La diócesis de Burgos ante el inicio de la salida del confinamiento
El periodo de confinamiento que hemos vivido seguro que nos ha servido para muchas cosas a nivel personal, social, pastoral… Comenzamos una nueva etapa, quizás más complicada que la anterior. Se trata de estar muy cerca de la realidad de tantas personas que salen tocadas de esta pandemia: en primer lugar, los familiares de las víctimas, a las cuales debemos de ofrecer nuestro apoyo y esperanza; junto a ellas, tantas personas que se ven afectadas por las consecuencias económicas; no podemos olvidar aquellas que han resultado heridas a nivel personal y familiar, a consecuencia de la soledad y de otras realidades que han tenido que experimentar…
Junto a ello, agradecemos a Dios tanta vida que durante esta Pascua el Señor nos ha regalado a través de tantas personas que se han dado y entregado en los diferentes servicios públicos, sanitarios, sociales, pastorales, ciudadanos… ¡Cuánta gente buena nos hemos encontrado también estos días! ¡Cómo hemos experimentado que la Iglesia sigue siendo una comunidad fecunda! Sin duda que, como decíamos en la formación del pasado lunes, nos encontramos ante una buena oportunidad para purificar nuestro mensaje y para ayudar a crecer en la fe a nuestro pueblo.
Os hacemos llegar las medidas de reinicio del culto público en los templos católicos que ha realizado la Conferencia Episcopal Española y que hacemos propias para la Diócesis de Burgos. Consideramos que están lo suficientemente desarrolladas y especificadas como para que podamos celebrar con la suficiente y necesaria seguridad. En ese sentido hacemos un llamamiento a su cumplimiento, especialmente en lo referido a las medidas de higiene, desinfección, distanciamiento, aforo… En nuestra responsabilidad y sentido común queda el realizar las actividades con ese mínimo de seguridad y de medios que se indican, para dar así la suficiente confianza a la gente que se acerque a nuestras parroquias. Todos tenemos que seguir cuidando y cuidándonos. Como se indica en las medidas, las pautas irán cambiando siguiendo la evolución de las distintas fases que las autoridades vayan marcando.
Junto a estas medidas, hacemos las siguientes precisiones:
1.- Si se cumplen los plazos, con el inicio de la Fase 1, es decir, el lunes 11 de mayo, comenzaremos la celebración del culto público en nuestras iglesias, de forma grupal pero no masiva, tal y como se indica en la normativa que se especifica. Ese día, os invitamos a que, como signo de comunión y de unión con los que más han sufrido esta pandemia, nos unamos a la misma hora todas las parroquias en la celebración de una Eucaristía por todos los difuntos de la pandemia. Será a las 12 h. El Sr. Arzobispo la presidirá desde la Capilla de Santa Tecla de la Catedral. Procuraremos que las campanas toquen también para invitar a una oración por nuestros difuntos.
2.- Aparte de esta celebración conjunta, cada Parroquia verá el momento y la oportunidad para poder celebrar un funeral por cada uno de los difuntos de su Parroquia, en diálogo con la familia. A nivel Diocesano tendrá lugar en la Catedral un funeral con asistencia de fieles cuando se estime oportuno.
3.- Es importante que, previamente a la apertura de los templos, si fuera necesario, se produzca una desinfección de los mismos. Adjuntamos para ello, si os ayudan, las recomendaciones emitidas por la Junta de Castilla y León.
4.- Con respecto a las Primeras Comuniones y las Confirmaciones, tal y como se estableció en su momento, se podrán realizar siguiendo siempre la normativa sanitaria que en cada fase se especifica para la celebración de las Eucaristías.
5.- La mayor dificultad la tendremos para controlar el aforo, especialmente en alguna ceremonia: por ello, aparte de la existencia de algunas personas que puedan ayudar en ese servicio, se aconseja que el templo lo tengamos delimitado previamente, anulando con cintas u otros elementos los bancos o los sitios que se consideren oportunos (por ejemplo, uno sí y otro no).
6.- El Sr. Arzobispo celebrará la última Eucaristía retransmitida por streaming el domingo 10 de mayo.
7.- La Casa de la Iglesia se abrirá al público en el horario habitual, siguiendo la normativa establecida, el próximo lunes 11 de mayo. Se establecerán también los protocolos adecuados en las delegaciones, despachos y librería para garantizar la seguridad de todos en las actividades que se puedan realizar.
8.- El Archivo Diocesano se abrirá de forma telemática el día 25 de mayo respondiendo a las peticiones que se hagan por ese medio. La apertura de forma presencial se establecerá en su momento.
9.- Con respecto a las actividades de tiempo libre propuestas para este verano (campamentos, convivencias…) habrá que ir fijando criterio desde la prudencia y la seguridad según nos determinen las autoridades competentes. En ese sentido Voluntared nos informará de los procedimientos a su debido tiempo.
10.- En la Casa de la Iglesia se facilitará la adquisición de gel y demás elementos que se puedan necesitar para el reinicio del culto público.
11.- La Vicaría General responderá a cuantas dudas o interrogantes se puedan producir como fruto de estas medidas.
Pidamos a Dios, por intercesión de Santa María la Mayor, para que a todos nos ayude en esta nueva normalidad que tendremos que vivir y desde la que tendremos que servir y ofrecer el Evangelio.