Ayer concluyeron los actos de celebración del 50 aniversario de la parroquia de Santa Catalina de Alejandría, en Aranda de Duero, y el broche final fue la misa solemne que celebró en el templo el arzobispo de la diócesis, don Fidel Herráez Vegas, concelebrada además por todos los sacerdotes que han pasado por la parroquia o que ejercen su ministerio por la zona. En su homilía, don Fidel agradeció la labor que han llevado a lo largo de los años todos los que han contribuido al crecimiento de la parroquia, tanto sacerdotes como laicos, y tras la ceremonia, se sirvió un aperitivo en el que estuvieron todos los asistentes.
Un elemento de unión
El actual templo se erige sobre el terreno en el que antiguamente una ermita dedicada a santa Catalina de Alejandría. Cuando en 1966 el arzobispado de Burgos decide erigir canónicamente una nueva parroquia para atender el nuevo barrio, el primer, don Felipe Ontoso, propone que la parroquia se acoja al patrocinio de la santa. Así, pese a que era una parroquia de nueva creación, se daba continuidad a una tradición centenaria de fe y devoción. A partir de este momento, el barrio y la parroquia se identifican como dos realidades que caminan unidas, en muchos momentos se identifican de tal manera que llegan a confundirse: tienen el mismo nombre y los mismos límites territoriales. La parroquia servirá para dar cauce a reivindicaciones que van más allá de lo que es la labor meramente pastoral, y será el principalmente elemento aglutinador del barrio.
Cientos de devotos salieron ayer a la calle para acompañar a las imágenes de Nuestro Padre Jesús de Medinaceli y Nuestra Señora de las Angustias, que procesionaban por vez primera. Las tallas, ambas obra del escultor sevillano Juan Manuel Montaño Fernández, fueron portadas a a hombros de costaleros de las Cofradías del Santísimo Sacramento y Nuestra Señora de la Soledad y de Santiago.
La procesión partió del convento de Santa Dorotea tras el rezo de vísperas y la bendición de la imagen de Nuestra Señora de las Angustias en un solemne acto en el que estuvo presente el imaginero Montaño Fernández, y recorrió las calles Santa Dorotea y del Carmen, hasta llegar a la plaza Luis Martín Santos, frente al Instituto Cardenal López de Mendoza, donde se realizó un pequeño acto simbólico. En la organización de este acto colaboraron la Cofradía de Nuestra Señora de la Soledad y Santiago y la Archicofradía del Santísimo Sacramento y Jesús con la Cruz a Cuestas.
Durante el pasado fin de semana, varios jóvenes de las diócesis de Burgos y Astorga han realizado un curso básico de evangelización en el monasterio de las Clarisas de Vivar del Cid. A través de varias sesiones formativas, dinámicas y momentos de oración, los participantes han descubierto que la tarea todo bautizado es evangelizar. Tanto, que incluso algunos de ellos se han comprometido a participar en actividades de primer anuncio del evangelio a otros jóvenes que organiza la diócesis, como una luz en la noche.
El curso base, coordinado por la delegación de Infancia y Juventud, tenía como finalidad promover un «cambio de mentalidad» que motivara a estos jóvenes a «despertar la diócesis». En efecto, toda la actividad pastoral en la Iglesia debería estar marcada por este objetivo: el que la gente se encuentre personalmente con un Jesús que cambia la vida de las personas. A menudo, las programaciones de las parroquias y movimientos se llenan de actividades que olvida o ponen en un segundo plano su tarea principal: anunciar el evangelio, según el mandato misionero que dejó Jesús en herencia a sus discípulos.
El curso base de evangelización pretendía que los jóvenes participantes tomaran conciencia de esta tarea y fueran los protagonistas de llevarla a cabo entre otros jóvenes, en sus parroquias y movimientos. A través de una metodología activa y participativa, los asistentes al curso han analizado el estilo misionero de Jesús y aprendido de él para saber anunciarlo a los demás en los ambientes en los que cotidianamente se mueven. Además, han analizado los distintos problemas a los que se afrontan los evangelizadores y conocido distintas propuestas de primer anuncio.
La Delegación del Gobierno de Castilla y León ha celebrado en Burgos la Gala autonómica con motivo del Día para la Eliminación de la Violencia para la Mujer:
Convertir Burgos en un punto de referencia internacional en investigación e interpretación de las vidrieras, es el objetivo del nuevo proyecto impulsado por el Ayuntamiento de Burgos, en colaboración con la profesora de la UBU Pilar Alonso:
El pasado sábado, don Fidel Herráez visitó la parroquia de San Antonio Abad siguiendo un apretado programa. La visita comenzó con un café en el Monasterio de Huelgas, que le permitió saludar a las comunidades religiosas ubicadas en la parroquia (Misioneras Hijas del Calvario, Padres Salesianos, Padres Amigonianos y religiosas del Císter). A continuación fue recibido en la parroquia por los consejos de pastoral y economía con los que participó en una reunión para conocer a fondo la parroquia; acto seguido se dirigió a la Residencia de la Tercera Edad «Parralillos», donde abrazó y bendijo a cada uno de los residentes.
Ya por la tarde visitó la residencia de otras capacidades intelectuales gestionada por INTRAS, donde recibió como obsequio una magnífica cesta de hortalizas. Guiado por uno de los residentes, acudió también a la residencia de La Encina y compartió inquietudes y trabajos. Después de conocer a fondo la actividad catequética y los diferentes grupos de adultos, tuvo un animado encuentro con los chicos y padres de confirmación. La jornada concluyó con la eucaristía y un chocolate en el que participaron todos los asistentes.