«No bastan las teorías de vida cristiana, hay que amar con hechos concretos»

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curpillos huelgas

 

Un año más, la fiesta religiosa y cívico militar del Curpillos ha congregado a miles de burgaleses en torno al Real Monasterio de las Huelgas para celebrar esta conmemoración, sin parangón en ninguna otra ciudad española. Y es que, tal como ha señalado el arzobispo en su homilía, parece que a los burgaleses «no les bastaba» con homenajear la presencia de Jesús en la eucaristía con las celebraciones del Jueves Santo y el Corpus Christi que han instaurado esta «bellísima fiesta». Hoy, en efecto, el barrio de Huelgas ha festejado su «Corpus Chico» con los elementos del folclore típicos de esta efemérides, como los danzantes y Gigantillos –ausentes esta vez los Gigantones ante la amenaza de lluvia–, autoridades civiles y militares, que han vuelto a portar en la procesión eucarística el pendón de las Navas de Tolosa.

 

Para el pastor de la Iglesia burgalesa, «todo» en esta fiesta «habla de amor»: «El Amor con mayúsculas de Dios hacia nosotros y con letra minúscula –pero no pequeña– de nuestro amor de respuesta a Dios y el amor compartido de los unos para con los otros». Al igual que hiciera el pasado domingo, en la celebración del Corpus Christi, don Fidel Herráez ha pedido a los presentes celebrar la eucaristía «no solo ritualmente, sino vitalmente, uniendo fe y vida». Y eso conlleva que el amor saboreado en la eucaristía deba concretarse en la vida del cristiano no solo desde el punto de vista personal y eclesial, sino también social, en un «compromiso por hacer una sociedad mejor».

 

Amar con hechos, no con teorías

 

«Nuestra fe debe impregnarlo todo nuestra vida real», ha dicho el arzobispo. Y eso pasa, también, por aspectos concretos tales como la fiscalidad, el ahorro, el mundo empresarial, los mercados, la bolsa, los productos financieros… «El comportamiento cristiano, la ética cristiana, debe acompañar también la vida social y económica». Hay que evitar los criterios «especulativos y depredadores» y «orientar el mundo económico hacia su propia verdad», que no es otra que «el desarrollo integral de cada persona». No se trata, por tanto «de aumentar los bienes materiales, sino «tener una visión completa del ser humano».

 

«No nos quedemos en teorías de vida cristiana no encarnadas, vivamos los valores evangélicos en todos los aspectos de la vida, también en la economía. Vivamos el amor al que nos invita el Curpillos con todo su despliegue personal, eclesial y social», ha concluido.

 

Tras la eucaristía ha tenido lugar la procesión eucarística por el barrio de Huelgas. La jornada se ha completado con la recepción de autoridades por parte de la Madre Abadesa del monasterio y la posterior jira al parque del Parral.

El Centro Juvenil Safa, premio «Buero» de Teatro Joven de Castilla y León

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Precisamente con el musical «Hoy no me puedo levantar», el Centro Juvenil de la parroquia de la Sagrada Familia acaba de celebrar su décimo aniversario, y ha sido este espectáculo basado en las canciones del grupo Mecano el que les ha llevado lejos: son los flamantes ganadores de la fase autonómica del Premio «Buero» de Teatro Joven, un concurso promovido por la Fundación Coca-Cola, en colaboración con el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, y por el que han pasado en sus 15 años de existencia más de 78.000 jóvenes de toda España.

 

Los chicos del Centro Juvenil Safa, que han obtenido el galardón en la categoría «no escolar» de Castilla y León, recibirán el premio mañana sábado, a las 12,30 h., en la Sala Polisón del Teatro Principal de Burgos. Los finalistas de la Fase Autonómica pasan a la valoración del Jurado Nacional, que dará a conocer su fallo en las próximas semanas. Los más de 100 jóvenes que llegan a la Fase Final del concurso disfrutan de un premio muy especial: actuar en un gran teatro (María Guerrero o Valle‐Inclán), encuentros con grandes nombres de la escena, talleres y espectáculos teatrales.

