de una a otra diócesis rural en eso que se ha llamado «España Vaciada». En la diócesis que pastoreará abundan los pueblos de menos de 300 vecinos y la inmensa población se agrupa en torno a la capital maña. 

 

«Uno no nace para obispo», indica. «En el Seminario nos preparan para ser sacerdotes, pero nadie enseña a ser obispo». A pesar de haber formado parte del equipo de gobierno y haber colaborado de cerca con los últimos tres arzobispos de Burgos, confía «en la gente, los sacerdotes, los demás obispos, en la providencia de Dios y su misericordia» a la hora de desempeñar la nueva misión que le encomienda la Iglesia, que recibe «con esperanza» y con el debido agradecimiento al Santo Padre. «Voy con actitud de aprender», «con la ‘L’ en la espalda», ha bromeado. «La gente sencilla es la que más te enseña. Confío en ser una familia con ellos».

 

«Solo espero serles útil y servir al Reino, oler a oveja», explica. De hecho, en el vídeo que ha enviado a sus nuevos diocesanos esta mañana, cuando se ha hecho público su nombramiento de forma conjunta en Roma, Tarazona y Burgos, ha manifestado su deseo de compartir con ellos «vida y preocupaciones», siendo «un instrumento del amor de Dios». «Juntos haremos que el Reino de Dios siga extendiéndose en nuestra tierra, llegue a los pobres y necesitados, a los enfermos y los débiles, a los que están solos y viven sin esperanza», trasladaba en el mensaje. «Confío en ser una familia con ellos, quererles y dejarme querer», ha apostillado en su comparecencia a los medios de comunicación.

 

Otro guiño para Burgos

 

Tanto el propio Rebollo como el mismo arzobispo coinciden en señalar los continuos «regalos» que el papa Francisco está teniendo con la Iglesia burgalesa durante el Año Santo. «Es una riqueza para la archidiócesis que el Santo Padre se fije en ella», recordaba don Mario Iceta apenas un año después de la designación como obispo de Mondoñedo-Ferrol del burgalés Fernando García Cadiñanos, sin olvidar su propio reciente nombramiento como miembro de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos de la Santa Sede.

 

Maestro en transparencia

 

Vicente Rebollo nació en Revilla Vallejera en 1964. Recibió la ordenación sacerdotal en 1988 y ha desempeñado el ministerio en San Pablo Apóstol, Canicosa y Regumiel de la Sierra, Tardajos y pueblos del entorno, Ntra. Sra. del Rosario y la Catedral. Después de licenciarse en Teología Espiritual en la Facultad de Teología de Burgos (1999) solicitó permiso al entonces arzobispo, Francisco Gil, para realizar estudios relacionados con la economía, por los que sentía interés. Obtuvo en la UBU la diplomatura en Ciencias Empresariales (2004), la licenciatura en Administración y Dirección de Empresas (2006) y el máster en Investigación en Economía de la Empresa (2011). De este modo, los sucesivos arzobispos han puesto en sus manos las finanzas de la archidiócesis, aplaudidas por ser una de las que se gestiona con más solvencia y transparencia. 

 

«Ha sido un trabajo en equipo, una apuesta que ha salido muy bien», explica con modestia. Ese ejercicio de transparencia será uno de sus objetivos cuando sea obispo, superando su vinculación al factor puramente económico: «Es bueno que la gente sepa lo que somos, lo que hacemos y cómo lo hacemos. Eso, además, nos ayuda a ser más responsables», indica. 

 

Vicente, visiblemente emocionado, se ha mostrado agradecido a «su diócesis» de Burgos: Si el Papa quiere que sea obispo «es fruto de los sitios por los que he pasado y de lo que he aprendido de la gente que ha estado a mi lado», de los que ha querido dar debida cuenta. «Vosotros habéis sido mi seminario para ser obispo», ha dicho instantes antes de hacerse pública la noticia a sus compañeros de presbiterio. «Siento que dejo una gran familia a la que he entregado mi vida», ha declarado mientras bromeaba que «dejo algún barco en alta mar y con viento soplando».

