Documentación

  • MENSAJE DEL SR. ARZOBISPO D. FIDEL HERRÁEZ VEGAS

      Domingo 22 de Enero de 2017 con motivo del 25 aniversario de la muerte de Marta.

      Ayer sábado, día de Santa Inés, joven cristiana de los primeros siglos de la Iglesia, que murió mártir sellando con su sangre el don de la virginidad, se cumplían 25 años de la muerte de Marta Obregón Rodríguez, cuya causa de beatificación está abierta dentro de nuestra Diócesis de Burgos. El proceso sigue su curso normal, a la espera de la finalización de su fase diocesana. Tenía 22 años y su asesinato fue entonces un suceso que conmocionó a toda nuestra ciudad.

      Fue el Papa Juan Pablo II quien nos invitaba a hacer memoria de los mártires y de los santos como estímulo en nuestra vida cristiana y como visibilización de la santidad de toda la Iglesia. A ese empeño dedicó gran parte de su pontificado, durante el cual fueron beatificados y canonizados muchos contemporáneos nuestros. Desde esa misma voluntad mi querido predecesor, D. Francisco Gil Hellín, abrió en 2011 el proceso de beatificación de esta joven, cuya vida y cuya muerte conviene rescatar como modelo para nuestra juventud.

      Marta Obregón fue una joven cristiana que, en los años 90, quiso vivir coherentemente su fe hasta derramar su sangre. Su personalidad dinámica y comunicativa, jovial y carismática, encarna perfectamente la frase que Juan Pablo II dirigió a la juventud española en su último viaje a España: “se puede ser moderno y profundamente fiel a Jesucristo”.

      Su vida, como la de cualquier joven de nuestro tiempo, no fue para nada lineal ni sencilla. Pasó por diferentes momentos, atravesó dificultades y problemas de toda índole, tuvo que afrontar retos e irse abriendo paso en la vida… En todo contó con el apoyo de su familia, profundamente cristiana. Desde el punto de vista religioso siempre se manifestó inquieta y buscadora, lo que le hizo vivir con esa actitud su fe en la parroquia, y en diferentes movimientos y realidades eclesiales como el Camino Neocatecumenal o el Opus Dei.

      Un momento fuerte fue para ella el verano de 1990 cuando realizó una experiencia en Taizé con un grupo de jóvenes, tras un periodo de interrogantes y desasosiego. Allí Marta descubrió nuevos aspectos de la vida y de la fe y volvió tocada profundamente por el Señor. Así se lo escribe por carta a una de sus compañeras de la residencia de Madrid, donde cursaba estudios universitarios en la rama audiovisual: “cuando descubres algo importante en tu vida, y caes en la cuenta de cosas fundamentales que hasta entonces pasaron inadvertidas a tu lado, te encuentras francamente bien, en paz…Dios es lo más importante en mi vida”.

      Su vida, desde entonces, se transforma y adquiere un nuevo aire y horizonte, en la búsqueda de ese Jesús con el que se ha encontrado y al que quiere dar a conocer con fuerza y valentía. En ella se descubre una gran evolución en su adhesión a Jesucristo. Oración y apostolado se conjugan admirablemente.

      En la vida de Marta podemos descubrir otros aspectos importantes. En primer lugar la llamada a la santidad que todo cristiano ha recibido en su bautismo: una santidad que es fundamentalmente dejar al Espíritu tomar las riendas de nuestra vida, como ella misma fue descubriendo. Así lo han hecho todos los santos. Precisamente el domingo pasado recordábamos los 80 años del martirio de nuestro recientemente beato Valentín Palencia y los cuatro jóvenes que le acompañaban. También ellos se dejaron llenar de Dios, que es el único que nos capacita para dar la vida por los demás.

      La vida de Marta se enriquece, además, en una profunda experiencia eclesial, que vive de maneras y formas diferentes. Ella es consciente de esa pluralidad, porque percibe que la riqueza de la Iglesia no radica en sí misma, sino en el tesoro que ella ofrece: la experiencia inigualable del encuentro con Cristo que transforma y provoca la siempre inigualable alegría de la fe.

      Marta también es un estímulo para vivir todas las virtudes cristianas que ella fue descubriendo: la alegría, el servicio, la entrega… Pero, en especial, la grandeza de la castidad, como se hace visible cuando resiste y lucha hasta morir asesinada por defenderla. Una virtud hoy poco valorada, que nos ayuda a orientar el amor y la entrega hacia su plenitud y belleza más singular.

      Os invito en esta jornada a conocer la vida de Marta Obregón: ¡merece la pena! Igualmente, os animo a orar para que un día la podamos venerar como modelo e intercesora de todos nuestros jóvenes burgaleses: esos a quienes Marta le gustaría hoy contagiar sus inquietudes, sus búsquedas, su vida interior y su amor a Dios.

      D. Fidel

      Arzobispo de Burgos

  • DOCUMENTOS OFICIALES

      AUTORIZACIÓN DE LA SAGRADA CONGREGACIÓN PARA LA CAUSA DE LOS SANTOS PARA INSTRUIR LA CAUSA.

      "Por parte de la Santa Sede, NADA OBSTA, para que la Causa de Beatificación o Declaración de Martirio de la Sierva de Dios Marta Obregón Rodríguez pueda instruirse, teniendo en cuenta "Las normas a observar en la investigación diocesana en las Causas de los Santos, publicadas por esta misma Congregación el 7 de febrero del año 1983".

      Roma a 8 de febrero de 2007

             CARDENAL JOSÉ SARAVIA MARTINS

             PREFECTO DE LA CONGREGACIÓN PARA LAS CASUAS DE LOS SANTOS

      INSTANCIA DEL POSTULADOR SOLICITANDO LA INTRODUCCION DE LA CAUSA

      Excmo. y Rvdmo. Sr. Arzobispo
      D. Francisco Gil Hellín

      Excelencia Reverendísima:

      Dado que V.E. Rvdma. había ya tomado la iniciativa de realizar las primeras investigaciones y, como respuesta a los resultados, el Camino Neocatecumenal se ha ofrecido para ser el Actor de la Causa, nombrando con su acuerdo al que suscribe, Saturnino López Santidrián, Postulador ante la Curia Diocesana, cumpliendo esta función, suplica a V.E. se digne intruoducir la Causa de Canonización o Declaración de Martirio de la Sierva de Dios Marta Obregón Rodríguez, a tenor de la Constitución Apostólica Divinus Perfectionis Magister, de 25 de enero de 1983, de lo que prescriben las Normae servandae in inquisitionibus ab Episcopis faciendis in Causis sanctorun, de 7 de febrero del mismo año y, especialmente, de la Instrucción Sanctorum mater, 17 de mayo de 2007, art. 36.

      Es conocido el impacto y ejemplaridad que tiene entre jóvenes y adultos el conocimiento de la opción cristiana en los último años en el Camino Neocatecumenal y de la muerte violenta de Marta Obregón Rodríguez, al rechazar la agresión en defensa de la virtud de la castidad, así como la fama de numerosos favores espirituales y temporales, atribuidos a su intercesión. La sierva de Dios consideraba su vida como un regalo de la misericordia divina y quería corresponder siendo misionera "itinerante", de suerte que, buscando discernir su vocación de la manera más generosay adecuada, reptía frecuentemente en la oración: "Señor, hágase". Con esta Causa deseamos contribuir a la gloria de Dios y bien de la Iglesia, colaborando con el deseo reiteradamente manifestado por el Siervo de Dios Juan Pablo II y del Papa acutal, Benedicto XVI, en orden a hacer viva y tesitmonial la vida que ofrecieron los mártires por causa de la fe.

      Procuraremos poner el mayor cuidado y esmero para proceder en todo según la normativa actualmenteen vigor. Para investigar la verdad, por deseo de V.E., he habado con las principales personas que conocieron a la Sierva de Dios, entregándome los escritos que la joven dejó, labor que procurará perfeccionar con todo celo la Comisión de Historiadores nombrados al caso.