 

El Centro Juvenil de la Parroquia Sagrada Familia ha representado anteriormente el musical «Grease», en 2009, «Hoy no me puedo levantar», en 2010, «Notre Dame de Paris» en 2011 , «Mamma mia!» en 2012, «Jesucristo Superstar» en 2013 y «Fama» en 2014, «40 El musical» en 2015, «We will rock you» en 2016 y «High School Musical» en 2017.

«’Centinelas de la mañana’ es una magnífica forma de evangelizar a los jóvenes»

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Los jóvenes tienen una importante tarea de evangelización que desarrollar dentro de la Iglesia, y esta es la misión en la que chicos y chicas de la diócesis se implican mediante la iniciativa «Centinelas de la mañana». Para ellos, la noche no es momento de oscuridad, sino de luz, la misma que llevan a los paseantes que caminan por la ciudad de Burgos.

 

Marina Peñacoba Rogel es una de esta jóvenes Centinelas. Esta burgalesa de 26 años, estudiante de Administración y dirección de Empresas, forma parte del grupo que organiza y lleva a cabo dicha iniciativa, que se celebra desde hace ya cuatro años en la diócesis. En esta ocasión, los Centinelas celebrarán «Una luz en la noche» (nombre que recibe la actividad de los Centinelas) esta misma tarde en la parroquia de San Lesmes, a partir de las 18:30 horas. Están invitados a asistir jóvenes de entre 20 y 30 años que deseen llevar el primer anuncio del evangelio a otros jóvenes que encontrarán por las calles. Pero antes de esta salida, los Centinelas han de formarse, tal y como explica Marina: «El lema de hoy es «Déjate guiar por él», y en torno a este mensaje centraremos la formación: cómo Dios nos guía, los caminos que podemos tomar en la vida, etc. Contamos con dos formaciones, una dirigida a un tema concreto, y otra que centramos en los ministerios, que son las tareas que cada uno va a desarrollar y son cuatro: La salida a la calle, la acogida en la iglesia, el canto y la palabra y la intercesión. Los organizadores nos encargamos de esta última formación, explicando a los últimos centinelas que se unen a nosotros en qué consiste cada ministerio y cómo se lleva a cabo, además de resolver dudas».

 

Una misión adaptada a cada participante

 

Una sesión de «una luz en la noche» comienza por la tarde con una presentación de todos los participantes que se han inscrito. Después tiene lugar una oración dirigida especialmente al Espíritu Santo, para a continuación pasar a una pequeña lectura sobre el tema que se va a abordar en la formación. La formación dura en torno a una hora, y tras ella tiene lugar un descanso en el que los Centinelas comen algo, charlan entre ellos y se conocen mejor. Posteriormente se explican los ministerios y la importancia que tienen. Tras una cena conjunta, se prepara la iglesia: unos se encargan de las velas, otros colocan los bancos, hay jóvenes que adornan el altar… «Cuidamos todo para que resulte acogedor y que la gente se sienta bien cuando entre en la iglesia». Después de un rato de adoración al Santísimo, los coordinadores adjudican un ministerio a cada participante, «según los dones y el talento de cada persona». «Si, por ejemplo, uno es simpático y muy sociable, le pedimos que salga a la calle, o si a otro se le da bien cantar, le pedimos que forme parte del grupo de canto. Intentamos que todos se sientan cómodos con su función». Una vez que todos conocen la tarea que van a desarrollar, se abren las puertas de la iglesia. Los que salen a la calle buscan a otros jóvenes para invitarles a visitar la Iglesia, donde les espera Dios, mientras que los demás se quedan cantando u orando». Cuando «Una luz en la noche» finaliza, se cierran las puertas de la iglesia y los centinelas realizan una puesta en común, evaluando cómo ha ido todo.

