Dieciséis fotografías de gran formato (3×4 metros) y exhibidas en algunos de los monumentos más significativos de la ciudad componen la exposición urbana «Patio de vecindad, de la calle al corazón», puesta en marcha por Cáritas Burgos para sensibilizar a la ciudadanía acerca de las personas que carecen de hogar. Con esta exposición, Cáritas pretende que este colectivo «no sea ignorado ni vea cómo se vulneran sus derechos». «Estamos convencidos de que eso solo será posible cuando lleguen al corazón. Este cambio en la mirada exige dejar a un lado los prejuicios o miedos y observar sus rostros», ha asegurado esta mañana el delegado de Cáritas, Fernando García Cadiñanos, en la rueda de prensa de presentación de la exposición.
La muestra expone grandes retratos del fotógrafo David Palacín (León 1975) de algunos de los participantes en el programa de Personas sin Hogar de Cáritas Burgos, de quienes partió la iniciativa de la exposición. La muestra está cofinanciada por la entidad eclesial y el Instituto Municipal de Cultura y Turismo, mientras que Palacín ha prestado su colaboración de forma altruista.
Con esta gran exposición a pie de calle, Cáritas Burgos pretende que el viandante que recorra la ciudad «cambie la mirada, dándonos cuenta de que las personas sin hogar son como las demás». «También debemos luchar por los derechos, en comunidad, porque los derechos humanos no son una concesión ni un privilegio, y nos corresponden de acuerdo con nuestra dignidad humana, inviolable e irrenunciable». También hacen llaman a actuar: «más que unas acciones concretas, pedimos a la ciudadanía que recorra el itinerario que todas las personas sin hogar querrían hacer, caminando desde los estereotipos hasta la mirada que ve con el corazón».
Por las calles de Burgos han pasado este año unas 2.000 personas sin hogar. El 38% de las personas sin hogar tuvo padres con problemas de drogas o alcohol; el 46% ha sufrido una enfermedad o un accidente graves, y un tercio malos tratos. Además, el 16,3% fue expulsado de su hogar antes de los 18 años, un 63,3% ha atravesado una separación o divorcio y el 59,2% ha perdido su vivienda por desahucio u otras causas.
El pasado domingo, el arzobispo, don Mario Iceta, se desplazó hasta Miranda de Ebro para completar su visita a las ciudades más grandes de la provincia, después de haber tomado posesión el pasado 5 de diciembre y de haber visitado Aranda de Duero el domingo día 13. Con todo, no era la primera vez que el arzobispo visitaba la ciudad del Ebro, ya que lo hizo con anterioridad, la víspera de su toma de posesión y en un retiro espiritual impartido a los sacerdotes.
La parroquia de San Nicolás fue el lugar escogido para celebrar dos eucaristías, para facilitar la participación de mayor número de fieles dadas las restricciones de aforo en los templos. Acompañado por el párroco, Marcelo Gómez, y el vicario parroquial, Eusebio Díez, el pastor de la diócesis presidió la «misa de las familias», manteniendo un diálogo animado con los más pequeños y bendiciendo las imágenes del niño Jesús que estos colocan en los belenes de sus casas. También mantuvo un breve encuentro con algunas catequistas, padres y colaboradores de la parroquia.
En la homilía de la segunda misa, y al hilo de las lecturas del domingo, el arzobispo dijo a los presentes que Dios «no quiere habitar en palacios, sino que quiere habitar en nuestros corazones, como hizo con la Virgen María». Animó a los presentes a ir a lo esencial en las próximas fiestas navideñas. Frente a todas las cosas que acaban pronto o tarde en la basura, insistió en la importancia de hacer un hueco al Señor en el interior, para que pueda habitar en él.
El pasado viernes 18 de diciembre, coincidiendo con el día internacional del Migrante, la delegación de pastoral de Migraciones de la diócesis inauguró el ya popular «belén migrante» que instalan en la plaza de Santo Domingo de la capital burgalesa desde hace cuatro años.
El montaje ha sido posible gracias a la colaboración de «Encuentro y solidaridad» y el trabajo desinteresado de Rodrigo del Pozo y podrá contemplarse hasta el 10 de enero de 9:00 a 21:00 horas. Dadas las circunstancias sanitarias, el belén se ha montado para visitarse de uno en uno. A través de un gran panel, donde están recortados los continentes, el visitante puede visualizar el interior, en el que el portal está vacío y el Niño Jesús ha nacido en una patera. Al fondo, destaca una frase del papa Francisco entresacada de su última encíclica «Fratelli Tutti»: «Es posible anhelar un planeta que asegure tierra, techo y trabajo para todos. Este es el verdadero camino para la paz».