      Sobre esta base fiel de las noticias recibidas se ha realizado una pequeña biografía publicada en el Boletín Oficial del Arzobispado de Burgos en enero de 2007, y adjuntamos a esta Súplica los breves escritos que de la joven Sierva de Dios nos han llegado, así como una Lista de Testigos que pueden aportar datos sobre su vida y sobre la fama de su presumible martirio.

      La fama de opción decidida por Cristo y de heróica fidelidad a él, se ha extendido incluso a otros continentes y a su intercesión se atribuyen favores y gracias de Dios.

      Considero que no existe obstáculo alguno ni se prevén problemas de especial difultad para la introducción de la Causa y, contando con las informaciones que V.E. Rvdma. posee y el "nihil obstat"de la Santa Sede, pedimos que poceda a dicha introducción con el fin de que se interrogue pronto a los Testigos de la lista que ofrecemos y los que el Tribunal considere oportuno.

      De V.E.Rvdma. Devotos en el Señor.

             Madrid 8 de enero de 2011 - 15 de enero de 2011

             Actor de la Causa - Postulador ante la Curia Diocesana

      EDICTO DE DON FRANCISCO GIL, ARZOBISPO DE BURGOS ANUNCIANDO LA INTRODUCCIÓN DE LA CAUSA DE BEATIFICACIÓN

      HAGO SABER:

      Vista la instancia del Rvdo. Sr. D. Saturninio López Santidrián, Postulador ante la Curia Diocesana para el caso, legítimamente constituido, y para secundar los deseos reiteradamente manifestados por el Siervo de Dios Juan Pablo II y por el Papa actual, Benedicto XVI, en orden a hacer viva y testimonial la memoria de los mártires que han dado su vida a causa de la fe y en defensa de la virtud, hemos considerado oportuno iniciar los pasos adecuados para la introducción en nuestra Diócesis de la causa de Beatificación de la joven Marta Obregón Rodríguez, que, conforme a su deseo de servir a Dios y según pruebas fidedignas, entregó su vida a Jesucristo en defensa de la virtud de la castidad en la noche del 21 al 22 de enero de 1992.

      Habiéndolo consultado a los obispos de la provincia eclesiástica de Burgos, quienes han expresado por escrito su conformidad, y recabado el parecer favorable de otros Obispos y del Consejo Presbiteral Diocesano, así como el nihil obstat de la Santa Sede, por el presente EDICTO, a tenor de las Nuevas Leyes de la Congregación para las Causas de los Santos, nº 11-b, del 7 de febrero de 1983, que se han de observar en la investigación diocesana relativa a las Causas de los Santos:

      INVITAMOS Y EXHORTAMOS a los fieles de nuestra Archidiócesis a que nos manifiesten o nos hagan llegar debidamente acreditados, lo más pronto posible, cuantos datos, testimonios, noticias, escritos, cartas, documentos tengan en su poder o de los cuales tengan conocimiento,tanto a favor como en contra, sobre sus virtudes, su vida y circunstancias de su presunto martirio.

      Dado en Burgos a dos de febrero del año dos mil once.

             FRANCISCO GIL HELLÍN

             ARZOBISPO DE BURGOS

  • COMISIÓN PRO-BEATIFICACIÓN

      La Comisión pro-beatificación tiene como misión difundir y promover la Causa de Beatificación, colaborando en el desarrollo del Proceso para esclarecer los signos de santidad y/o muerte heróica de la Sierva de Dios Marta Obregón.

      D. Mario Iceta Gavicagogeascoa (Arzobispo de Burgos)

      D. Carlos Izquierdo Yusta (Vicario General)

      Dr. Carlos Metola (Actor-Camino Neocatecumenal)

      Dra. Cristiana Marinelli (postuladora fase romana)

      D. Serafín Fernández (ecónomo fase romana)

      D. Saturnino (postulador fase diocesana)

      D. Rafael Casado (secretario de la comisión diocesana)

      Dña. Montserrat Agustí (vocal)

      D. José Luis Martínez (vocal)

  • EL ACTOR

      En todo proceso de beatificación existe la figura del 'actor' cuya misión es la de promover y animar el proceso de beatificación. El Camino Neocatecumenal al que perteneció Marta Obregón los dos últimos años de su vida ha asumido este encargo y ha aceptado la misión eclesial de 'actor' de la causa para impulsar el proceso de beatificación de Marta.

      El postulador es nombrado por el actor, para que lleve a cabo la instrucción de la causa en su nombre. Debe realizar las investigaciones oportunas sobre la vida de de la Sierva de Dios que puedan ser útiles para la instrucción de la Causa.

      Para esta Causa fue nombrado postulador diocesano D. Saturnino López y ha sido nombrada postuladora romana la Dra. Cristiana Marinelii

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          Marta Obregón, una joven en proceso de beatificación

          Ante el próximo cierre del proceso diocesano de beatificación de la joven, se publica un libro con la biografía de la joven, asesinada en 1992. Se presentará este miércoles 24 de octubre en la Facultad de Teología de Burgos.

          Sale a la luz ahora, después de 26 años del suceso trágico de la muerte de la joven Marta Obregón, este libro de 150 páginas para tratar de responder a las mil y una preguntas que se hicieron y se siguen haciendo muchos burgaleses sobre este suceso. Quién era Marta y, sobre todo, quién fue el autor del cruel asesinato de esta joven.

          Saturnino López es el autor de esta obra en la que se sacan a luz datos significativos de la trayectoria de esta joven universitaria, pero no para hacer una biografía novelada de la misma, sino para recoger con precisión documental los distintos momentos –de toda índole– que vivió esta joven en su paso por la vida. Espontánea, alegre, comunicativa, deportista y, sobre todo, llena de inquietudes espirituales.

          El autor, que además es el postulador de su causa de beatificación, quiere apegarse a la más exigente realidad de los hechos: documentos civiles y eclesiásticos, conversaciones con muchas personas que trataron a Marta, testigos de su pertenencia al Camino Neocatecumenal y de su deseo innato de ser misionera así como las confidencias con otras de sus compañeras de estudios y del Club Arlanza… dan pie suficiente para trazar este boceto de la personalidad de Marta Obregón.

          Sobre el otro protagonista de esta historia, el autor del asesinato, conocido por entonces como «violador del ascensor» de Valladolid, la sentencia afirma, basándose en la prueba del ADN, que la seguridad de la imputabilidad «es prácticamente del 100/%», al situarse al margen de que otra persona tenga los mismos marcadores genéticos del acusado. Los móviles del crimen y las circunstancias del asesinato ocurrido un 21 de enero de 1992 parecen suficientemente claros y probados. Marta fue asesinada con extrema crueldad por defender la virtud de la castidad. Este es el motivo que ha dado pie a la apertura del proceso de beatificación de Marta.

          El libro concluye con tres anexos significativos: algunos escritos de Marta, las palabras de los arzobispos de Burgos tras la apertura del proceso y la cronología de esta joven burgalesa. Todo ello ayudará a entender mejor todos los extremos de esta persona ejemplar de nuestra historia reciente.

          El libro se presentará en la Facultad de Teología de Burgos el próximo miércoles 24 de octubre a las 20:00 horas. Además del autor, en el acto participarán la madre de la joven, María del Pilar Rodríguez, la primaria informadora en el proceso de beatificación, María Monserrat Agustí, José Luis Martínez, del Camino Neocatecumenal, y Pedro Ángel Deza, director de Fonte-Monte Carmelo, editora del libro.

          Datos del Libro: Saturnino López Santidrián, Marta Obregón. «Hágase». Yo pertenezco a mi amado, Editorial Fonte-Monte Carmelo, Burgos 2018, 150 páginas.