 

La reacción de las personas con las que los Centinelas entran en contacto por la calle es diversa, y es que no es nada fácil acercarse a unos desconocidos y que acepten de buenas a primera la propuesta de acudir sobre la marcha a una iglesia que en esos momentos se encuentra abierta para ellos. «Siempre suele ir una pareja de chico y chica, y tratamos de acercarnos a jóvenes de edad similar, que se lleven bien y haya complicidad. Además, intentamos parar a grupos pequeños, pues el mensaje llega de manera más directa. Les invitamos a acompañarnos a la iglesia, que conozcan a Jesús, y una vez que reciben la invitación, suelen dar una respuesta inmediata: o pasan de todo o saben de qué va el tema y muestran interés. Si no quieren saber nada, les preguntamos porqué toman esa decisión, y dependiendo de lo que cuenten, intentamos que se cuestionen su postura. Y siempre dejamos caro que aunque no quieran saber nada de Dios, nosotros vamos a rezar por ellos».

 

La ilusión de los nuevos Centinelas

 

«Una luz en la noche» no tiene periodicidad fija, y los coordinadores programan la actividad según las fechas en las que consideran que va a haber más jóvenes por la calle durante la noche, aunque sí tratan de que al menos se celebre una vez cada trimestre. En cuanto al número de participantes, es muy cambiante. «Somos cuatro los que de forma permanente estamos al cargo de la organización, pero el número de chicos y chicas que acude en cada sesión varía mucho. Para esta noche, por ejemplo, contamos con 18 personas apuntadas. Más de la mitad son nuevas, nunca antes habían participado, y acuden con mucha ilusión», cuenta Marina.

 

Marina conoció a los «Centinelas de la mañana» a través de la delegación de Juventud de la diócesis, con la que colaboraba de manera habitual y entró a formar parte del grupo coordinador antorcha tras participar en un curso base de evangelización. «El delegado, Agustín Burgos, me animó a participar, y cuando se realizó en la ciudad, la primera vez en la catedral, me encantó. Para mi fue algo inolvidable, me gustó mucho el método de evangelización que proponía esta iniciativa. Esta primera vez contamos con el impulso de Centinelas de Valladolid, que vinieron a enseñarnos, ya que ellos llevaban más tiempo desarrollando la actividad. Vi también que hubo respuesta por parte de muchos de los jóvenes contactados en la calle, que se animaron a entrar en la iglesia y salieron de allí planteándose el tema religioso».

 

Para Marina, participar en «Centinelas de la mañana» y hacerlo como coordinadora es una responsabilidad «que a veces cansa y en alguna ocasión me ha llevado a preguntarme dónde me he ido a meter, pero luego, cuando la actividad se lleva a cabo, todos los esfuerzos se ven recompensados. Es ver la ilusión de los jóvenes que se unen a los Centinelas y sus ganas de salir a las calles a anunciar el evangelio a otros jóvenes, y recibes toda una lección. Y sobre todo te llevas una sorpresa; yo era muy escéptica al principio, pensaba que nadie iba a querer entrar en una iglesia a esas horas de la noche, pero resulta que sí hay gente que lo hace, que se cuestiona sus ideas y cambia de opinión, lo que es muy reconfortante. Pero sobre todo, lo hago convencida porque creo que la misión de todo cristiano es evangelizar, y esta es una manera magnífica de poder llevarla a cabo».

Los obispos de la provincia eclesiástica de Burgos visitan Mons Dei

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La localidad palentina de Aguilar de Campoo fue el lugar escogido para que los obispos de la provincia eclesiástica de Burgos celebraran su reunión de fin de curso. Asistieron los obispos de las diócesis de Vitoria, don Juan Carlos Elizalde, Bilbao, don Mario Iceta, Palencia, don Manuel Herrero, Osma-Soria, don Abilio Fernández, y el arzobispo metropolitano de Burgos, don Fidel Herráez Vegas. Además de tratar los asuntos pastorales propios de estos encuentros, los obispos de la provincia eclesiástica aprovecharon la ocasión para visitar la exposición Mons Dei de las Edades del Hombre.

 

El Código de Derecho Canónico establece que «para promover una acción pastoral común en varias diócesis vecinas y para que se fomenten de manera más adecuada las recíprocas relaciones entre los obispos diocesanos, las Iglesias particulares se agruparán en provincias eclesiásticas delimitadas territorialmente». Así, en el caso de Burgos, son varias las diócesis que conforman una única provincia, siendo la burgalesa su diócesis metropolitana. De ahí que posea el título de «archidiócesis» y que el pastor que la preside sea «arzobispo». Burgos fue elevada a la categoría de archidiócesis el año 1574.