Vicente Rebollo Mozos, obispo de Tarazona

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Así se ha hecho público el nombramiento

 

El papa Francisco ha nombrado al sacerdote burgalés Vicente Rebollo Mozos obispo de Tarazona. Vicente Rebollo es en la actualidad vicario episcopal para Asuntos Económicos y ecónomo de la archidiócesis de Burgos. El nombramiento se hace público hoy, martes 28 de junio de 2022, y así lo ha comunicado la Nunciatura Apostólica a la Conferencia Episcopal Española. Recibirá la ordenación episcopal el próximo 17 de septiembre en la Catedral de Santa María de la Huerta. Desde 2011 era obispo de Tarazona mons. Eusebio Hernández Sola, a quien el papa acepta la renuncia de su cargo por motivos de edad.

 

Currículum vitae

 

El obispo electo de Tarazona nació el 15 de abril de 1964 en Revilla Vallejera. Bachiller en Teología (1988) y Licenciado en Teología Espiritual (1999) por la Facultad de Teología del Norte de España, sede de Burgos. Fue ordenado sacerdote el 13 de agosto de 1988.

 

Es diplomado en Ciencias Empresariales (2004), licenciado en Administración y Dirección de Empresas (2006) y máster universitario en Investigación en Economía de la Empresa (2011) por la Universidad de Burgos.

 

Su ministerio sacerdotal lo ha desempeñado en la archidiócesis de Burgos donde ha desempañado los siguientes oficios pastorales: vicario parroquial de San Pablo Apóstol (1988-1996); párroco de Canicosa de la sierra y Regumiel de la Sierra (1996-1999); párroco de Tardajos, Rabé de las Calzadas y Villarmentero (1999-20007); arcipreste de San Juan de Ortega (2002-2007) y secretario del consejo presbiteral (2005-2007).

 

En la actualidad es ecónomo diocesano (desde 2007); vicario episcopal para asuntos económicos (desde 2016); miembro del consejo presbiteral (desde 2003) y del colegio de consultores (desde 2012); canónigo administrador capitular (desde 2014) y deán de la Catedral de Burgos (desde 2021).

 

Además, es miembro del Ilustre Colegio de Economistas de Burgos desde 2009. Es presidente de la Asociación de Fieles «Caballeros de la Purísima Concepción de Nuestra Señora de la Madre de Dios» (desde 2009): miembro (desde 2011) y presidente (desde 2014) del Consejo de administración de la Mutua UMAS; además es desde 2018 el presidente de su Fundación. También es miembro del Consejo de Administración de Ábside Media.

 

Saludo a la Iglesia de Tarazona

 

La Fundación VIII Centenario de la Catedral. Burgos 2021 programa actividades en más de 60 fechas para la segunda mitad de 2022

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El Patronato de la Fundación VIII Centenario de la Catedral. Burgos 2021 se ha reunido esta mañana en la sala capitular del monasterio de Las Huelgas para perfilar las actividades que esta entidad realizará en la segunda mitad de este año con motivo de los 800 años de la Seo castellana, que abarcará más de 60 fechas. A este encuentro han acudido el presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco; su homólogo de Castilla-La Mancha, Emiliano García Page; la delegada del Gobierno en Castilla y León, Virginia Barcones; los consejeros de Cultura, Gonzalo Santonja, y de Sanidad de la Junta de Castilla y León, Alejandro Vázquez; la delegada de Patrimonio Nacional para los Reales Patronatos, Elvira Prado; la abadesa de Las Huelgas y los abades de Santo Domingo de Silos y San Pedro Cardeña.
Dentro del acuerdo alcanzado con la Diputación Provincial, habrá una programación específica en torno a la Ruta Jacobea que incluirá ver Castrojeriz a la luz de las velas en la víspera del día de Santiago Apóstol. Este será uno de los pueblos en los que recalará ‘Artes escénicas en el Camino’, junto a Belorado, San Juan de Ortega, Atapuerca, Sasamón y Hornillos del Camino. Entre todas estas localidades acogerán, en julio y agosto, un total de 15 actuaciones infantiles, musicales y de teatro.