          Burgos, 22 octubre 2018

      • 24/10/2018 La joven asesinada en Burgos por el violador del ascensor, ¿a los altares? Medio: VIDA NUEVA DIGITAL

          Enlace: https://www.vidanuevadigital.com/2018/10/24/la-joven-burgalesa-asesinada-por-el-violador-del-ascensor-a-los-altares/

          Marta Obregón ya es considerada por la Iglesia como sierva de Dios

          "Lo último que hizo antes de morir fue media hora de oración de rodillas ante el sagrario", dice a Vida Nueva Saturnino López Santidrián, postulador de la causa

          Marta Obregón nació en La Coruña el 1 de marzo de 1969. Criada en el seno de una familia profundamente cristiana, durante sus 22 años de vida demostró ser alguien "absolutamente excepcional". Así la define Saturnino López Santidrián, postulador de la causa de beatificación de Marta, asesinada el 21 de enero de 1992 por el conocido ‘violador del ascensor’, quien asestó 14 puñaladas a esta joven en Burgos cuando se resistió a la agresión por defender la virtud de la castidad.

          “El padre de Marta tuvo la valentía, al salir del funeral, de dar las gracias a todos los presentes y decir que en su corazón no tenía odio”, dice López a Vida Nueva. “Marta era tan abierta y tan generosa que estoy seguro de que habría perdonado a su asesino”, asevera.

          Si bien la causa de Marta comenzó en 2011, Saturnino López ha recogido en el libro ‘Marta Obregón. Hágase. Yo pertenezco a mi amado’, que se ha presentado hoy, 24 de octubre, distintos testimonios y documentos de la vida de una joven “espontánea, alegre, comunicativa, deportista y, sobre todo, llena de inquietudes espirituales”. Unas inquietudes que han hecho que, si bien Marta no es la “única mujer víctima de algo similar”, se haya puesto en marcha el proceso de beatificación. “De hecho, ya está considerada como sierva de Dios, que es el primer paso”. En cuanto al proceso, Saturnino explica “que está muy próximo a concluir, en un plazo de uno o dos meses si todo va bien”, y después la causa será llevada a Roma. La joven formaba parte del camino neocatecumenal, y como tal “sería la primera beata del movimiento”.

          Una vida dedicada a Dios

          “Su sueño era ser periodista, ser famosa… tenía muchas cualidades”, apunta. “Pero llegó el momento, después del típico bache de fe de la juventud, en el que, después de una confesión, volvió plenamente a Dios”, explica. “Una vez se encontró con el sacerdote del centro donde realizó el bachiller, y él le preguntó que qué tal sus deseos de ser periodista, y ella le contestó que solo pensaba en Dios”, señala. Una vivencia espiritual que Marta enfocaba en una “gran generosidad con todo el mundo” y “mucho valor a la hora de defender los ideales cristianos“, ya que muchas veces esto resultase complicado, sobre todo en la universidad.

          “Marta quería ayudar a los demás, ser misionera itinerante”, señala. De hecho, este fue el motivo por el que Marta rompió con su novio, un joven profundamente cristiano al que conoció en la boda “de una de sus hermanas” pero que no compartía con ella la vocación misionera. Años después, “este muchacho dice que Dios le retiró un amor tan fuerte como el que sentía por Marta, ya que no podría haber soportado lo que pasó después”. Y es que se volvieron a encontrar durante la Navidad de 1991, “y él quiso volver con ella, pero no pudo ser”.

          Marta fue asesinada apenas un mes después, cuando volvía de un centro al que solía acudir a estudiar y hacer oración. “Lo último que hizo antes de morir fue media hora de oración de rodillas ante el sagrario”, dice López. “Le había dicho a la encargada del centro que estaba segura de que alguien la seguía”, apunta. 

      • 30/11/2011 - Más de 30 personas han contado sus recuerdos de Marta Obregón - Medio: Diario de Burgos

          Más de 30 personas han contado sus recuerdos de Marta Obregón.

          Hace seis meses que se inició el proceso de beatificación de esta burgalesa, estudiante de periodismo. El próximo 22 de enero se cumplirán 20 años de su brutal asesinato.

          Angélica González, Burgos.

          Más de una treintena de personas han pasado ya como testigos por el tribunal que entiende la causa de la beatificación de la joven burgalesa Marta Obregón, una estudiante de periodismo que fue salvajemente asesinada por Pedro Luis Gallego, más conocido como “violador del ascensor”. El próximo 22 de enero se cumplirán 20 años de este terrible suceso y será en pleno proceso para elevarla a los altares.

          El pasado 14 de junio se celebró la apertura del proceso con un acto presidido por el arzobispo, Francisco Gil Hellín. Los testigos lo son en función de la cercanía que tuvieron con Marta o de las cosas que compartieron con ella: “cuanto más cercanos sean y más conocimientos tengan de su figura, son más valiosos. Se empezó con la familia y los más cercanos, pero luego se ha ido ampliando y hemos recibido llamadas de personas que querían explicar algún testimonio o anécdota sobre su figura. También el propio tribunal ha aportado alguno de oficio”, explica Saturnino López Santidrián, postulador de la causa, quien precisó que, además de lo que cada testigo quiera contar, se les hacen unas preguntas.

          Tras esta fase, se recogerán los textos que la joven dejó escritos; se realizará su biografía con todo detalle y se recogerá cualquier tipo de documentación que se pudiera aportar al respecto de este caso. Un acto oficial de clausura en la diócesis pondrá punto final al proceso fuera de Roma.

          En ese momento, todo el dossier deberá llevarse “en mano”. Según precisa Saturnino López Santidrián, a la Congregación para las Causas de los Santos, que se encuentra en el Vaticano: “Allí lo estudian y pasado un tiempo prudencial –aproximadamente un año y medio- escriben a la diócesis confirmando que todo se ha hecho conforme de derecho”.

      • 10/06/2011 - Entrevista a D. Saturnino López - Medio: Zenit

          Apertura Oficial De Su Proceso de beatificación en Burgos

          BURGOS, viernes 10 de junio de 2011 (ZENIT.org).- El proceso diocesano de la causa de beatificación de la joven Marta Obregón, asesinada en Burgos en 1992 por resistirse a ser violada, comenzará este martes 14 de junio en la capilla de la facultad de Teología de Burgos.

          Un tribunal eclesiástico tratará de probar su santidad por vía de martirio por defender la virtud de la castidad, informó a ZENIT el postulador diocesano de la causa, Saturnino López.

          López destacó la valentía final de Marta, estudiante de 5º de Periodismo en el momento de su muerte, al defender los valores y virtudes cristianas y no ceder ante la agresión en defensa de la dignidad de la persona.

          “La santidad es por vía de virtudes o por vía de martirio -explicó-. Y el martirio es por defender la fe bajo dos aspectos: por odio a la fe o por defensa de virtudes, como es el caso de santa Maria Goretti”.

          Son muchas las personas que se encomiendan a ella pidiéndole favores de todo tipo. Entre los testimonios recogidos en la web de la causa, su amiga Rosi escribe: “Tu martirio no es porque sí, no es algo vano, sino que es un grito de Dios al mundo que ya no valora la grandeza de la Santa Pureza”.

          Al iniciar su causa 2007, el arzobispado de Burgos declaró: “Sometiendo los datos al parecer de la Santa Madre Iglesia, todo nos sugiere que la joven estudiante de periodismo, Marta Obregón, nos dejó un hermoso ejemplo, tanto en una vida agradecida al amor y misericordia de Dios, como en su valerosa muerte”.

          Espontánea y atractiva

          Marta Obregón nació en La Coruña el 1 de marzo de 1969. Era la segunda de cuatro hermanas de una familia cristiana.

          Por razones laborales del padre, su familia vivió un año en Barcelona y se estableció definitivamente en Burgos en diciembre de 1970.