Celebración navideña
Junto a la inauguración del nacimiento, la delegación de Pastoral de Migraciones desarrolló el pasado sábado en la parroquia de Santo Domingo de Guzmán su tradicional celebración navideña, en la que no faltó su habitual teatrillo después de la homilía. La eucaristía estuvo presidida por Thomas, sacerdote de la India, y tras la celebración no faltó el tradicional panenote con chocolate, aunque esta vez, y dadas las circunstancias sanitarias, envasado y entregado a la salida para llevar a casa. La celebración se retransmitió a través de YouTube.
Como es costumbre en los llamados «tiempos fuertes», los profesores de Religión celebraron el pasado jueves –esta vez de forma telemática– su tradicional retiro de Adviento, en esta ocasión dirigido por José Luis Lastra.
El vicario de Pastoral comenzó su reflexión con una pregunta: «¿Vendrá el Señor este año?», pues, como argumentó, entre los cristianos también surge una sensación de ausencia o silencio de Dios en estos meses de pandemia: la enfermedad que no cesa, los migrantes que pierden la vida en el mar, la aprobación de leyes preocupantes como la eutanasia o la nueva ley de educación que margina la clase de Religión… «¿Sigue Dios con nosotros?», se interrogó.
El vicario invitó a los docentes a examinar cómo están respondiendo a estos «males que lamentamos», si «resistiendo, como dice la canción» o desde «la esperanza cristiana»: «Dios sigue derramando en la humanidad “semillas de bien”, como decía el papa Francisco. Semillas de bien han sido y son los profesionales de la medicina que lo han dado todo contra la enfermedad, el personal sanitario que ha arriesgado su vida una y otra vez, las muchas personas que mantuvieron en pie el servicio de alimentación, los cuerpos de seguridad… y tantos otros». «Para nosotros la esperanza está en Jesús, que sí vendrá este año. Así que ¡recobremos el aliento!, ¡Dios está cerca!», animó.
Como colofón a este encuentro, el nuevo arzobispo de Burgos, don Mario Iceta, dirigió un saludo a los profesores, se puso incondicionalmente a su servicio y deseó a todos una Navidad feliz así como un dichoso año nuevo.
No les ha bastado con sacar los pupitres a la calle, ni manifestarse frente a la Subdelegación del Gobierno, ni vestir las aulas de lazos naranjas y grandes pancartas ni presentar en el Congreso cerca de dos millones de firmas. Por eso, esta vez, la plataforma «Más Plurales», que aglutina en Burgos a 19.000 alumnos, miles de familias y 30 centros educativos, ha vuelto esta mañana a «defender la libertad y mostrar su rechazo a la ley Celaá» con una manifestación de coches, secundando una protesta que se repitió en las principales ciudades del país. Lo hicieron, según se ha leído en un manifiesto, para «defender los derechos de enseñanza y la pluralidad educativa ante el acoso y los recortes de libertades que pretenden imponer con una ley educativa sin consenso, que silencia a una mayoría de la sociedad y que pretende aprobarse con nocturnidad», aprovechando el estado de alarma y el despiste social ante la llegada de la Navidad.
Una marea de automóviles ha ocupado en la jornada de hoy algunas de las principales arterias de la capital burgalesa, como la calle Vitoria, desde Gamonal a la plaza del Cid, pasado por la carretera de Valladolid hasta la zona de la Universidad. Decenas de vehículos, ataviados con globos naranjas y haciendo sonar sus cláxones, han querido reivindicar una ley educativa en la que «todos tengan cabida»: «Es una locura que en estos tiempos el gobierno se dedique a promover, potenciar y aprobar una ley que no garantiza los derechos fundamentales de la libertad, de la libre elección de centro educativo y que pone en riesgo el derecho fundamental a que nuestros alumnos se eduquen en un sistema plural», se ha leído desde varios automóviles.
En la manifestación se ha defendido «la complementariedad de las redes pública y concertada» y se ha denunciado que la ley Celaá «imponga la distribución del alumnado por encima de las demandas de las familias». También han protestado contra «el control político de la educación» que provoca «una agresión a la libertad de conciencia en favor de la imposición de una ideología laicista impropia de un Estado no confesional», reclamando así un estatus propio para la asignatura de Religión, «una opción mayoritaria de las familias españolas».