 

Rectores y misioneros de la Región

 

Asimismo, también en la jornada de ayer, los rectores de los Seminarios de la Región del Duero decidieron mantener su reunión en la localidad palentina y visitar, igualmente, la muestra. Lo hicieron acompañados del obispo encargado de la materia en la comunidad, el obispo auxiliar de Valladolid, don Luis Argüello. Además, el día anterior fueron los delegados y responsables de misiones de Castilla y León los que hicieron lo propio.

El Curpillos, una fiesta eucarística típicamente burgalesa

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El arzobispo porta el Santísimo bajo palio. Foto: Tribuna de Burgos.

El arzobispo portará el Santísimo bajo palio por las calles de Huelgas. Foto: Tribuna de Burgos.

 

La fiesta del Curpillos es una de las más populares de la ciudad. Una celebración estrechamente ligada a la eucaristía que no tiene parangón en otras latitudes del mundo. Entre los actos más populares, destaca la romería al parque del parral y los tradicionales bailes de danzantes, tetines, gigantillos y gigantones. En la ciudad, en torno al Real Monasterio de las Huelgas comenzó a celebrarse de forma solemne la solemnidad del Corpus Christi el jueves posterior al domingo de la Santísima Trinidad a comienzos del siglo XIV. Con el paso de los años y al aparecer otra procesión en torno a la catedral, la fiesta de las Huelgas pasó a celebrarse ocho días después del Corpus, de ahí su nombre de «Corpus Chico» o «Curpillos».

 

Tradición eucarística

 

En 1208, la religiosa Juliana de Cornillon promovió una fiesta eucarística que en breve tiempo se expandió por el norte de Italia. Además, en esos años, en Bolsena, cerca de Orvieto, tuvo lugar un milagro eucarístico: un sacerdote, después de consagrar y partir el pan para la comunión, descubrió cómo la hostia sangraba, haciendo que en la zona se ensalzara de forma considerable la adoración eucarística y se extendiera su devoción hasta dar origen a la fiesta del Corpus Christi.

 

En 1264, el papa Urbano IV promulgó la fiesta y, años más tarde, en 1311, su sucesor Clemente V aprobó las normas para celebrar la procesión eucarística tras la misa, que tendría lugar cada año el jueves siguiente a la solemnidad de la Santísima Trinidad. Se compusieron hermosos himnos eucarísticos, como los de santo Tomás o san Buenaventura, algunos de los cuales siguen siendo hoy cantados, como el Pange Lingua.   

 

La fiesta se extendió por toda Europa y llegó también a Burgos. Existen documentos que demuestran que se celebraba ya de forma solemne esta festividad en el año 1331, siendo Las Huelgas su lugar de desarrollo. Entrado el siglo XV, los documentos de la catedral hablan de otra magna celebración en torno a catedral, desarrollándose una procesión más pequeña –«Corpus Chico o Curpillos»– en el real monasterio ocho días después del jueves.

 

La del Curpillos es, por tanto, una fiesta típicamente burgalesa. En torno a ella ha surgido una importante cultura popular que conjuga lo religioso y lo profano. A la misa y procesión se han añadido otros elementos del folklore castellano, como bailes de danzantes y gigantones o la popular «jira» al parral. Además, durante la procesión con el Santísimo se porta también el pendón de la batalla de las Navas de Tolosa, parte de la tienda del califa Miramamolín que los cristianos trajeron a Burgos como trofeo de aquella victoria de la Reconquista.

 

Misa y procesión

 

Los actos de la celebración del Curpillos comenzarán este viernes poco antes de las 11:00 horas con la recepción de autoridades. El ceremonial religioso se desarrollará acto seguido en la iglesia del monasterio de Santa María la Real de Las Huelgas con una solemne misa concelebrada y presidida por el arzobispo, don Fidel Herráez Vegas. Hacia las 12:00 horas, y si el tiempo no lo impide, se iniciará la procesión con el Santísimo Sacramento que recorrerá bajo palio las calles del barrio de Huelgas. Entre los actos protocolarios, la madre abadesa del monasterio cisterciense ofrecerá una recepción a autoridades e invitados.