          Chica espontánea, de carácter abierto y aspecto atractivo, estudió con buenas notas en el Colegio de Jesús María, desarrolló aficiones deportivas y destacaba por su buena voz y sentido musical.

          En su infancia, frecuentó junto a su hermana el Club Arlanza de Burgos, de la prelatura del Opus Dei.

          Debilidad y reconversión

          En 1988 inició su primera relación con un chico “ante quien experimentó la debilidad ante la pasión hasta que, en una ocasión, llegó el peligro en el mismo rellano del portal en el que en otra tarde ofrecerá su vida antes que ofender a Dios y consentir degradar su dignidad”.

          Saturnino López lo explica en una breve biografía publicada en el boletín del arzobispado de Burgos en 2007, cuando empezó la causa de beatificación.

          Empezó sus estudios universitarios en Madrid con la ilusión de llegar a ser una periodista famosa. Más tarde cambió sus aspiraciones y confesó abiertamente que sólo pensaba en Dios y en agradarle.

          Durante las vacaciones de verano de 1990 participó en un viaje a Taizé organizado por un grupo neocatecumenal.

          En Taizé tuvo lugar una prodigiosa reconversión de Marta y al volver decidió confesarse. Aún se sentía “sucia” por lo sucedido hacía más de dos años.

          Pero por motivos desconocidos, el confesor no la absolvió, lo cual le produjo gran sufrimiento y una lucha entre su voluntad de entregarse a Dios y su sentimiento de abandono de Él.

          Poco después, un encuentro casual con un sacerdote del Camino Neocatecumenal que la escuchó le permitió experimentar el perdón y la misericordia de Dios.

          A partir de entonces empezó a defender los valores cristianos con valentía, en privado y en público, con los amigos, en la universidad y en medios de comunicación.

          Llegó a conocer a otro joven católico, con quien mantuvo una bella relación y con quien ella quiso ser misionera itinerante, pero un tiempo después él rompió la relación sin demasiadas razones que lo justificaran.

          Tras la muerte de Marta, el joven reconoció: “Dios la apartó afectivamente de mí, para que mi sufrimiento no fuera mayor”.

          Hágase”

          Para el postulador, reviste mucha importancia el hecho de que Marta repitiera a menudo “Señor, hágase”: “Era su búsqueda de la vocación, lo repetía muy emocionada”, explica.

          En uno de sus cuadernos, Marta anotó en una ocasión: “Ayúdame pronto a encontrarme. Ábreme bien los ojos y mi corazón, porque parece ser que todo aquel que nos rodea eres tú mismo, y eso, Dios mío, cuesta muchísimo entenderlo”.

          El último año de su vida, acudía todas las tardes a estudiar al centro del Opus Dei que había dejado por unos años. Siempre acababa la jornada con media hora de oración de rodillas ante el Santísimo.

          El día de su entrega definitiva, pidió que dejaran los libros sobre la mesa de estudio con la intención de volver por la mañana para celebrar la misa, comulgar y seguir preparándose para los exámenes de febrero.

          Ya no pudo regresar. Sobre las diez de la noche, una vecina suya oyó un grito desgarrador, pero al no repetirse no salió a comprobar lo que sucedía.

          Cinco días después, el cadáver de la Sierva de Dios Marta Obregón fue hallado cubierto de nieve a unos cinco kilómetros de Burgos. Tenía 22 años.

          El informe forense indica que Marta murió en las primeras horas del día 22 de enero, fiesta de la mártir santa Inés, por intentar evadir la agresión.

          Su cuerpo apareció con numerosos golpes y 14 heridas de un arma blanca tipo bisturí, una de las cuales penetró en el centro del corazón.

          También el condenado por el crimen, que sigue en la cárcel, dio a entender que si ella hubiera cedido a la agresión, como varias víctimas anteriores, no la hubiera matado.

          Serenidad y perdón

          La despedida de Marta fue multitudinaria y muy emotiva. El dolor se mezclaba con la alegría y la paz.

          Algunos testigos que vieron el rostro de la fallecida, afirman impresionados que lo tenía profundamente sereno y dulce, como si no hubiera sufrido el terror de los golpes y presiones que aparecieron en su cuerpo.

          “Si ella hubiera muerto, era imposible esa expresión en su cara”, comenta Saturnino López.

          Muchas otras personas quedaron profundamente impresionadas por la serenidad de la familia de la joven y por las palabras de perdón de su madre.

          “Esa es la fuerza del espíritu”, explica el postulador, y añade: “¿Quién no ha sentido humanamente la muerte de un ser querido y al mismo tiempo se ha sabido más cerca que antes de esa persona?”.

          López considera que hay que “seguir pidiendo por el agresor porque es el que más lo necesita”.

          Respecto al testimonio de la familia de la joven, destaca que “a Marta se la han quitado por un tiempo determinado, pero, por la fe, tienen la certeza de que ha pasado ya por el misterio pascual”.

          “Si ella murió por ser fiel a Cristo y defender una virtud -afirma-, eso a sus padres les da fortaleza”.

          Por Patricia Navas

      • 18/08/2008 - Joven española asesinada por resistirse a violación podría llegar a los altares - Medio: camineo.info

          ACIPRENSA.- Desde hace un año, el Arzobispado de Burgos recoge información para impulsar la causa de beatificación de Marta Obregón, una joven española asesinada en 1992 por defender su pureza. 

          La noche del 21 de enero de ese año, fiesta de Santa Inés, Marta regresaba a su casa desde el club Arlanza, ubicado solo a 300 metros de su hogar. Nunca llegó. Fue secuestrada por [...], un delincuente acusado de numerosas violaciones y homicidios. 

          Según recuerda esta semana el diario El Mundo (04/08/2008), [...] la llevó en su coche a unos cinco kilómetros de Burgos donde intentó violarla junto a la valla de una granja. Marta opuso toda su resistencia y evitó el ultraje. El llamado "violador del ascensor" la golpeó salvajemente y le asestó 14 puñaladas en la parte izquierda del pecho. El cuerpo de Marta apareció desnudo y martirizado cerca de la autovía Burgos-Portugal. 

          Marta Obregón Rodríguez nació el 1 de marzo de 1969 en la Coruña. Era la segunda de cuatro hermanas, una joven vivaz y atractiva. Su madre es supernumeraria del Opus Dei, pero ella –después de superar la rebeldía adolescente- ingresó al  Camino Neocatecumenal  y pensaba que había encontrado al amor de su vida en su novio F. Javier [...], militante del Círculo Católico. 

          "Marta atraía como un imán. Entraba en un sitio y hacía relaciones al instante. Triunfaba donde pisaba. Todo el mundo quería estar con ella, hablar con ella, saber de ella", recuerda Javier. 

          Marta estudió periodismo en la Universidad Complutense de Madrid, donde vivió en una residencia de las agustinas misioneras. En 1990 decidió irse un verano a Taizé, un lugar de encuentro y oración de miles de jóvenes. Desde ahí escribió a una amiga: "Dios es lo más importante en mi vida, mi amor. La vida es genial, pero más corta de lo que pensamos". 

          En diciembre de 2006 se presentó su caso en una sesión ordinaria del Consejo Presbiteral de Burgos, presidido por el Arzobispo local, Mons. Francisco Gil Hellín. 

          El Padre Saturnino López Santidrián expuso que se estaba estudiando la vida de la joven porque podrían existir motivos para una posible causa de beatificación. El sacerdote fue nombrado Postulador Diocesano de la causa de Marta en su fase diocesana. 

          Mons. Gil Hellín presentó en Roma la causa de Marta a la Congregación para la Causa de los Santos y en abril del año pasado el Vaticano emitió el "Nihil Obstat", declarando que no existe ningún obstáculo por parte de la Santa Sede para el inicio de la causa. 