 

Además, la Joven Compañía de Danza de Castilla y León ofrecerá cinco funciones en Castrojeriz, Atapuerca, Belorado, San Juan de Ortega y en la Llana de Afuera, en Burgos. Y la primera semana de agosto se desarrollará un festival internacional de folclore con cuatro sedes: Belorado, San Juan de Ortega, Sasamón y Castrojeriz.

 

También se retoman actividades como el ‘Camino de Santiago burgalés’, con nueve etapas que comenzaron el sábado pasado, o el ciclo literario coordinado por Antonio Pérez Henares, que se llamará ‘Conversaciones en el Camino’ y recalará en las iglesias de San Lesmes y la Antigua de Gamonal y en el Hospital del Rey, y contará con escritores como Juan Eslava Galán, José Ángel Mañas o Karina Sainz Borgo, entre otros. Asimismo, la exposición fotográfica ‘Objetivo Burgos Jacobeo’ se podrá ver en varias poblaciones de la Vía Jacobea.

 

20 años del Camino del Cid

 

Con motivo del vigésimo aniversario del Consorcio del Camino del Cid, las hazañas de Rodrigo Díaz y su legado centrarán parte de la programación de la Fundación VIII Centenario de la Catedral. Burgos 2021 para los próximos meses. Así, Burgos acogerá una muixeranga, elemento festivo tradicional de algunos pueblos de la Comunidad Valenciana, el fin de semana del 23 y 24 de julio. Durante esos días habrá pasacalles y se levantarán torres humanas en distintos puntos de la ciudad.

 

Esta será también una oportunidad para unir dos patrimonios de la Humanidad que se encuentran ligados por la ruta cidiana: las Fallas y la Catedral de Burgos. Esto permitirá montar una falla con motivos del héroe medieval burgalés en la plaza del Rey San Fernando, a los pies de la Catedral.

 

 

20 de julio de 2022

 

En el día en que la Seo cumplirá 801 años, el 20 de julio de 2022, se celebrará una misa solemne, que se sumará a otros actos religiosos como un oratorio o el estreno de la Misa del VIII Centenario el día de San Pedro.

 

Además, el fin de semana del 9 y 10 de julio, gigantones y cabezudos de toda Europa recorrerán las calles de Burgos, en una actividad coordinada por la Hermandad de Peñas, Sociedades y Casas Regionales de la Cabeza de Castilla. Y septiembre llegará con la puesta en marcha de la primera edición del Festival de Teatro Clásico, desde el jueves 1 hasta el domingo 18. Las actuaciones se distribuirán por el Teatro Principal, el monasterio de San Juan, la Escalera Dorada y la plaza de Santa María, con piezas como El diablo cojueloEl lazarillo de Tormes o El Cronicón de Oña y compañías entre las que destacan Rhum & Cia o Nao d’amores.

 

Otoño: ‘La Catedral a la luz de las velas’, Teatro Real, exposición y gala

 

La recta final del VIII Centenario la abrirá una nueva edición de ‘La Catedral a la luz de las velas’, tras su éxito en 2019. El 9 de octubre será la última oportunidad para presenciar un gran concierto de música clásica dentro de la Catedral de Burgos, con la Orquesta y Coro titulares del Teatro Real, que interpretarán el Réquiem de Verdi.

 

Ya en noviembre, una exposición muy visual e interactiva en el monasterio de San Juan repasará la trayectoria de la Fundación VIII Centenario de la Catedral. Burgos 2021 y las principales actividades desarrolladas durante los últimos cinco años. El colofón lo pondrá una gala especial de clausura del VIII Centenario en el Fórum Evolución.

 

Cuentas auditadas y sin deudas

 

El Patronato hoy ha podido conocer y aprobar, a propuesta de la Comisión Ejecutiva, las cuentas definitivas de 2021, revisadas por un auditor externo y ya expuestas en la mesa de transparencia y control de la Fundación VIII Centenario de la Catedral. Burgos 2021. De ellas se extrae que esta entidad finalizó el ejercicio pasado sin ninguna deuda. Asimismo, los responsables económicos de la fundación han expuesto el presupuesto de este año, que supera los 1,7 millones de euros.