          En julio de 2007, el Arzobispo de Burgos, publicó un decreto exhortando a todos los diocesanos, sacerdotes, religiosos y fieles, para que se manifiesten sincera y libremente sobre todo cuanto pudiera ser útil a la incoación de la causa. 

      • 27/07/2008 - Roma ha dado el primer paso para beatificar a una burgalesa de 22 años... - Medio: El Mundo - Dominical

          Sería el segundo caso por este motivo desde Santa Inés s. III [...]

          JOSE M. VIDAL | IDOIA SOTA

           [...]

          Qué lejos se ve la muerte cuando la vida te sonríe... Vivaz, atractiva y dicharachera, "Marta atraía como un imán. Entraba en un sitio y hacía relaciones al instante. Triunfaba donde pisaba. Todo el mundo quería estar con ella, hablar con ella, saber de ella", recuerda su novio, Javier.

           A sus 22 años,  se había reencontrado con Dios —tras las clásicas dudas de la adolescencia— y conocido al amor de su vida,  Francisco Javier Hernando, militante del Círculo Católico. "La vida es genial, Cris, pero más corta de lo que pensamos", escribía a una amiga desde un retiro espiritual en Taizé, al oeste de Francia. No sabía cuánta razón tenía.

          [...]

           El caso conmovió a la opinión pública y aquella semana una revista comenzaba así su relato: "Ahora Marta está en el cielo". Un titular cuando menos profético.

          Con la venia de Roma, la joven burgalesa Marta Obregón tiene ya el título de 'sierva de Dios'


          Dieciséis años después,  la Iglesia quiere certificar que Marta Obregón es santa. Los caminos de la víctima y del verdugo vuelven a cruzarse. Esta vez, en el juicio canónico. El arzobispado de Burgos ha puesto en marcha el  proceso de beatificación.

          Marta creció en una familia de clase media y un ambiente muy religioso, pero sin imposiciones. "Siempre educamos a nuestros hijos en nuestros valores, pero en un clima de total libertad. De hecho, Marta no entró en la Obra, sino que se hizo de los  Neocatecumenales", cuenta su madre, [...], que es supernumeraria del Opus Dei.

          A los 17, Marta atravesó la típica crisis juvenil. La época de la subversión. "Déjame que tropiece, que ya me levantaré", solía decirle a su madre. Rompió con la práctica religiosa y hasta se enredó con un chaval, estudiante de veterinaria, mayor que ella. Pero el idilio terminó a los pocos meses. Es más, al tiempo tomó la costumbre de  acudir a un centro del Opus Dei.

          La noche de su muerte, Marta regresaba precisamente del club Arlanza, de esa organización. Unos días antes, le había confesado a Cristina Borreguero, directora del centro, que tenía miedo y que  le daba la sensación de que alguien la seguía. "La noche del 21 de enero, estuvimos hablando desde las 20.30 hasta las 21.40 horas.  Tenía mucho miedo. Presentía algo. Yo trataba de quitarle importancia y le decía que confiase en Dios. Incluso le conté una anécdota de Santa Teresa. Rezamos ante el Santísimo y se fue".

          'Santa' de la pureza, a la que ya muchos rezan la oración que figura en las estampas y en  www.causademarta.net


          [...]

          Marta puede ser la  primera mártir española de la castidad de la época moderna. Y la segunda de todo el mundo. Antes fue  Santa Inés, decapitada en el siglo III, con tan sólo 13 años, por negarse a mantener relaciones sexuales con el gobernador romano.

          El catedrático de Teología de la Facultad del Norte de España, Saturnino López, estudia el caso


          En la época moderna, el único antecedente de Marta es el caso de  María Goretti, quien también murió por defender su castidad. Nacida en 1890 en Italia, cuando tenía tan sólo 12 años, Alejandro, un joven de 18 años, intentó violarla. María opuso resistencia y pidió auxilio. Entonces, el violador le desgarró el vestido y le asestó 14 puñaladas, las mismas que recibió Marta.

          [...]

          Curada de la rebeldía adolescente, Marta volvió a ser la de siempre, cuando inició sus estudios de Periodismo en la Universidad Complutense de Madrid. Igual de respetuosa con sus padres, igual de fiel a su religión. Vivió en la residencia Tagaste de las agustinas misioneras y  retomó sus inquietudes espirituales.

          En busca de sentido, decidió irse un verano a Taizé. Esta comunidad es un lugar de encuentro y oración de miles de jóvenes. "Se sintió irremisiblemente tocada por el Señor", dice su madre. La propia Marta escribió, desde allí, a su amiga Cristina: "Esto es una especie de campamento maravilloso de 6.000 personas y, sin embargo, te encuentras en paz y descubres el sentido de la vida. Dios es lo más importante en mi vida, mi amor. La vida es genial, Cris, pero más corta de lo que pensamos". Era  el verano de 1990 y lo que Marta no sabía es que estaba apurando los últimos años de su existencia. Mientras, siguió buscando a Dios y al amor de su vida. A Dios lo encontró en los  Neocatecumenales. El amor de su vida creyó encontrarlo en  Francisco Javier.

          "Hacían una bonita pareja", recuerda su madre. Pero ella "llamaba la atención". Guapa y elegante, medía 1.75 y pesaba 65 kilos. Simpática, dinámica, comunicativa, pero sin alardear de sus cualidades. Como de su voz, que muchos comparaban a la de Barbra Streisand. O de sus muchas dotes periodísticas, que apenas tuvo tiempo de desarrollar.

          Al terminar su carrera, regresó a Burgos y comenzó a hacer sus primeros pinitos en la profesión. Escribió varios artículos para el Diario de Burgos en contra de la droga y a favor de la paz. Redactaba bien, tenía buena voz, daba bien ante las cámaras y se movía con elegancia.

          A causa de su beatificación, las viejas heridas que nunca cicatrizan quedan de nuevo al descubierto para la madre de Marta. "Una madre jamás olvida y, ahora, con todo esto, el dolor se reaviva. Por un lado, siento alegría, porque soy creyente. Por otro, es muy duro. Además, si mi hija no está en el cielo, es que el cielo no existe. Me alegra que la Iglesia reconozca que puede ser un ejemplo para los chicos de ahora.  Un ejemplo de una chica moderna, nada ñoña, pero con valores y vida interior".

          Escalones al cielo

          Con la venia de Roma, Marta tiene ya el  título de "sierva de Dios", el primer peldaño en la complicada escalera hacia los altares.

          El segundo escalón será el de  "venerable"; el tercero, el de  beata, y el cuarto, último y definitivo, el de  santa.

          Para escalarlos todo, hay  que probar que fue mártir por defender la castidad. De eso se está ocupando el catedrático de Teología de la Facultad del Norte de España, Saturnino López Santidrián. "El proceso por vía de martirio puede ser por odio a la fe o por defender la virtud, en este caso la de la castidad", explica. El sacerdote lleva ya meses reuniendo todo tipo de documentación. Desde sus apuntes, a sus canciones, pasando por los recuerdos de tanta gente que la conoció.

          Una nueva santa de la pureza, a la que ya mucha gente reza con la oración que figura en las estampas y en  www.causademarta.net: "Señor Jesús, que hiciste de la joven Marta un ejemplo de vida alegre y generosa, y la fortaleciste en el amor humano y en la defensa de su castidad; concédeme, por su intercesión, el favor que ahora te pido… (pídase). Amén".

          [...]

          Mucha gente utiliza ya esta estampa de Marta Obregón para rezar.

      • 03/07/2008 - Se sabía llamada a algo muy especial - Medio: Alfa y Omega - ABC

          Marta, una joven moderna, camino a los altares

          Marta Obregón murió en  1992, a los 22 años, asesinada, tras plantar resistencia a un hombre que pretendía violarla. En su diócesis de  Burgos , se quiere iniciar su proceso de beatificación. Marta entregó su vida a Dios en defensa de la pureza, como María Goretti en 1902 -una de las Patronas de la Jornada Mundial de la Juventud de Sydney- y Albertina Berkenbrock, en 1931


          La muerte de Marta provocó una conversión, la de Montserrat, madre de dos hijos y amiga de su madre: «He experimentado un cambio en mi vida -cuenta-. El Señor me ha dado la vuelta  como a un calcetín. Todo lo que soy y tengo es porque Él me lo ha dado. Como san Pablo, hablo de lo que he visto y he vivido. Ya no soy la misma persona. Sólo vivo para Él. Le veo en todas partes, en mi familia, en mis amigos… Si amas a Dios no puedes dejar de amar a los hermanos. El Señor me está despojando de muchas cosas… Me he enamorado de Dios,  como Marta. Me tiene loca».


          Y es que a la propia Marta le ocurrió algo parecido. Vino cambiada de un viaje a Taizé con el Camino Neocatecumenal. Aunque en la adolescencia se alejó algo de la fe, siempre fue educada, en su casa, en el cristianismo. No quería que su madre le advirtiera de los peligros, sino que quería tropezar ella misma para poder aprender. Don Saturnino López Santidrián, director de la Sección de Licenciatura en Teología Espiritual y profesor de Historia de la Iglesia en la Facultad de Teología, está recopilando material para abrir su proceso de beatificación. En la biografía que ha escrito sobre ella, cuenta que Marta descubrió en Taizé «nuevos aspectos, y, al decir de su madre, de allí regresó tocada irremisiblemente por el Señor. Tuvo lugar una prodigiosa reconversión». Este encuentro profundo con Cristo se refleja en una carta que Marta escribió desde Francia, aquel verano, a una amiga segoviana: «Me encuentro en Taizé, con unas 6.000 personas. Son gente cargada de ganas de vivir, que tienen
          como punto de unión a nuestro Dios. Es curioso, pero cuando descubres algo importante en tu vida, y caes en la cuenta de cosas fundamentales que hasta entonces pasaron inadvertidas a tu lado, te encuentras francamente bien, en paz… La vida es genial. Después de la tormenta viene la calma».


          Marta siempre fue una chica llena de vitalidad, de alegría desbordante y contagiosa. Era generosa al máximo, pensaba más en los demás que en ella misma. Su tesón era inmenso, pues era muy luchadora y todo lo que comenzaba lo intentaba terminar. También, tenía una personalidad muy fuerte y confiaba mucho en la gente, según cuenta su madre. Los que la conocieron, aseguran que era impulsiva, espontánea, muy comunicativa, y al tiempo delicada y prudente; muy cariñosa y atenta, con un espíritu firme, franco y jovial. 

          El que fue su último novio, Francisco Javier, y con el que mantuvo un amor ejemplar, escribió unos días después de su muerte, en la revista  Círculo Joven, en febrero de 1992, que «Marta triunfaba donde pisaba: todo el mundo quería estar con ella, y aunque nos amaba profundamente, tenía los ojos puestos en Dios. Los últimos apuntes, sus artículos que indicaban que,  si al menos nos diésemos cuenta de qué es lo que realmente importa en nuestra vida, sólo son la punta  del iceberg de la grandeza de su  alma . El Señor me dio a Marta y el Señor me la quitó, pero ha sido tan galante conmigo que, antes de llevársela, la apartó afectivamente de mí, para que mi sufrimiento no fuera mayor. Quiero terminar con palabras de Marta y que comparto con ella:  La verdadera y única paz se encuentra en Dios, y todos estamos de paso en esta vida».

          Dios la había perdonado

          Marta estudiaba Periodismo en 
          Madrid, y el último curso lo estaba haciendo desde Burgos, donde vivían sus padres. Muy estudiosa, con buenas notas y aficionada al deporte, como el patinaje sobre ruedas, el atletismo, la natación y el tenis. Llena de vitalidad, cometió un tropiezo en su adolescencia con un novio que tuvo, de lo cual se arrepintió enormemente. A la vuelta de Taizé, se confesó con un sacerdote que no la absolvió. Nadie sabe por qué. Sin embargo, un día de excursión encontró a un sacerdote con el que pudo confesarse sin problemas. A partir de este momento, la opresión que sentía en su interior desapareció, experimentó que Dios la quería a pesar de todo y, llena de alegría, de gozo y de paz, se lo hizo saber a sus amigas. Dios la había perdonado. Había experimentado la misericordia divina, y decidió conocer el Camino Neocatecumenal. «Quería dar a Dios todo en gratitud, al sentirse perdonada», cuenta Stella, una de sus amigas. Además, quería irse de itinerante como seglar, para predicar el Evangelio.

          Pilar, su madre, afirma que era una chica que quería hacer el bien. Y que, desde los siete años, quería ser periodista para transformar el mundo. No tuvo tiempo para eso, pero sí para descubrir lo único que importa: Dios, como llegó a contestar a un sacerdote ante la pregunta de  cómo le iba la vida: «Hoy por hoy, en mi cabeza sólo cabe Dios». Marta le pedía al Señor que le enseñara su camino, y pronto: «¡Oh Dios, ayúdame, por favor, ya! Que no hay tiempo…, que la vida es muchísimo más corta de lo que, pobres ilusos, pensamos… Que cuando Tú quieres nos coges y nos llevas de este suelo que nos ha tocado vivir. Ayúdame a encontrarte. Ábreme bien los ojos y mi corazón». Ella buscaba cada vez más a Dios, y sabía que la llamaba a algo muy especial, pero no sabía a qué. 

          María  del Pilar Blázquez

      • 21/10/2007 - Marta Obregón, promueven su beatificación - Medio: Diario de Burgos

          A.R/Burgos

          «Sometiendo los datos al parecer de la Santa Madre Iglesia, todo nos sugiere que la joven estudiante de Periodismo, Marta Obregón Rodríguez, nos dejó un hermoso ejemplo, tanto en una vida agradecida al amor y misericordia de Dios, como en su valerosa muerte. Uno de sus últimos gestos fue arrodillarse ante el Santísimo, al despedirse, deseando alimentarse en la Eucaristía del nuevo amanecer». Este párrafo es un extracto de la biografía de la joven asesinada hace 15 años Marta Obregón Rodríguez (1969-1992), escrita por el sacerdote Saturnino López Santidrián. 

          [...]

          El sacerdote y profesor de Teología Espiritual e Historia de la Iglesia, Saturnino López Santidrián, explica que en la decisión de proponer la beatificación de Marta Obregón tuvo mucho peso una visita pastoral que el arzobispo Francisco Gil Hellín realizó a Zalduendo hace aproximadamente tres años. «Días antes y enterada de esta visita, una de las vecinas había pedido permiso para entregarle al arzobispo unos folios redactados por ella. Le dijo que había conocido el caso de Marta y que le había impactado mucho. Incluso reconoció que le había transformado su vida, hasta el punto de que le ayudó a centrarse y superar algunos problemas en su matrimonio». Fue entonces cuando Gil Hellín, conocedor del caso de Marta y de su biografía, decidió encargar a Saturnino López la causa de beatificación de esta joven (Él también se ha encargado de la causa de beatificación del sacerdote mártir Valentín Palencia). «En Marta se cumplió el principio de ‘Como es la vida es la muerte’. Especialmente en los últimos dos años y medio de su vida, cambió su actitud -vivió como una segunda conversión- y tuvo una actitud decididamente cristiana. Además, el ultimo día de su vida estuvo rezando ante el Santísimo, en el Club Arlanza, y dijo a una compañera que dejaba los libros en la mesa porque volvería a las 8 de la mañana para oír misa, comulgar y continuar estudiando. También se había ofrecido para ser misionera itinerante en las comunidades catecomunales, dedicando unos años de su vida a la evangelización», detalla López Santidrián. 

          Decreto de julio de 2007. El anuncio de que el Arzobispado defendía la beatificación de Marta Obregón lo hizo el propio Francisco Gil Hellín el pasado mes de julio, mediante un decreto publicado en el Boletín Oficial del Arzobispado. En su escrito anunció: «Hemos considerado oportuno iniciar los primeros pasos para la introducción en nuestra Diócesis de la causa de beatificación de la joven Marta Obregón que, conforme a su deseo de servir a Dios y según pruebas fidedignas, entregó su vida a Jesucristo en defensa de la virtud de la pureza en la noche del 21 al 22 de enero de 1992». 

          A continuación, invita a los fieles de la Archidiócesis a que «nos manifiesten o hagan llegar debidamente acreditados, lo más pronto posible, cuantos datos, testimonios, noticias, escritos, cartas o documentos que posean o de los cuales tengan conocimiento, tanto a favor como en contra, sobre sus virtudes, su vida y circunstancias de su presunto martirio». 

          López Santidrián concreta que todos estos testimonios se pueden entregar en el Arzobispado al vicario judicial o bien a él como postulador diocesano.

          El paso siguiente consiste en el nombramiento por parte de Gil Hellín de un tribunal en el que tiene que haber un delegado episcopal (normalmente es el vicario judicial), un promotor de justicia y un notario-actuario. Además, debe recibir un nombramiento especial el postulador diocesano. 

          Posteriormente se fijará la apertura pública oficial del proceso y ese día se invitará a la familia, a posibles testigos, amigos y a los medios de comunicación. Será entonces cuando se lean oficialmente los nombramientos y el motivo de la apertura. 

          Un proceso largo. Respecto a la duración del proceso, López Santidrián reconoce que será largo. «Por ejemplo, el desarrollo de la causa de Valentín Palencia duró cuatro años. Comenzó en 1996 y se entregó en Roma en 1999. Y es que hay que estructurar todo el material y redactar la positio (ponencia), que en este caso se aprobó en 2002. Entonces se enviaron 1.070 folios por duplicado». Además, añade que en octubre de 2007 han entrado en Roma un total de 23 causas que se presentaron en El Vaticano en el año 1997 y la de Valentín Palencia es la número 26. La previsión es que entren las próximas en tres o cuatro años y ése será el momento de la suya». 

      • 07-08/2006 - La joven que murió por defender su pureza - Medio: Hogar de la Madre

          ¿Qué es lo que dio a Marta la fuerza para morir de una forma tan heroica?

          Hace unos años, una mujer, arrodillada ante el Santísimo, le decía al Señor la necesidad que tiene el mundo de una Santa María Goretti actual. Una joven que sirviese como modelo para las jóvenes que han olvidado el valor de la pureza.

          Por Hna. Paqui Morales, SHM

          ¿Qué es lo que dio a Marta la fortaleza para morir de una forma tan heroica?

          Marta creció en el seno de una familia católica, verdaderamente católica. Era una joven que conocía a Dios, le amaba y, por consiguiente, le obedecía y buscaba su voluntad. Algunas personas, cuando oyen decir que un joven es religioso piensan de inmediato en alguien rancio, aburrido, que no sabe disfrutar de la vida. Pero no es así. 

          En 1992 Marta tenía 22 años, estudiaba 5º curso de periodismo, rama de imagen y sonido.Era una joven muy guapa, llena de entusiasmo y alegría, muy activa. Deseaba convertir el mundo del periodismo en algo más limpio. Sabía disfrutar de la vida, y sabía hacerlo de una forma sana, porque se sabía joven, y sabía que tenía un gran tesoro, el de la pureza, y tenía cuidado de conservarlo.

          El día 21 de enero, día de Santa Inés, mártir de la pureza, murió Marta. La había acercado a casa un amigo, porque ella llevaba varios días sospechando que alguien la seguía. Marta entró en el portal pero nunca llegó a casa. [...]  Pero Marta prefirió morir a perder su virginidad. [...].

            Han pasado ya catorce años de esto y Marta continúa siendo un modelo para las jóvenes de hoy, ya que desgraciadamente se valora cada vez menos la virtud de la pureza, e incluso se la ridiculiza. Aquello por lo que una joven de veintidos años dio su vida, e incluso estuvo dispuesta a sufrir todo un martirio, otras jóvenes lo pierden casi inconscientemente, por una simple moda, por irreflexión, por falta de formación, por egoísmo, por tener debilitada la voluntad, por desconocimiento de lo que es el verdadero amor, etc.

          Muchos jóvenes piensan que la pureza se pierde en el momento de perder la virginidad, pero no es así. La pureza es algo tan grande, pero tan delicado, que se va perdiendo con ciertas miradas, ciertas palabras, gestos, posturas, actitudes, pensamientos...  Es una virtud que sólo son capaces de conservarla los fuertes, los que están dispuestos a prestar una dura batalla contra el “mundo” y contra uno mismo. Es la virtud de aquellos que se poseen a sí mismos, y por lo tanto tienen la capacidad de donarse total y libremente a Dios, bien directamente, consagrándose a Él, o bien formando una familia.

          ¿Qué es lo que dio a Marta la fortaleza para morir de una forma tan heroica?  No hay duda de que cuando alguien realiza una acción de este tipo, tan por encima de las fuerzas humanas, es porque ha recibido la fuerza de Dios.  Marta llevaba una vida espiritual fuerte, seguía una dirección espiritual y hacía oración diaria. Fue junto a Jesús que se fue fortaleciendo y, sin duda, aprendió de la Virgen María el valor de la pureza.

          Sobre la tumba de Marta está escrito:  “Porque, aquí estamos todos de paso”. Esta fue una frase que escribió en una carta al diario ABC una semana antes de morir.

          Marta nos enseña a vivir esta vida con la mirada puesta en el Cielo.

      • 01/1993 - Gracias Marta - Medio: Diario de Burgos

          Cuando nos dejaste, hace ahora un año, alguien escribió en una carta al Diario “una semilla que dará muchos frutos”, y ¡vaya si los has dado! Pronto empezaste a trabajar, tú como siempre tan impulsiva. Ahora más que nunca estás con todos nosotros, ¡qué afortunada Marta! Tener tanto amor y poder darlo como tú lo haces. Siento el corazón rebosando agradecimiento, quisiera decir tantas cosas que me es imposible expresarlas con palabras. Sólo puedo dar mi pequeño testimonio, y repetir, gracias Marta por tu semilla, yo he sido uno de sus frutos.

          Montse A.

      • 01/1992 - Cartas de amigos... - Medio: Diario de Burgos

          Una siembra que dará mucho fruto

          Queridísima Marta.

          Cuando en estas noches, llenas de angustia, me preguntaba qué habían hecho contigo, por fin, una respuesta me llenaba de paz, pues te sentía en el cielo y notaba que tu vida había sido una siembra aquí en la tierra. Pero, igual que la semilla, que necesita que se riegue, fue preciso que tú nos enviaras desde el cielo la lluvia de tu sangre. Has regado, y ¡qué cosa Marta! Ya empieza a dar frutos. Habrá una cosecha abundante y necesitaremos muchas manos para recogerla. Defendiste tu pureza hasta morir... y, ¡no lo consiguieron...! Yo me imagino en aquellos momentos, a la Virgen estrechándote contra su corazón de Madre, y llenándote de besos y caricias. Y tú Marta no sentirás nada de lo que te hacían en tu cuerpo. Tu martirio no es porque sí, no es algo vano, sino que es un grito de Dios al mundo que ya no valora la grandeza de la Santa Pureza. Y hace unos días, cuando la gente veía la fortaleza de tus padres se quedaba impresionada y comentaban muchos: ¿cómo pueden estar así?... Y no lo entendían. Cuando ví a tu madre junto a tu cuerpo sin vida, de pie, llena de paz y de serenidad, tenía en mi interior la respuesta... <<Junto a la Cruz de Jesús estaba su madre>>: Dios le dio la fuerza y esa misma fuerza se la dio a ella. Y ya empieza tu cosecha. Una persona muy querida de tus padres me dijo en el cementerio: <<venía destrozada y con este testimonio me voy en paz, esto cambiará mi vida>>. Otra comentó: "Esto traerá una lluvia de gracias".Tú, desde arriba, nos ayudarás a recoger la cosecha y se la presentarás al Señor, y será abundante -cuajada de frutos-: Conversiones, vocaciones, quizás muchos se limpiarán su alma con una buena confesión y todos seremos mejores. Sí Marta, sí, ¡es tu cosecha!...

          ¡Marta, ruega por nosotros!

          Rosi

          Hasta luego Marta

          Marta no ha muerto. Me niego a admitir esa, por otra parte, tremenda evidencia. No ha muerto, porque no muere quien alienta los sentimientos de tantos corazones como ella está alentando ahora. Se ha ido durante una temporada que cada cual medirá desde su propia biografía, pero está ahí, presente en los que aman, creen y, en consecuencia, permanecen. Su carta publicada era eso: amor, fe y permanencia en voz definitiva. O sea, que vive.

          Alfonso

          Destinataria: Marta Obregón - Domicilio: El Cielo

          ¡Querida Martucha!

          El martes fue tu funeral y entierro, te despedí con muchísima tristeza de este mundo material en el que como tú muy bien afirmaste estamos de paso, pero en ningún caso debo de estar triste, tú estás ahora con Nuestro Señor y qué mejor compañía que esa, la compañía que tú has deseado desde que te conocí. Él, te ha llamado pronto para acompañarte y para continuar la labor que ya comenzaste entre nosotros con tu impresionante fe en Jesucristo, con tu alegría contagiosa (contagiosa, al menos para mí), y con tu tierna sonrisa.

          Hoy he estado viendo el vídeo que grabamos en el mes de noviembre, en Quintanar de la Sierra ¿te acuerdas? Esa Martucha del vídeo es la que recordaré hasta que pronto, muy pronto, podamos verlo los tres juntos de nuevo.

          Pide a Dios por mí, por Javier, por tu familia y por todas las personas que has dejado en este mundo, que sepamos tener esa fe en Dios que tu tenías y que realmente mueve montañas en esta sociedad falta de valores positivos; sé que lo harás porque sabes cuanto lo necesitamos.

          Esperando tu respuesta a esta carta se despide hasta muy pronto este amigo que te ha llevado, te lleva y te llevará siempre en un lugar de su corazón.

          Post Data: A quien le quitó la vida: Evidentemente "no la conocías".

          A los familiares y amigos: Martucha no ha muerto, "Vita mutatur, non tollitur", "la vida se cambia, no se pierde" y no lloremos por haber perdido el sol, porque las lágrimas no nos permitirán ver las estrellas.

          José Ramón

          A Marta con todo mi cariño

          Queridísima Marta:

          Durante los angustiosos días de espera sin saber dónde te encontrabas, he recordado muchas cosas: los buenos ratos que pasábamos cuando juntos, tus padres y nosotros, os contemplábamos a todos en vuestros juegos de niños. La alegría que tenías en la piscina, los primeros movimientos con la raqueta de tenis, y la ilusión con que en la noche de San Pedro salíamos a los fuegos artificiales. ¡Qué planes teníamos para vosotros! Recuerdo también cómo nos hacías reír con tu imitación de Bety Misiego y con tus formas de hacer teatro... ¡Eras genial, Marta!

          En estas noches de insomnio, desconociendo tu paradero, era imposible no dejar de pensar y los recuerdos seguían viniendo a mi mente; me acordé entonces de aquello que me comentaste el pasado 27 de diciembre, <<muchas circunstancias se están dando en mi vida y no sé que quiere Dios de mí>>. Hablamos durante mucho tiempo y estabas radiante: no te preocupes me dijiste, Él me irá mostrando el camino. El lunes recibí la noticia; se me heló el corazón y en mi insensatez no encontraba explicación: ¿por qué, Señor?... Y fue después, al conocer algunas circunstancias, y en medio de la oración, cuando empecé a recordar también aquellas historias de mártires que tantas veces oí en el colegio: aquellos niños y jóvenes que morían por Jesucristo y que su sangre servía para llevar muchas almas al cielo y propagar la fe cristiana; los envidiábamos y nos encomendábamos a ellos... Tarsicio, Lucía, Inés... ¡qué fecundos fueron sus martirios!

          Aunque con nuestros ojos humanos no veamos, ahora, con los ojos del alma sabemos que <<todo es para bien>>.

          Que tu testimonio Marta sirva para que muchas almas se acerquen a Dios.

          Milagros

      • 08/01/1992 - Artículo de Marta al Diario de Burgos - Medio: Diario de Burgos

          Sirvan estas líneas como antecedente de la carta que escribió Marta con motivo de una entrevista que vio en televisión a este personaje.

          Fernando Arbex fue muy famoso en los años 70, pertenecía a un grupo muy conocido "Los Brincos", seguro que las personas de mi generación se acuerdan de él.

          El caso es que por la vida que llevaba, (noche, drogas, etc.) acabó en la cárcel y allí se encontró con Dios y se convirtió.

          Al salir de la cárcel fue cuando le entrevistaron en el programa de "Tú a tú" de Nieves Herrero, allí dio testimonio de su conversión, hablando claramente y sin avergonzarse de Dios, eso hizo que Marta (que lo estaba viendo) se levantara inmediatamente después de ver la entrevista y escribiera la carta que tenemos, felicitando a Fernando Arbex por su valentía de proclamarlo en un programa de televisión.

          ¡Enhorabuena!

          Quiero gritar mi enhorabuena a Fernando Arbex, primero por ser un elegido del Señor por lo escasa –pero intensamente- presenciado en el programa “De tú a tú” (con Nieves Herrero) del pasado jueves, 26 de diciembre, y enhorabuena a todos aquellos que pudimos presenciar este testimonio valiente y sincero de un hombre que se ha visto envuelto en un follón mundano –por el simple hecho de vivir en el mundo, no por habérselo buscado, de eso estoy segura- y que aún en esta situación, sigue alabando a nuestro Dios.

          Enhorabuena de veras! Pues estamos ya hartos de ver testimonios lloriqueantes y “piadosos” de entrevistados manipulados por el sistema televisivo; hartos de contemplar en nuestras pantallas a monigotes en serie que desvirtualizan constantemente todos los valores, ya no sólo espirituales o morales, -que han sido arrancados de raíz-, sino también los humanos, los más básicos y fundamentales para todo aquél que se considere un poco superior a un asno o un cerdo (y benditos animalitos éstos, a los que nunca se les ocurriría matar “de una coz” a sus crías antes de nacer).

          Estamos hartos, en definitiva, de que pretendan tomarnos el pelo (y digo pretendan, porque no hacer falta ser idiota para tragarse sus infamias carentes del más mínimo sentido, en primer lugar, y de lógica sobrenatural, por otro lado –los que tienen la gracia o el don de creer en nuestro Dios, comprenden esto último; los que lo critiquen sin tener ni idea de lo que significa; que estén igualmente tranquilos que rezaremos por ellos-).

          Así que enhorabuena a Fernando Arbex y en definitiva a todos aquellos que luchamos, ¡claro que me incluyo!, contra esta ola de descristianización que ha empapado (qué triste) todos los Medios de Comunicación de nuestro país en particular. Me quedo con la última frase del testimonio de este hombre, que decía: “…porque estamos todos de paso en este mundo…”.

          Si se pensase esto un poco más…

          MARTA OBREGÓN RODRÍGUEZ